Razones de una dedicatoria
La diabolizaci¨®n de G¨¹nter Grass es una manifestaci¨®n m¨¢s de la sordera que afecta a gran parte de la clase dirigente israel¨ª
El pasado mes de abril, en el acto de entrega del premio Spiros Vergos Por la Libertad de Expresi¨®n en el marco del Festival de Praga 2012, dediqu¨¦ el galard¨®n al gran novelista alem¨¢n G¨¹nter Grass, ejemplo, dije, de esa preciosa y a veces arriesgada libertad que celebr¨¢bamos. Mis palabras, como preve¨ªa, suscitaron algunos aplausos aislados y murmullos de desaprobaci¨®n. El reciente art¨ªculo en forma de poema del autor de El tambor de hojalata, El cuento largo y otras novelas inolvidables acerca de las reiteradas amenazas formuladas por Netanyahu de un ataque preventivo a Ir¨¢n en raz¨®n de su programa nuclear y de la busca de uranio enriquecido en sus plantas no obstante las arduas negociaciones internacionales para disuadirle de ello, origin¨® una avalancha de ataques contra ¨¦l en la prensa alemana y gran parte de los medios informativos occidentales que se transform¨® en un verdadero y bochornoso linchamiento.
?Qu¨¦ dec¨ªa Grass en su poema-art¨ªculo? Nada que no supi¨¦ramos ya y que el jefe de Gobierno de Tel Aviv no cesa de agitar como un espantajo desde hace a?os: el programa nuclear iran¨ª es la premisa de un nuevo Holocausto y Ahmedinayad la reencarnaci¨®n de Hitler. Recurriendo al recuerdo de la tr¨¢gica historia del pueblo jud¨ªo en la Alemania nazi y en los pa¨ªses ocupados por ella, Netanyahu prepara la opini¨®n p¨²blica de Israel a aplaudir una operaci¨®n preventiva de castigo supuestamente necesaria para acabar de una vez por todas con los planes mort¨ªferos del ¡°fanfarr¨®n¡± Ahmedinayad ¡ªas¨ª lo califica G¨¹nter Grass¡ª y preservar as¨ª la existencia del Estado jud¨ªo, amenazado como nunca por la situaci¨®n explosiva de su entorno ¨¢rabe. Dicha operaci¨®n preventiva, escuchamos una y otra vez, no es materia discutible sino cuesti¨®n de tiempo (algunos especialistas ponen como fecha l¨ªmite el verano, otros el final de a?o) y para ello, Netanyahu recaba el apoyo de Obama, sin cuyo sost¨¦n log¨ªstico y pol¨ªtico no podr¨ªa llevarla a cabo, pese a la manifiesta renuencia del primer mandatario estadounidense a embarcarse en una aventura que podr¨ªa incendiar todo el Oriente Pr¨®ximo, despu¨¦s de las amargas experiencias de las guerras de Irak y Afganist¨¢n.
El argumento de G¨¹nter Grass, para quien la nuclearizaci¨®n de Ir¨¢n no exige obligatoriamente una guerra de efectos imprevisibles, es la de toda persona sensata capaz de distinguir la ret¨®rica siniestra del dirigente populista iran¨ª (¡°barrer a Israel del mapa¡±) del actual equilibrio de fuerzas en juego, netamente desfavorable al Ir¨¢n de los ayatol¨¢s. Servirse de la memoria de los horrores del Holocausto no es la mejor manera de garantizar la paz y la seguridad de Israel dentro de las fronteras internacionalmente reconocidas, pero que solo Israel no reconoce.
En mis viajes a los Territorios Ocupados de los ¨²ltimos 20 a?os he tenido ocasi¨®n de hablar con intelectuales y profesores israel¨ªes opuestos a la pol¨ªtica de implantaci¨®n de colonias y asentamientos en Cisjordania y al mesianismo religioso de la ultra derecha sionista. Muchos de ellos coincid¨ªan con la observaci¨®n de Jean Daniel, director del semanario Le Nouvel Observateur, cuando subrayaba la paradoja del objetivo del movimiento sionista ¡°de dotar al pueblo jud¨ªo de un Estado como los dem¨¢s, hab¨ªa desembocado en la creaci¨®n de un Estado diferente de los dem¨¢s¡± en la medida en que no respeta la legalidad internacional ¡ªlas fronteras anteriores a la Guerra de los Seis D¨ªas¡ª ni las resoluciones de Naciones Unidas. Para estos israel¨ªes honestos y l¨²cidos la confrontaci¨®n con Ir¨¢n es una pantalla destinada a ocultar el verdadero problema: la oposici¨®n por Netanyahu y las fuerzas pol¨ªticas que le apoyan a la creaci¨®n de un Estado palestino mediante la fragmentaci¨®n gradual del territorio te¨®ricamente bajo control de la Autoridad Nacional de Ramala.
Para impedir un posible desastre en el futuro, ?se sentir¨¢ obligado Israel a poner en marcha uno? seguro hoy?
En un excelente art¨ªculo de Opini¨®n (¡°Antes de que nos quedemos sordos¡±, EL PA?S, 18-3-2012), el novelista israel¨ª David Grossman insist¨ªa en emplear la fuerza de la raz¨®n frente a la raz¨®n de la fuerza en unos t¨¦rminos que no difieren en el fondo, sino en la forma, de los de G¨¹nter Grass:
En vez de hacer una traslaci¨®n unidimensional del Israel de 2012 al Holocausto de los jud¨ªos europeos, es necesario plantearse una pregunta: ?es recomendable que Israel, a solas y por su cuenta, emprenda una guerra con Ir¨¢n, una guerra cuyas consecuencias son imposibles de prever, con el ¨²nico fin de evitar una situaci¨®n futura que ser¨ªa peligrosa, sin duda, pero que nadie puede estar seguro de que se vaya a producir? En otras palabras, para impedir un posible desastre en el futuro, ?se sentir¨¢ obligado Israel a poner en marcha un desastre seguro hoy?
Como apreciar¨¢ el lector que coteje los textos de los dos escritores, ambos se enfrentan al problema del programa nuclear iran¨ª de forma realista, en las ant¨ªpodas de la visi¨®n apocal¨ªptica de Netanyahu y de la garruler¨ªa chulesca del presidente iran¨ª cuyos d¨ªas en el poder est¨¢n contados.
Dos acontecimientos recientes permiten abrigar una razonable esperanza en la soluci¨®n pac¨ªfica de esta escalada verbal que podr¨ªa conducir a una verdadera hecatombe: el enfrentamiento a Netanyahu de figuras tan poco sospechosas de pertenencia al bando de las palomas como Yuval Diskir, ex patr¨®n del Shin Bet (servicio de informaci¨®n interior israel¨ª) y del general Benny Gantz, actual jefe del Estado Mayor del Ej¨¦rcito, y la acelerada ca¨ªda en desgracia de Ahmedinayad, cuya pugna por el poder con el Gu¨ªa Supremo Ali Jamenei le ha hecho perder el apoyo de los cl¨¦rigos y favorecido el ascenso de su rival Rafsandjan¨ª, conocido por su mayor pragmatismo y moderaci¨®n.
En el primer caso, altos responsables del ej¨¦rcito, Shin Bet y el Mosad denuncian que la estrategia del actual Gobierno y sus aliados pol¨ªticos se funda en ¡°decisiones tomadas a partir de sentimientos mesi¨¢nicos¡±, sin tener en cuenta el fr¨¢gil equilibrio de la regi¨®n. En el segundo, todo indica que la presidencia de Ahmedinayad tiene sus d¨ªas contados. La ¡°revoluci¨®n verde¡± de 2009 sigue latente y puede renacer impulsada por las revueltas ¨¢rabes. Sobre todo, la madurez del pueblo iran¨ª, que nunca ha emprendido guerras de agresi¨®n contra sus vecinos y cuyo alto nivel cultural admira a quienes lo conocen, inducen tambi¨¦n al optimismo. El deseo de paz y de una libertad hoy secuestrada por el r¨¦gimen de las generaciones j¨®venes no es compatible con una acci¨®n suicida contra Israel.
Eso es lo que en sustancia dijo G¨¹nter Grass. Su diabolizaci¨®n por Tel Aviv es una manifestaci¨®n m¨¢s de la sordera que afecta a una gran parte de la clase dirigente israel¨ª y contra la que luchan escritores del temple de David Grossman. El que su razonamiento se extienda en el campo pol¨ªtico y en el de los altos responsables militares y de los servicios de seguridad muestra que sus ideas se abren camino. Para cuantos deseamos una soluci¨®n justa del conflicto palestino israel¨ª basado en el respeto de la legalidad internacional y un Oriente Pr¨®ximo en el que los pueblos que hoy salen a la calle con peligro de sus vidas puedan hacerlo de forma pac¨ªfica, la libertad de expresi¨®n, por dura y chocante que sea, es una imperiosa necesidad. Por dicha raz¨®n, dediqu¨¦ el premio Spiros Vergos a mi amigo G¨¹nter Grass.
Juan Goytisolo es escritor.
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