La tragedia del Salem Express
Hoy me he sumergido en el pecio m¨¢s dram¨¢tico de la costa egipcia del Mar Rojo. Y digo dram¨¢tico en el sentido castellano de la palabra. Porque fue una de las grandes tragedias de la navegaci¨®n moderna. Su calcula que murieron unos mil pasajeros; los cuerpos de trescientos de ellos est¨¢n a¨²n atrapados en el barco porque fue imposible sacarlos.
El 15 de diciembre de 1991, el Salem Express, un ferry de 100 metros de eslora que hac¨ªa la ruta entre Safaga (Egipto) y Jeddah (Arabia Saud¨ª), volv¨ªa a Safaga cargado de peregrinos que hab¨ªan ido a La Meca a cumplir el ritual. El barco ten¨ªa capacidad legal para 650 pasajeros, pero la pr¨¢ctica habitual de admitir a m¨¢s de forma ilegal elevaba el n¨²mero de viajeros por encima de los mil. La cubierta, los camarotes y los salones iban atestados de gente.
De repente se desat¨® una gran tormenta y el capit¨¢n, Hassan Moro, un marino nacido en Alejandr¨ªa y con gran experiencia, decidi¨® atajar atravesando un grupo de arrecifes de coral que tapona la entrada sur del puerto de Safaga para ahorrar as¨ª una hora y media de viaje. La investigaci¨®n demostr¨® que en realidad quien iba en el puente era su segundo.
En medio del temporal el Salem Express embarranc¨® en el arrecife Hyndman. El choque abri¨® una peque?a v¨ªa de agua. Si se hubieran quedado all¨ª y hubieran pedido socorro se habr¨ªan salvado todos. Pero Moro decidi¨® no decir nada al pasaje, que dorm¨ªa en los camarotes, y dar marcha atr¨¢s a los motores para desembarrancar la nave.
Lo que ocurri¨® fue que la v¨ªa se agigant¨® y adem¨¢s la proa, que era m¨®vil para abrirse en puerto y dejar entrar por all¨ª los veh¨ªculos, se enganch¨® y se descerraj¨® dejando entran millones de litros de agua a la bodega inferior. Los sistemas de estabilizaci¨®n tampoco funcionaban.
En apenas 10 minutos, el Salem Express se fue a pique. No dio tiempo a ning¨²n protocolo de evacuaci¨®n. Las barcas de salvamento siguen enganchadas abajo al barco, en el fondo del Mar Rojo.
Y no puedes ir m¨¢s all¨¢. Primero porque es peligroso acceder al interior del barco. Y segundo porque el gobierno egipcio lo prohibi¨® por respeto a los 300 cuerpos de infortunados que se calcula quedan a¨²n el interior.
He entrevistado a varios buzos que trabajaron en las tareas de rescate. Alaa Din Ali, uno de los directores de la Arab Diving Federation me contaba que bajaba y sub¨ªa con tres, cuatro, cinco cad¨¢veres agarrados con las manos Y as¨ª una y otra vez. ¡°Eran ni?os, mujeres, hombres... fue horrible. A¨²n lloro cada vez que voy all¨ª¡±.
Ayman H. Taher, director de un centro de buceo, que acudi¨® esa misma noche como voluntario me contaba que cuando alguien muere ahogado lo primero que se comen los pececillos peque?os son los ojos y los labios. ¡°Los cad¨¢veres estaban desfigurados; era imposible identificarlos si no llevaban encima alg¨²n carn¨¦ o acreditaci¨®n.
El Salem Express es un cementerio sumergido.
Si quer¨¦is visitarlo lo m¨¢s f¨¢cil es contactar con alg¨²n centro de buceo de Safaga (Egipto). Hay una hora y media de navegaci¨®n hasta el lugar del naufragio. Es un buceo sencillo, pero puede haber fuertes corrientes. Yo he estado con el Shams Dive Center.
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