El hombre nuevo, el hombre honrado
La peor pesadilla de muchos cubanos es acabar en Villa Marista, que contiene los calabozos m¨¢s temidos de todo el pa¨ªs
Villa Marista es el centro principal de operaciones del Ministerio del Interior (cubano). Su enorme estructura fue construida para albergar un colegio gestionado por religiosos, pero desde 1963 contiene los calabozos m¨¢s temidos de todo el pa¨ªs. Si al principio de la Revoluci¨®n se hablaba de ¡°convertir los cuarteles en escuelas¡±, a este complejo de edificios le ocurri¨® justamente lo contrario. La peor pesadilla de muchos cubanos es ir a parar a una de las celdas de esta Lubianka criolla, terminar bajo el bombillo de las salas de interrogatorio. Pocos ¡ªmuy pocos¡ª han podido resistir la presi¨®n psicol¨®gica que ejercen sus oficiales, entrenados en los duros m¨¦todos de la KGB y de la St?si alemana. Todo el dise?o de largos pasillos, literas de fr¨ªo metal y calabozos en los que apenas se sabe si es de d¨ªa o de noche, est¨¢ pensado para doblegar y hacer hablar incluso a los m¨¢s bravos. Podr¨ªa pensarse que solo hay espacio entre sus rejas para opositores o desafectos al sistema, pero cada d¨ªa acoge a m¨¢s personas investigadas por corrupci¨®n o desv¨ªo de recursos.
Cuando a un barrio llegan varios mini ¨®mnibus acompa?ados por autos del Departamento T¨¦cnico de Investigaci¨®n (DTI), los vecinos ya saben qu¨¦ ocurrir¨¢. Muy probablemente la temida comitiva parquear¨¢ a las afueras de alguna casa reci¨¦n pintada, con muro perimetral y ventanas de cristal. Los uniformados entrar¨¢n y ejecutar¨¢n un minucioso registro, para llevarse despu¨¦s ¡ªesposado y a la vista de los curiosos¡ª al temeroso administrador de alguna corporaci¨®n o al asustado gerente de una empresa. Esas incursiones se han vuelto tan frecuentes que basta decir: ¡°Ayer se le tiraron a fulano¡¡± para que todos comprendan lo que eso significa. Luego el detenido es trasladado a Villa Marista, donde pasar¨¢ semanas incomunicado y sin derecho a abogado. Su familia no podr¨¢ verlo, apenas si llevarle el cepillo de dientes y las medicinas que no puede dejar de tomar. Ni siquiera se salvan de tales sustos los extranjeros, como demuestra el caso de varios ejecutivos brit¨¢nicos de la empresa Coral Capital Group Ltd., arrestados por supuestos sobornos mientras trabajaban en un proyecto de campos de golf. Otro referente alarmante fue el caso de los hermanos chilenos Max y Marcel Marambio que escaparon hacia su pa¨ªs, despu¨¦s de ser acusados de cohecho, estafa y falsificaci¨®n de documentos bancarios en la gesti¨®n de la empresa alimentaria R¨ªo Zaza.
La cruzada contra la corrupci¨®n desplegada por Ra¨²l Castro tiene en vilo a quienes se creyeron protegidos por el descontrol y la poca voluntad pol¨ªtica para acabar con las ilegalidades. La razzia toca a la puerta de acomodados caciques de la construcci¨®n, poderosos directivos que manejaban a su antojo la importaci¨®n de mercanc¨ªas y otros que se llenaban el bolsillo con el negocio hotelero. Solo se salvan del tribunal aquellos que pertenecen al n¨²cleo duro del Gobierno. Haber participado en la luchas de la Sierra Maestra o en los primeros momentos del proceso revolucionario, es hoy por hoy la mejor protecci¨®n para no terminar encarcelado. Un uniforme verdeolivo, unos grados de general o de comandante alejan cualquier indagaci¨®n sobre malos manejos. Hasta la propia Contralora general de la Rep¨²blica, Gladys Bejarano, se para en seco, vuelve sobre sus pasos cuando alg¨²n hilo de la madeja de la corrupci¨®n llega demasiado alto. Tal y como se demostr¨® en el esc¨¢ndalo del Instituto de Aeron¨¢utica Civil, donde el principal responsable ¡ªel general Rogelio Acevedo¡ª solo result¨® destituido pero no lleg¨® a los tribunales, como s¨ª ocurri¨® con varios de sus empleados.
La cruzada contra la corrupci¨®n desplegada por Ra¨²l Castro tiene en vilo a quienes se creyeron protegidos por la poca voluntad pol¨ªtica para acabar con las ilegalidades
Estos empresarios deshonestos acumulan s¨ªmbolos de estatus, que van desde regalar casa y auto a las amantes, hasta pagarle los estudios a sus hijos en universidades extranjeras. Ya no se parecen en nada a lo que una vez fueron, ya no toman ron sino whisky o vino, el salm¨®n ha desplazado en sus platos a la carne de cerdo. Cuando comenzaron en sus cargos llegaban repitiendo un f¨¦rreo discurso de austeridad y disciplina, pero ahora se soban la barriga mientras fuman un habano. Algunos proven¨ªan de la esfera militar o desde la estructuras partidistas, y se pasaron al sector de los negocios como quien cumple una misi¨®n de guerra¡ en el terreno del enemigo. Con el tiempo se fueron enriqueciendo y creyendo que los contactos con firmas extranjeras o los viajes comerciales por todo el mundo, eran suficiente garant¨ªa de impunidad. Una buena parte de ellos naci¨® despu¨¦s de 1959 y s¨®lo conoc¨ªa las normas del mercado por la satanizaci¨®n que de ellas hacen los libros de econom¨ªa socialista y comunismo cient¨ªfico. Fueron moldeados para ser el ¡°hombre nuevo¡± pero al final ni siquiera lograron ser un ¡°hombre honrado¡± libre del flagelo del robo y de la tentaci¨®n del desfalco. Ahora est¨¢n cayendo, tiritan de fr¨ªo y miedo en alguna celda de Villa Marista, confiesan sus tropel¨ªas bajo el bombillo incandescente de un cuarto de interrogatorio.
Afuera, lejos del temido cuartel general del Ministerio del Interior, el entramado de la corrupci¨®n se rehace, vuelve a tejerse. Aguarda agazapado a que pasen los momentos m¨¢s dif¨ªciles para caer ¡ªcon esa fuerza m¨¢s¡ª sobre el apetecido pastel cubano.
? Yoani S¨¢nchez /bagency-Milan.
Yoani S¨¢nchez es periodista cubana y autora del blog Generaci¨®n Y.
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