R¨ªo+20, a ritmo de marcha f¨²nebre

Gr¨¢fico del informe Cultivar un futuro mejor, de Oxfam, en el que se ilustra el reto del sistema alimentario global.

Queda menos de un mes para la celebraci¨®n de R¨ªo+20 (la gran Conferencia de Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible) y a m¨¢s de uno le est¨¢n entrando ganas de cancelar los billetes. El mism¨ªsimo Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, declar¨® la semana pasada que el proceso preparatorio est¨¢ siendo "dolorosamente lento", que en el lenguaje vaticano de esta instituci¨®n es algo as¨ª como mentar la madre de los negociadores. Ban sabe que el ¨¦xito de esta conferencia depende de la negociaci¨®n previa de sus conclusiones, as¨ª que este mes decidi¨® tirar por la calle de en medio y encerr¨® a los representantes de los pa¨ªses una semana m¨¢s en Nueva York para tratar de forzar acuerdos tangibles. Ni con esas.

M¨¢s all¨¢ de la fanfarria de cart¨®n piedra que acompa?a estas grandes conferencias de la ONU, R¨ªo+20 constituye una ocasi¨®n ¨²nica para debatir qu¨¦ oportunidades le quedan al planeta de no acabar en el sumidero del calentamiento global, el agotamiento de los recursos naturales y las obscenas desigualdades que caracterizan este comienzo de siglo.La segunda Conferencia Mundial sobre Desarrollo Sostenible (tercera, si consideramos la de Estocolmo en 1972) hablar¨¢ del modelo que a partir de este momento nos debe permitir crecer y garantizar las necesidades b¨¢sicas de nuestras sociedades... dentro de los l¨ªmites que impone el planeta. En concreto, siete ¨¢reas prioritariasa debate: empleo, energ¨ªa, ciudades, alimentaci¨®n, agua, oc¨¦anos y desastres naturales.

Hace 20 a?os, durante la primera Conferencia de R¨ªo, el mundo entendi¨® que no hay modo de concebir el desarrollo social y econ¨®mico (es decir, el fin de la pobreza) sin garantizar la sostenibilidad del entorno y los recursos de los que dependemos. Aquella ocasi¨®n dio lugar a algunos de los marcos legales m¨¢s importantes en este campo, como las convenciones sobreBiodiversidad, Desertificaci¨®nyCambio Clim¨¢tico (precedente del Protocolo de Kioto). En esta ocasi¨®n se trata de ir un paso m¨¢s all¨¢, definiendo las normas, las instituciones y los objetivos de una verdadera estrategia de crecimiento verde e inclusivo. Las conclusiones de esta conferencia deber¨ªan ser determinantes, por ejemplo, en el debate sobre la reforma de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, que caducan en 2015. Estas metas internacionales sobre pobreza han ofrecido una insustituible hoja de ruta desde que fuera aprobadas en 2000, pero sus limitaciones crec¨ªan a medida que el cambio clim¨¢tico y el agotamiento de los recursos naturales se han hecho m¨¢s evidentes. Expertos como Alex Evans y pa¨ªses como Colombia ya han hecho un llamamiento formal por unos Objetivos de Desarrollo Sostenible que sustituyan a los actuales.

Lamentablemente, las perspectivas no pueden ser m¨¢s f¨²nebres. La crisis somete a Europa a una tiran¨ªa miope que le impide ver los riesgos y las oportunidades que est¨¢n a la vuelta de la esquina. Algunas econom¨ªas emergentes (como China y Brasil) est¨¢n logrando imponer una visi¨®n parcial que prima el crecimiento ortodoxo por encima de cualquier otra consideraci¨®n. Estados Unidos y su Presidente se encuentran en el territorio radioactivo de los meses preelectorales, lo que ha disminuido notablemente su compromiso, y Jap¨®n ni est¨¢ ni se le espera. Como se?alaron varias ONG internacionales en un irritado comunicado, a este paso la contribuci¨®n de la conferencia al progreso del planeta se parecer¨¢ bastante a cero.

El Gobierno espa?ol -ya se lo imaginan- ha abordado esta conferencia con el mismo celo que otros asuntos medioambientales, y el ministro Garc¨ªa-Margallo ha dejado bien claro que "Espa?a da la misma importancia a objetivos econ¨®micos y ambientales en R¨ªo+20". No ha dicho nada m¨¢s, suponemos que por discreci¨®n. La misma discreci¨®n que ha llevado al Ministerio de Agricultura a abrir una web sobre R¨ªo+20 en la que aparecen detalladas las propuestas y posiciones de m¨¢s de un docena de ONG e instituciones... pero no la del propio Gobierno. Al menos sabemos que la necesidad de que Brasil no retire el ¨²ltimo tabique de las Cumbres Iberoamericanas va a hacer que el propio Presidente Rajoy lidere la delegaci¨®n espa?ola en R¨ªo. Que no le dejen ver noticias de la Bolsa, por Dios.