Opacidad sobre Bankia
La dimisi¨®n del gobernador del Banco de Espa?a no debe evitar sus explicaciones en el Congreso
El Congreso de los Diputados tom¨® ayer dos decisiones equivocadas: bloque¨® la posibilidad de que se cree una comisi¨®n de investigaci¨®n para el caso Bankia y rechaz¨® la comparecencia solicitada por el gobernador del Banco de Espa?a para explicarse, reduci¨¦ndola, en todo caso, a una subcomisi¨®n que habr¨ªa de celebrarse a puerta cerrada en fecha indeterminada. Ambas decisiones fueron fruto de la mayor¨ªa popular en la mesa de la C¨¢mara, aunque tampoco el PSOE dio un decidido paso adelante respecto a la comisi¨®n investigadora.
La renuncia de Fern¨¢ndez Ord¨®?ez confirma a los socialistas en sus sospechas de que una investigaci¨®n manejada por la mayor¨ªa popular ofrecer¨ªa pocas garant¨ªas. Hay una tradici¨®n de problemas detr¨¢s de las comisiones de investigaci¨®n parlamentaria. El PP puede temer las salpicaduras de una crisis bancaria donde han operado personajes muy caracterizados de este partido. A su vez, el PSOE se queda en el medio camino de solicitar comparecencias del gobernador del Banco de Espa?a y del presidente y expresidentes de Bankia y de sus entidades originarias, aunque no descarta pedir luego la comisi¨®n de investigaci¨®n.
Sin embargo, un factor claro de desconfianza exterior hacia Espa?a se debe precisamente a la incertidumbre y opacidad de que hace gala un pa¨ªs que un d¨ªa valora el d¨¦ficit de 2011 en un 6% y meses m¨¢s tarde corrige la cifra casi al 9%; un d¨ªa informa de que el cuarto grupo bancario espa?ol gana dinero, y semanas m¨¢s tarde, tras una atropellada nacionalizaci¨®n, confiesa haber perdido miles de millones; y que pretende hacer compatible todo eso con sonre¨ªr beat¨ªficamente al saber que un exdirectivo de Bankia, procedente de Bancaja, se va a llevar 14 millones de indemnizaci¨®n en una caja que se ha quedado pr¨¢cticamente sin patrimonio. Un pa¨ªs serio debe ser capaz de mirar de frente sus problemas. Lo hizo el Congreso de EE UU respecto a la crisis financiera de 2008: se buscaron explicaciones, se dieron y el resultado fue un informe exhaustivo y la mayor resoluci¨®n a la hora de buscar salidas. El Parlamento espa?ol deber¨ªa valorar ese camino para evitar que la crisis institucional sea el corolario del se¨ªsmo financiero y econ¨®mico en que nos encontramos.
Tan clara es la necesidad de proporcionar explicaciones detalladas que el gobernador del Banco de Espa?a, Miguel ?ngel Fern¨¢ndez Ord¨®?ez, ha adelantado en un mes su partida tras comprobar que el PP quer¨ªa evitar la comparecencia a puerta abierta ante el Congreso que hab¨ªa solicitado. El Parlamento tiene el derecho y tambi¨¦n la obligaci¨®n de conocer si el responsable del Banco de Espa?a contaba con argumentos sobre la estrategia de fusiones y salidas a Bolsa, o si se equivoc¨® en su gesti¨®n. En todo caso, un mero cambio de gobernador no devolver¨¢ como por ensalmo al Banco de Espa?a el prestigio cuestionado. No se trata de buscar un arreglo de cuentas entre viejos lobos de la pol¨ªtica, decididos a lavar los trapos sucios entre altos cargos, como a veces pretenden presentarlo quienes se oponen a las comisiones, sino que est¨¢ en juego la confianza en los ¨®rganos reguladores.
Una investigaci¨®n parlamentaria no es un asunto que solo deba defender una formaci¨®n minoritaria y arriesgada como IU. El Parlamento es la primera instituci¨®n que deber¨ªa tomar cartas en esta crisis, puesto que es el ¨®rgano elegido directamente por la ciudadan¨ªa y no una mera correa de transmisi¨®n de ¨®rdenes gubernamentales. Y eso exige el compromiso de las corrientes centrales de la pol¨ªtica. Si se trata de cargarles a los espa?oles el coste de cubrir los "desfases" del grupo BFA-Bankia, no se les puede pedir que adem¨¢s lo hagan a ojos cerrados.
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