Neandertales refinados
El an¨¢lisis de los pigmentos de algunas pinturas rupestres indica que sus autores quiz¨¢ no fueron 'homo sapiens'
El ser humano, en su arrogancia infinita, se apresur¨® a sembrar una cierta mala fama a la especie inmediatamente anterior que m¨¢s se le parece: el neandertal. Seg¨²n la visi¨®n que ten¨ªan los cient¨ªficos, el neandertal ser¨ªa un ser rudo, bruto y lo suficientemente poco inteligente como para permitir que nosotros ¡ªel homo sapiens¡ª, mucho menos robustos, pero m¨¢s listos, acab¨¢ramos con ellos. Esto ¨²ltimo puede que sea verdad. Los neandertales desaparecieron hace casi 30.000 a?os, fecha a partir de la cual ya solo hay vestigios de nuestra especie, que no solo coloniz¨® Europa, sino el resto del mundo.
Con el tiempo se ha sabido que los neandertales eran mucho m¨¢s refinados de lo que se supon¨ªa. Eran can¨ªbales ¡ªeso parece seguir siendo cierto¡ª y no hubieran ganado un concurso de belleza con los c¨¢nones actuales con su hueso saliente sobre los ojos y su frente huidiza, pero eran inteligentes, cocinaban, es probable que hablaran, enterraban a los suyos, cuidaban de ellos y utilizaban adornos.
Ahora, para terminar definitivamente con los prejuicios sobre esta especie, resulta que, a ra¨ªz de una reciente investigaci¨®n, los neandertales podr¨ªan incluso haber estado dotados de la capacidad simb¨®lica suficiente como para pintar las paredes de las cuevas que utilizaron. Se aventura que la huella de su arte puede estar en hasta 11 pinturas rupestres del norte espa?ol. No es un hallazgo que haya sorprendido mucho a los paleont¨®logos, pero este an¨¢lisis es lo suficientemente amplio y solvente: demuestra que muchos de los pigmentos investigados son de hace m¨¢s de 40.000 a?os, cuando los neandertales todav¨ªa no se hab¨ªan extinguido. Incluso en las cuevas de Altamira podr¨ªa haber estado la mano de los artistas neandertales. No se les adjudica el bisonte, pero s¨ª siluetas de manos y un s¨ªmbolo claviforme.
Los nuevos datos conforman un panorama distinto del que hab¨ªamos imaginado y quiz¨¢ pueden ser una nueva cura de humildad para los homo sapiens, el animal m¨¢s predador de todos los conocidos. Cuanto m¨¢s profundiza la paleontolog¨ªa m¨¢s deber¨ªamos admitir lo poco que ha evolucionado, en algunos aspectos, nuestra especie.
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