Pago, copago y repago

Cuatro d¨ªas antes de entrar en vigor el copago de los medicamentos, que obligar¨¢ a los enfermos, incluidos los pensionistas, a pagar un porcentaje del precio de las medicinas en funci¨®n de la renta, la ministra Ana Mato anunci¨® una nueva medida de ahorro: retirar la financiaci¨®n p¨²blica a m¨¢s de 400 f¨¢rmacos de uso frecuente e indicados para patolog¨ªas que la ministra calific¨® de leves, pero que no siempre lo son. Entre los medicamentos excluidos figuran algunos de los antiinflamatorios m¨¢s utilizados en procesos traum¨¢ticos y reum¨¢ticos, vasodilatadores, anti¨¢cidos, laxantes y antivirales, adem¨¢s de anticatarrales y mucol¨ªticos que, aunque no curan las dolencias, alivian s¨ªntomas en las personas que tienen afecciones respiratorias.

El cat¨¢logo de f¨¢rmacos deber¨ªa revisarse peri¨®dicamente para retirar los que quedan obsoletos y disponen de una alternativa mejor. Algunos de los excluidos ahora pertenecen a esta categor¨ªa, pero otros no. En todo caso, el recorte no se ha hecho por un criterio de racionalidad en la prescripci¨®n, sino para lograr un ahorro de 440 millones, asegura Sanidad.

El copago, que entra en vigor el domingo con problemas organizativos y la rebeli¨®n de algunas autonom¨ªas, es una f¨®rmula para contener gastos que se usa en varios pa¨ªses de Europa para salvaguardar los sistemas de salud amenazados por la crisis. De lo que se trata es de vigilar y evitar que la combinaci¨®n del copago y la exclusi¨®n de medicamentos recaiga en los m¨¢s vulnerables y tenga efectos disuasorios injustos, si quienes abusan y pueden pagar sigan consumiendo y muchos de quienes los necesitan dejen de tomarlos por no poder sufragarlos.

El Gobierno ha presentado una medida de ahorro sin aportar un informe de impacto econ¨®mico, sin evaluar los efectos sociales y sin consultar con los m¨¦dicos; se har¨¢, ha dicho el Gobierno, pr¨®ximamente. Algunos expertos han advertido de que, como ha ocurrido en anteriores medicamentazos, el ahorro previsto no se alcance. Es posible que ante la persistencia de los s¨ªntomas, los m¨¦dicos acaben recetando f¨¢rmacos m¨¢s potentes con financiaci¨®n p¨²blica y m¨¢s caros.

En los ¨²ltimos a?os, la industria farmac¨¦utica ha sustituido medicamentos que hab¨ªan perdido la patente, y por tanto ya no resultaban tan rentables, por otros con el mismo principio activo pero alguna variaci¨®n en la composici¨®n o en la forma de administraci¨®n, lo que les permite comercializarlos como un producto nuevo a un precio superior. A partir de ahora, los medicamentos excluidos seguir¨¢n en las farmacias y quienes los necesiten tendr¨¢n que pagarlos. Los que queden bajo financiaci¨®n p¨²blica estar¨¢n sometidos al copago, lo que ya no excluye a los pensionistas, que ahora los obtienen gratis. Ambas medidas supondr¨ªan un repago si, en lugar de repartir las cargas a trav¨¦s del sistema impositivo para garantizar el futuro del sistema de salud, penalizaran a los que est¨¢n en situaci¨®n m¨¢s vulnerable.