¡°He de sacar el mejor partido de la p¨¦rdida de mi hija, Amy Winehouse¡±
Mitch, el padre de la diva, defiende que hizo lo indecible para evitar la muerte de su hija Un a?o despu¨¦s de la tragedia, desaf¨ªa a quienes le acusan de hacer negocio a costa del mito
Mitch Winehouse sigue teniendo licencia de taxista, pero no ha vuelto a conducir un taxi. Ahora trabaja para la Fundaci¨®n Amy Winehouse, la organizaci¨®n ben¨¦fica que decidi¨® crear tras la muerte de su hija el 23 de julio del a?o pasado. ¡°No se puede permitir que j¨®venes duerman en la calle¡±, explica. ¡°Lo que est¨¢ ocurriendo en nuestro pa¨ªs ¨Cen mi opini¨®n, el mejor pa¨ªs del mundo¨C es un esc¨¢ndalo¡±. La fama de Amy y el posterior descontrol de su vida le empujaron a dejar su trabajo. Intent¨® seguir, pero soportar la tensi¨®n de ser el padre de la hija descarriada m¨¢s famosa del pa¨ªs fue demasiado: empez¨® a tener ataques de ansiedad y acab¨® yendo a un psiquiatra, ¡°que necesitaba y que me vino bien durante un tiempo¡±.
Estaba en Nueva York promocionando su propia carrera de cantante cuando encontraron a Amy en su casa del barrio londinense de Camden muerta por intoxicaci¨®n et¨ªlica. ¡°En el vuelo de vuelta me acompa?aban mi m¨¢nager, Trenton [Harrison-Lewis], y el m¨¢nager de Amy, Raye [Cosbert]. Estaban consternados, pero yo estaba¡¡±, su voz se desvanece. ¡°Estaba bien. Evidentemente, estaba en estado de shock. Y no dejaba de pensar en crear la fundaci¨®n. Pens¨¦ que estaba volvi¨¦ndome loco. Y entonces, cuando fuimos a su casa y vi que hab¨ªa cientos y cientos de personas, comprend¨ª c¨®mo pod¨ªa afrontarlo, c¨®mo iba a poder superar aquello¡±.
Blake Fielder-Civil es "el mayor canalla que jam¨¢s cre¨® Dios"
Mitch Winehouse culpa sin reparos del consumo de ¡®crack¡¯ y hero¨ªna de su hija a su exmarido, Blake Fielder-Civil, ¡°el mayor canalla y cabr¨®n que jam¨¢s cre¨® Dios¡±. En una ocasi¨®n le ech¨® a patadas del ¡®backstage¡¯ de un concierto. M¨¢s tarde, seg¨²n cuenta, oy¨® a su hija presumir de ese gesto por tel¨¦fono con una amiga: ¡°Mi padre se puso furioso con ¨¦l, fue fant¨¢stico¡±. Otra vez se enzarz¨® en una pelea con los padres de Fielder-Civil. Ellos le acusaron de que hab¨ªa delatado a su hijo ante la polic¨ªa despu¨¦s de que Fielder-Civil pagara al due?o de un pub al que hab¨ªa dado una paliza para que retirase la denuncia por da?os f¨ªsicos graves, y le detuvieron acusado de obstrucci¨®n a la justicia. ¡°Vinieron a casa y acabamos pele¨¢ndonos. Eran tres contra m¨ª. Amy se me agarraba a las piernas y se me cayeron los pantalones. Hab¨ªa una gran ventana en el piso y todos los fot¨®grafos hab¨ªan estado delante haciendo fotos de su detenci¨®n. As¨ª que pens¨¦: ¡®Seguro que est¨¢n todav¨ªa ah¨ª, y ahora tendr¨¢n una foto de m¨ª peleando con sus padres y con el pantal¨®n por los tobillos¡±. Suelta una risa siniestra. ¡°Pero no estaban. Habr¨ªa sido la foto del a?o¡±. En los ¨²ltimos a?os, Amy se sent¨ªa atrapada por sus canciones m¨¢s famosas. No quer¨ªa cantar ¡®Back to black¡¯ ni ¡®Love is a losing game¡¯ porque le recordaban a Fielder-Civil. Pero no hab¨ªa escrito otras con las que sustituirlas. ¡°Me dijo muchas veces: ¡®No puedo seguir cantando esas canciones, pap¨¢¡¯. Y yo le respond¨ªa: ¡®Pues escribe otra nuevas o haz versiones. La gente solo quiere o¨ªrte cantar. No tiene ning¨²n sentido que subas ah¨ª a cantar cosas que te hacen llorar. Esos temas eran una verdadera losa al cuello para ella. Hoy yo no soporto escucharlos¡±.
La Fundaci¨®n Amy Winehouse da dinero al New Horizons Youth Centre de Londres ¨Cdonde nos da cita su padre¨C, el albergue para gente sin techo Crashpad de Pilion Trust y otras organizaciones dedicadas a combatir la adicci¨®n. Financia una beca para la escuela de teatro Sylvia Young, en la que estudi¨® Amy, y contribuye a varias residencias para ni?os con enfermedades terminales. ¡°A Amy le habr¨ªa gustado. Le encantaban los beb¨¦s. Es evidente que no sab¨ªa que iba a morir, por lo que no dej¨® ninguna lista de sitios a los que quisiera ayudar, as¨ª que tenemos que utilizar un poco la imaginaci¨®n¡±.
Yo cre¨ªa que la fundaci¨®n se financiaba con la herencia de Amy, pero no es as¨ª: ¡°Quiero guardar el dinero que queda de Amy para mi hijo y sus futuros hijos, quiero que la familia de Amy sea la beneficiaria¡±. Por eso Mitch Winehouse se dedica a recaudar fondos. De ah¨ª que haya escrito un libro titulado Amy: my daughter, que cuenta la historia de la cantante desde su perspectiva. Pasa a toda velocidad por una infancia cuyo ¨²nico acontecimiento destacado es el divorcio entre Mitch y Janis, la madre de Amy, as¨ª como el ¨¦xito que obtuvo con su primer ¨¢lbum, Frank, en 2003, y luego se sumerge directamente en la fama mundial que estall¨® tras la publicaci¨®n de Back to black en 2006 y su descenso casi simult¨¢neo hacia la drogadicci¨®n y el alcoholismo.
¡°Aunque hay una gran pegatina en el libro que dice que ¡®todos los derechos de autor del libro ir¨¢n destinados a la Fundaci¨®n Amy Winehouse¡±, dice con el ce?o fruncido, ¡°la gente sigue pensando que me estoy haciendo rico, o lo que sea, cosa que desde luego no es cierta¡±.
Parece resignado a recibir cr¨ªticas del p¨²blico. Hubo muchas cuando Amy estaba viva: era un padre muy visible, que hac¨ªa declaraciones a peri¨®dicos, aparec¨ªa en fotos al lado de ella, incluso relanz¨® su propia carrera de cantante en 2010. Esto ¨²ltimo, desde fuera, pareci¨® algo extra?o ¨Cmientras su hija libraba una batalla p¨²blica con sus adicciones, ¨¦l public¨® un ¨¢lbum aprovechando su fama¨C, pero Mitch asegura que fue ella la que le empuj¨® a hacerlo. ¡°Algunas personas piensan que saqu¨¦ el ¨¢lbum nada m¨¢s morir Amy, pero la verdad es que estaba obsesionada con ello, me invitaba al escenario para cantar, me dec¨ªa ¡®Pap¨¢, tienes que grabar un disco¡¯. Yo le respond¨ªa: ¡®Amy, d¨¦jalo, por favor, no le interesa a nadie¡¯. Luego cay¨® muy enferma y aparcamos el proyecto. Cuando empez¨® a mejorar, parte de su recuperaci¨®n consisti¨® en ayudarme a m¨ª, en escogerme canciones¡±.
La abrumadora sensaci¨®n de impotencia de su familia frente a sus adicciones hace de Amy: my daughter una lectura desgarradora. ¡°Su madre, su hermano, mi hermana, mi mujer, ninguno sab¨ªa qu¨¦ hacer. Y entonces recurr¨ªamos a influencias externas, m¨¦dicos¡ Si hab¨ªa seis personas, todas expertas, hab¨ªa seis opiniones diferentes¡±.
¡°Amy pudo morir hace cuatro a?os. Por casualidad, entr¨¦ en su habitaci¨®n cinco minutos despu¨¦s de que la hubiera visto otra persona y, si no hubiera ido yo, habr¨ªa muerto¡±
Hay que reconocerle a Mitch Winehouse el inmenso cr¨¦dito por haber resistido, aparentemente, la tentaci¨®n de embellecer la historia de su hija, de intentar beatificarla a t¨ªtulo p¨®stumo. Se r¨ªe con amargura cuando se lo digo. ¡°Era una persona real, es una persona real, e hizo lo que hizo. Pese a todo lo que pienso de Blake [Fielder-Civil, exmarido de Amy], ¨¦l no le meti¨® las drogas a la fuerza por la boca. De qu¨¦ sirve tratar de cambiarlo¡ todo el mundo lo sabe. Como la mayor¨ªa de los hijos, un instante era maravillosa y al siguiente era horrible¡±.
Cuidar de su hija se convirti¨® en un trabajo a tiempo completo. Iba a verla a su casa a todas horas, a comprobar c¨®mo estaba, a expulsar a camellos y par¨¢sitos, intentaba convencerla de que buscase ayuda, la trasladaba a m¨¦dicos y hospitales privados, le llevaba sus dosis de Subutex, un sustituto de la hero¨ªna. Si no, estaba en el ordenador, leyendo sobre adicciones y posibles tratamientos. O batallaba contra Fielder-Civil y su familia en la prensa sensacionalista y se ocupaba de los diversos problemas legales de Amy: comparecencias judiciales por agresi¨®n, un arresto por posesi¨®n, visados para EE UU que le negaban porque no superaba los controles antidroga. Cuando falleci¨®, dice, se sorprendi¨® a s¨ª mismo envi¨¢ndole un SMS pregunt¨¢ndole cu¨¢ndo pensaba volver a casa.
¡°Toda mi vida consist¨ªa en esto. ?Pero qu¨¦ otra cosa pod¨ªa hacer? Cuando tu hija tiene problemas, debes hacer todo lo que puedas. Pero era agotador. Hubo veces que, gracias a que iba a verla¡ [le falla la voz]. Amy pudo morir hace cuatro a?os. Por casualidad, entr¨¦ en su habitaci¨®n cinco minutos despu¨¦s de que la hubiera visto otra persona y, si no hubiera ido yo, habr¨ªa muerto¡±. Se la encontr¨® en pleno ataque, provocado por una reacci¨®n a unas pastillas de Temazepam. ¡°Si se hubiera muerto entonces, yo habr¨ªa levantado las manos y habr¨ªa dicho: ¡®Bueno, al fin y al cabo estaba muy enferma¡¡¯. Pero no muri¨®. Por alguna raz¨®n, sali¨® de aquello. Durante tres a?os no toc¨® las drogas. Y por eso fue tan duro cuando muri¨®; estaba mucho mejor¡±.
¡°Pese a todo lo que pienso de Blake [Fielder-Civil, exmarido de Amy], ¨¦l no le meti¨® las drogas a la fuerza por la boca. De qu¨¦ sirve tratar de cambiarlo¡¡±
El tema sale a relucir una y otra vez: que Amy estaba mejor, que hab¨ªa vencido su drogadicci¨®n tres a?os antes de morir y su padre pensaba que pod¨ªa conseguirlo tambi¨¦n con el alcohol, pese a que sab¨ªa que el alcohol ¡°te mata m¨¢s deprisa que la hero¨ªna¡±; pese a saber que, en d¨ªas malos, ella se despertaba, se beb¨ªa una botella de vino y se volv¨ªa a la cama. ¡°Es cierto que beb¨ªa para olvidar. No s¨¦ de qu¨¦ intentaba escapar. Quiero decir que todo iba mejor, hab¨ªa conseguido deshacerse de Blake, ten¨ªa un novio nuevo estupendo, una magn¨ªfica relaci¨®n con su familia. De sus ¨²ltimas seis semanas de vida, cinco y media no bebi¨®. Sus ¨²ltimos 18 meses fueron los mejores de su vida¡±. Vuelve a re¨ªr con amargura. ¡°Salvo porque acab¨® muri¨¦ndose, todo iba a mejor¡±.
Asegura no sentirse ¡°orgulloso de algunas cosas que hice¡±. Mitch perd¨ªa los estribos con frecuencia en casa de Amy, daba pu?etazos contra las paredes, patadas a su jukebox hasta ¡°dejarlo abollado¡±. ¡°Soy una persona con mal genio. Llegaba a su casa, ve¨ªa que estaba mal y empezaba a gritar. Y eso no ayuda a nadie¡±. A veces se puso violento con el entorno de Amy. Dice la leyenda que encontr¨® a Pete Doherty entre bastidores durante uno de sus conciertos y le golpe¨® con la guitarra en la cabeza.
Los conciertos de Amy sol¨ªan acabar en desastre, porque sal¨ªa al escenario con horas de retraso o estaba demasiado borracha para cantar. Emprendi¨® dos giras que tuvo que cancelar: una en noviembre de 2007 y otra un mes antes de su muerte, que termin¨® despu¨¦s del primer concierto, en Belgrado, en el que se olvid¨® de las letras de sus canciones, los nombres de sus m¨²sicos e incluso el pa¨ªs en el que estaba.
En su momento, mucha gente sugiri¨® que aquello sonaba a explotaci¨®n, que alguien ten¨ªa un inter¨¦s econ¨®mico en obligar a una mujer gravemente enferma a trabajar, pero su padre dice que era todo lo contrario. ¡°Ella quer¨ªa trabajar. Sent¨ªa que era su salvaci¨®n. Ensayaba, se iba de gira, y all¨ª no hab¨ªa nadie dispuesto a soportar que se drogara. Sus amigos me llamaban por tel¨¦fono y me gritaban: ¡®?Por qu¨¦ dejas que suba a un escenario?¡¯. Pero los m¨¦dicos me hab¨ªan dicho: ¡®Actuar es beneficioso para ella, as¨ª tiene algo en lo que concentrarse¡¯. En definitiva, era decisi¨®n suya, y lo que yo pensara era irrelevante¡±.
¡°Amy estaba obsesionada con que sacara mi disco. Yo le respond¨ªa: ¡®Amy, d¨¦jalo, por favor, no le interesa a nadie¡¯. Luego cay¨® muy enferma y aparcamos el proyecto. Cuando empez¨® a mejorar, parte de su recuperaci¨®n consisti¨® en ayudarme a m¨ª, en escogerme canciones¡±.
Mitch cree que el problema era que Amy, a pesar de su falso descaro, padec¨ªa p¨¢nico esc¨¦nico. ¡°Necesitaba tomarse una copa antes de salir a cantar. Y eso era un problema, porque los organizadores no quer¨ªan darle nada de beber, y entonces estallaban discusiones, ya sabe, ¡®?Va a salir a actuar o no?¡±. Cuando falleci¨®, Mitch insisti¨® en que ella ya no tomaba drogas, pero nadie le crey¨® hasta que se publicaron los resultados de la autopsia. Dice que se hab¨ªa vuelto muy ordenada: ¡°Cuando estaba enganchada, el suelo le serv¨ªa de armario, pero en sus ¨²ltimos meses de vida si hubiera existido una especialidad ol¨ªmpica de doblado de ropa, ella habr¨ªa obtenido la medalla de oro¡±.
En su ¨²ltima noche no estaba deprimida, insiste. La ¨²ltima persona que la vio con vida, un guardia de seguridad, dijo que estaba cantando y tocando la bater¨ªa. Hab¨ªa empezado a hablar de casarse con su nuevo novio, el director de cine Reg Traviss. ¡°Hablaban de tener hijos. Reg est¨¢ destrozado. Todav¨ªa tenemos mucha relaci¨®n. Hemos llegado a un punto en el que somos capaces de re¨ªrnos de las extravagancias de Amy, de las veces que nos lo pasamos muy bien¡±. Suspira. ¡°Mi ni?a preciosa. Qu¨¦ ni?a tan preciosa y qu¨¦ divertida. Es una tragedia. Pero tengo que sacar el mejor partido posible de su p¨¦rdida. ?Qu¨¦ voy a hacer? ?Cavar un hoyo y enterrarme en ¨¦l, que es lo que me ha apetecido a veces? ?O venir aqu¨ª, sentarme con toda esta gente maravillosa de las organizaciones ben¨¦ficas e intentar hacer algo ¨²til? En eso estamos¡±.
Traducci¨®n de Mar¨ªa Luisa Rodr¨ªguez Tapia. ? Guardian News & Media, 2012.
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