Gobernar sin la gente
La gran mayor¨ªa de los espa?oles no fuma y todav¨ªa una mayor¨ªa m¨¢s rotunda est¨¢ de acuerdo con que no se fume en espacios p¨²blicos. Adem¨¢s, a cualquier m¨¦dico, y no digamos a los onc¨®logos, le parece un disparate que se cambie la ley. Muchos estudios han demostrado que las p¨¦rdidas en la hosteler¨ªa por una supuesta menos afluencia de p¨²blico fumador a los locales han sido m¨ªnimas y se han debido seguramente m¨¢s a la crisis econ¨®mica. Y adem¨¢s, la salud de los no fumadores y, sobre todo, de los trabajadores que pasan hasta 14 horas en los bares, est¨¢ por encima de cualquier consideraci¨®n econ¨®mica. Los riesgos son c¨¢nceres de pulm¨®n e infartos de miocardio, ninguna broma. Es incre¨ªble que la exigencia de un hombre de negocios de Estados Unidos haga asegurar a Esperanza Aguirre y Ana Botella que ¡°evidentemente se va a cambiar la ley¡±, y no s¨®lo en sus casinos, sino ?en todo el pa¨ªs! ?Qu¨¦ verg¨¹enza!¡ª Luis Mazarrasa.
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