Ampollas, sudor y rabia en la carretera

¡°?Si esto no se arregla, guerra, guerra, guerra!¡±, corean los mineros de la marcha negra, que m¨¢s que negra es fosforescente. La columna de 160 chalecos reflectantes y cascos de minero que sali¨® hace dos semanas de Asturias y Le¨®n, avanza a paso r¨¢pido y con mucho sudor hacia Madrid por la autov¨ªa A6. Delante de ellos, dos ambulancias y una furgoneta con mensajes reivindicativos y un altavoz en el que se escuchaba desde Rihanna hasta el Soy minero de Antonio Molina. La etapa de este viernes termin¨® en Villacast¨ªn (Segovia).Llegaban agotados y con m¨¢s ampollas en los pies y all¨ª fueron recibidos por el alcalde Jes¨²s Grande, del Partido Popular.

¡°Les veo llegar y me emociono. Lo hacen porque no les queda m¨¢s remedio¡±, dice Juan Fern¨¢ndez, un carpintero jubilado de 77 a?os que se acerc¨® a dar ¨¢nimos a los mineros a su llegada al pueblo. Las muestras de apoyo popular se han repetido en todos los sitios en los que han parado desde que comenzaron la marcha. Caminan hacia la capital, donde tienen previsto llegar el pr¨®ximo martes, para exigir al Gobierno que mantenga los subsidios al carb¨®n hasta finales de a?o, como estaba firmado en el plan del carb¨®n de 2006.

Ovidio Blanco Pozo, un minero jubilado de 59 a?os, lleg¨® a Villacast¨ªn con el equipo de organizaci¨®n para esperar a sus dos hijos, que ven¨ªan caminando. ¡°Toda la familia vive de la miner¨ªa¡±, asegura Giovanni, de 24 a?os, que conduce maquinaria pesada en la mina a cielo abierto de Viloria, en El Bierzo. Nada m¨¢s llegar tuvo que acudir al servicio m¨¦dico para que le cambiaran la venda del pie derecho que le aguanta un esguince de tobillo.

En las dos ambulancias que acompa?an a la comitiva desde Asturias, cuatro voluntarios atienden cada d¨ªa lesiones musculares y curan las ampollas. La asistencia m¨¦dica, las comidas y el alojamiento se van organizando minuto a minuto. Los ingredientes para la caldereta de cordero que comieron este viernes los trajeron desde Le¨®n la Plataforma de Mujeres de Mineros. Hasta el momento han estado durmiendo en centros sociales y polideportivos cedidos por los Ayuntamientos. Cuando lleguen a Madrid, el pr¨®ximo martes, la alcaldesa Ana Botella ha advertido de que no piensa cederles ning¨²n espacio p¨²blico ni permitirles que acampen en el Paseo de la Castellana frente al Ministerio de Industria.