Al servicio de Israel

Las demandas para que los ultraortodoxos jared¨ªm y los palestinos, o ¨¢rabes con nacionalidad israel¨ª, pasen a engrosar las filas del servicio militar (o al menos civil) podr¨ªan suponer un cambio cultural para el que quiere denominarse ¡°Estado jud¨ªo¡±. Si el primer ministro Netanyahu ha cambiado radicalmente su posici¨®n al respecto ¡ªdisolvi¨® la comisi¨®n por ¨¦l nombrada que apoya esta medida y a los pocos d¨ªas se pas¨® a sus conclusiones¡ª no es tanto por una cuesti¨®n de convencimiento como de oportunismo pol¨ªtico ante la nutrida manifestaci¨®n de j¨®venes en Tel Aviv, que reclamaban que los ultraortodoxos hicieran la mili como ellos. Miles de estudiantes de la yeshiva est¨¢n exentos cada a?o de este servicio militar: se dedican, subvencionados por el Estado, al estudio de textos sagrados. Su incorporaci¨®n a filas permitir¨ªa reducir el servicio militar obligatorio de los tres a?os actuales ¡ªel m¨¢s largo del mundo¡ª a 24 o 28 meses. No es poco.

Fue el Tribunal Supremo el que, sobre la base del principio de la no discriminaci¨®n y del servicio universal de los ciudadanos del Estado, dictamin¨® en febrero la necesidad de este cambio que llevar¨ªa a que todos los ciudadanos participaran en el esfuerzo colectivo, aunque los ¨¢rabes se dedican sobre todo al servicio civil. El n¨²mero de palestinos israel¨ªes que se presentan voluntarios se ha multiplicado en unos pocos a?os. No es por una cuesti¨®n de repentino patriotismo, sino porque es una manera de acceder con m¨¢s posibilidades al mercado laboral. El Gobierno de amplia coalici¨®n podr¨ªa decidir al respecto este domingo, con un proyecto de ley que tendr¨¢ que aprobar despu¨¦s la knesset. No ser¨¢ f¨¢cil de elaborar, pues los ultraortodoxos ¡ªque a menudo no son sionistas¡ª exigir¨¢n, como m¨ªnimo, la segregaci¨®n por sexos.

Otro informe ¡ªen el pa¨ªs de los debates¡ª de un comit¨¦ que lleva el nombre de su presidente, Edmond Levy, ha dictaminado que Israel no es ¡°potencia ocupante¡± en los territorios ocupados. El objetivo es, obviamente, legitimar los asentamientos de colonos. El fiscal general de Israel, Yehuda Weinstein, ya ha anunciado que rechaza estas conclusiones.