Vagos y maleantes

Usted es un parado y, recon¨®zcalo, un pel¨ªn vago: yo le incentivo para que busque trabajo baj¨¢ndole el subsidio. Es usted funcionario y toma, ay pill¨ªn, demasiados cafelitos: comprender¨¢ que encima no le vamos a pagar la extra¡­ Se?ora, es muy longeva, no acaba de morirse, pero no pierda cuidado: nosotros le retiramos la ayuda en dependencia. ?Que ustedes son adictos a las medicinas?: ahorita mismo les quito yo ese vicio con un copaguillo de nada. Ah, pero ?tambi¨¦n t¨² aspiras a vivir por encima de tus posibilidades compr¨¢ndote una vivienda en propiedad?: eso lo arreglamos de inmediato eliminando la desgravaci¨®n. Y encima os subo a todos el IVA por consumistas incontritos e irredentos a ver si aprend¨¦is as¨ª un poquito de austeridad. ?Pringados, picaruelos, pesados, maleantes! Ten¨¦is lo que merec¨¦is por haber llevado este pa¨ªs a la ruina. Si al menos tuvieseis la categor¨ªa de malversadores, de in¨²tiles gestores de la cosa p¨²blica, de defraudadores al fisco de guante blanco, evasores fiscales de altos vuelos y lejanos para¨ªsos, os perdonar¨ªa; s¨ª, tendr¨ªa tal vez que cesaros, pero os compensar¨ªa con otras regal¨ªas mirando hacia otro lado. Si fueseis propietarios de conventos, palacios, catedrales, ermitas, iglesias, obras de arte, podr¨ªa eximiros al menos del IBI. Pero carec¨¦is de altura, no ten¨¦is grandeza. Si yo no fuera el presidente y no estuviera haciendo lo contrario de lo que os promet¨ª y os tratara con el debido respeto, tampoco estar¨ªa poniendo la calle a vuestra disposici¨®n ¡ªagradec¨¦dmelo¡ª para que vosotros pod¨¢is poner los gritos.¡ª Benito Camacho Mart¨ªn.

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