Peligro en la costa
La futura ley dice proteger el litoral relajando la norma actual y ampliando las concesiones
La reforma de la Ley de Costas que anunci¨® el ministro de Agricultura y Medio Ambiente, Miguel Arias Ca?ete, avanza inexorablemente y, tal y como se esperaba, va a suponer un frenazo en seco a la norma en vigor que, aprobada en 1988, intenta reducir la presi¨®n inmobiliaria en el litoral. El anteproyecto de ley elaborado por este Gobierno no deja lugar a dudas. Las construcciones en dominio p¨²blico, que seg¨²n aquella norma quedaron expropiadas bajo la forma de concesi¨®n por 30 a?os (prorrogables a 60) van a pasar a disfrutar de un periodo de gracia general mucho mayor: 75 a?os. Esas propiedades, condenadas a la piqueta a partir de 2018, podr¨¢n, adem¨¢s venderse o heredarse por causa de muerte. Los chiringuitos y dem¨¢s instalaciones desmontables dispondr¨¢n de permisos cuatrienales (ahora son anuales) y de mayor superficie.
Las perspectivas son tan halag¨¹e?as para ciertos negocios privados, que ya hay empresarios proyectando chiringuitos de casi 1.000 metros cuadrados y poniendo a la venta el ¨²ltimo palmo de suelo virgen del sobreexplotado Mar Menor. Son reacciones l¨®gicas a un proyecto gubernamental que devuelve el dominio p¨²blico a la especulaci¨®n privada y al ladrillo que tanto la han degradado.
Es cierto que el Gobierno mantiene la base principal de la Ley de Costas de 1988, respetando la figura de la concesi¨®n y manteniendo un t¨¦rmino a la misma, pero este aplazamiento ¡ªque pospone el problema del final de las concesiones¡ª es una p¨¦sima se?al, una relajaci¨®n de una norma dif¨ªcil de aplicar que si algo necesitaba era justamente determinaci¨®n una vez se empezaran a cumplir los plazos.
Resulta especialmente insultante ¡ªaunque no sorprendente¡ª la hipocres¨ªa con la que se presenta esta reforma como una medida necesaria para lograr justo lo contrario de lo que dice defender. El texto apela a la inseguridad jur¨ªdica que provoca la ley actual introduciendo m¨¢s inseguridad y proclama que el cambio se hace para mejorar la protecci¨®n del litoral. De hecho, en un aut¨¦ntico monumento al cinismo, el anteproyecto de ley lleva el t¨ªtulo de ¡°ley de protecci¨®n y uso sostenible del litoral¡±.
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