La tostada incorrupta de Carlos y Diana
La noticia menos importante del mes, y posiblemente de todo el a?o, ha sido la subasta de una de las tostadas que se sirvi¨® en el desayuno al pr¨ªncipe de Gales el d¨ªa de su primera boda
La situaci¨®n de Espa?a es tan cr¨ªtica que cualquier tema no econ¨®mico suena a frivolidad. As¨ª que he decidido huir hacia delante, ponerme en mi papel de buf¨®n period¨ªstico y apostar por una nader¨ªa elevada al cubo, pensando que quiz¨¢ a ustedes les relaje un rato de levedad entre tanta tensi¨®n.
La noticia menos importante del mes, y posiblemente de todo el a?o, ha sido la subasta de una de las tostadas que se sirvi¨® en el desayuno a Carlos de Inglaterra el d¨ªa de su boda con Lady Di. Una persona que, con muy buen criterio, prefiri¨® mantener el anonimato, pag¨® 230 libras (cerca de 300 euros) por ella. El pan en cuesti¨®n pertenec¨ªa a Rosemarie Smith, una avispada anciana cuya hija trabajaba en el servicio del Palacio de Buckingham a principios de los ochenta. Una de las tareas de la sirvienta era retirar el breakfast a su alteza, y su madre, que seg¨²n dice andaba por all¨ª la ma?ana del bodorrio, arrampl¨® con la tostada para qued¨¢rsela de recuerdo.
El pr¨ªncipe no hab¨ªa untado la pieza de mantequilla, por lo que esta se ha mantenido tan fresca como el brazo incorrupto de Santa Teresa durante 30 a?os. Smith asegura que, viendo el frenes¨ª mon¨¢rquico desatado por el jubileo de la Reina y la boda de Guillermo y Catalina, pens¨® que le pod¨ªa sacar un dinerito, y por eso la llev¨® a una casa de subastas de su pueblo.
Mi primera reacci¨®n, y supongo que la de mucha gente, es pensar que la persona que solt¨® 300 leros por este cacho de pan sufre alguna clase de trastorno mental. O peor a¨²n, es un poco corto por creerse una historia como la de esta se?ora, que bien podr¨ªa haber tostado una rebanada de Bimbo en su casa y despu¨¦s inventarse el cuento. Pero claro, yo no soy fan de Carlos de Inglaterra, y es o¨ªr las palabras ¡°Diana de Gales¡± y entrarme una modorra que ni la producida por tres platos de alubias con chorizo.
Ahora bien, ?habr¨ªa pagado por una tostada abandonada o levemente mordisqueada por David Bowie o Fran?oise Hardy? Como mit¨®mano absurdo que soy, y en el muy hipot¨¦tico caso de que me sobrara el dinero, quiz¨¢ me lo habr¨ªa pensado. No s¨¦ si llegar¨ªa al exceso de pujar por la mejor reliquia pop de todos los tiempos ¨Cel zurullo de Agnetha, la rubia de Abba, que aparece en Priscilla reina del desierto¨C. ?Pero un bote de mantequilla de cacahuete de El??vis o una lista de la compra de John Lennon? Pues, s¨ª. No me miren como a un bicho raro: hace menos de un a?o alguien pag¨® 25.000 euros por una muela del exbeatle. Y ten¨ªa caries.
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