Comp¨¢s de espera
La acci¨®n del Fondo y el BCE es un b¨¢lsamo para Espa?a e Italia, pero debe concretarse el jueves
La sugerencia de una acci¨®n combinada del Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Europeo de Rescate para comprar deuda de los pa¨ªses con dificultades financieras, y la advertencia de Mario Draghi, respaldada despu¨¦s por Alemania y Francia, de que el BCE har¨¢ todo lo necesario para sostener el euro, est¨¢n enfriando la tensi¨®n en los mercados de deuda y de valores. Los diferenciales de deuda caen, las Bolsas se recuperan y los inversores parecen convencidos de que esta semana las autoridades pol¨ªticas y monetarias europeas concertar¨¢n un plan para actuar en los mercados primarios y secundarios de deuda. Existen fundadas esperanzas de que Bruselas, Berl¨ªn y Fr¨¢ncfort hayan entendido por fin la diferencia entre las urgencias que impone la supervivencia de la moneda ¨²nica y las necesidades de dotar a Europa de una estructura homog¨¦nea bancaria y fiscal, capaz de enfrentarse a una crisis compleja, pero con un ritmo de tramitaci¨®n demasiado largo como para desactivar las alarmas presentes.
El d¨ªa decisivo ser¨¢ probablemente el jueves: una nueva subasta espa?ola, con cuyos resultados podr¨¢ medirse mejor el grado de convencimiento de los mercados en las palabras m¨¢gicas de Draghi o el compromiso alem¨¢n, coincidir¨¢ con una nueva reuni¨®n del Consejo del BCE. De ese consejo se espera alguna precisi¨®n sobre las acciones del Banco y el Fondo y, por qu¨¦ no, una declaraci¨®n de que dicha acci¨®n ser¨¢ r¨¢pida, puesto que, seg¨²n Jean-Claude Juncker, presidente del Eurogrupo, ya no hay tiempo para reflexionar. Si se cumpliera este escenario ¨®ptimo (demorado casi hasta el ¨²ltimo minuto) e Italia y Espa?a obtuvieran el compromiso de una acci¨®n veloz, empezar¨¢ a desatarse el nudo de un coste asfixiante de refinanciaci¨®n que atenaza a ambos pa¨ªses.
Ahora bien, una acci¨®n como la que se preconiza requiere un pulso pol¨ªtico y legal muy preciso para atar los cabos. Exige, por ejemplo, que la acci¨®n del Fondo est¨¦ respaldada ilimitadamente por el BCE; o aclaraciones complementarias sobre si tal acci¨®n modificar¨ªa el memor¨¢ndum del rescate bancario y, en caso afirmativo, cu¨¢les ser¨ªan los cambios requeridos. Pero sobre todo obliga a una aclaraci¨®n pol¨ªtica a los ciudadanos. Cualquier acci¨®n del Fondo de Rescate, en su modalidad actual o en la renovada, se producir¨¢ a petici¨®n del Gobierno interesado, en este caso Espa?a, si llega el caso; la petici¨®n implica una condicionalidad macroecon¨®mica estricta, m¨¢s amplia y general que la impuesta a cambio del rescate bancario; por tanto, una intervenci¨®n del Fondo para comprar deuda equivaldr¨ªa a una suerte de intervenci¨®n de la econom¨ªa espa?ola.
Intervenci¨®n matizada o blanda, si se quiere, puesto que el Tesoro espa?ol no queda retirado de los mercados, y Espa?a no quedar¨ªa en la misma situaci¨®n que Grecia, Irlanda o Portugal. Pero la pol¨ªtica econ¨®mica del pa¨ªs estar¨ªa teledirigida desde las autoridades econ¨®micas europeas y su grado de ejecuci¨®n, estrechamente vigilado. As¨ª deber¨ªa explicarse.
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