Contra las penas, Pallapupas
Esta entrada ha sido escrita por nuestro colaborador Manuel Bruscas(@Manuel_Bruscas)
¡°Ponte tu nariz que medio mundo anhela re¨ªr¡± (Saurom)
Esta ma?ana un torbellino de risas ha invadido el hospital de ni?os ¡°Sant Joan de D¨¦u¡± de Barcelona. La alegr¨ªa se ha desbocado y cada rinc¨®n huele a esperanza e ilusi¨®n. El dolor y la pena han declarado una tregua temporal ante la arrolladora llegada de un ej¨¦rcito de Pallapupas, los payasos de hospital. Todo empez¨® hace unas horas¡
En la sala de espera del hospital, 4 ni?os y 8 adultos aguardan con semblante serio una llamada para entrar en quir¨®fano. De repente irrumpen en la sala la enfermera Oxigena y el enfermero Paco Zetamol. Ambos llevan puesta una nariz roja. Tienen un problema: Paco Zetamol se ha olvidado sus zapatos y no puede caminar. La Enfermera Oxigena tiene la soluci¨®n: usar¨¢ su varita m¨¢gica y as¨ª conseguir¨¢ que Paco pueda moverse. Pero necesita que los ni?os le ayuden: ¡°Ni?os¡soplad encima de la varita¡±, grita Oxigena. Mientras Oxigena se va acercando a los ni?os, Zetamol, muy sigiloso, se pone detr¨¢s de ella, sin que ¨¦sta se d¨¦ cuenta, y comienza a dar saltos y a burlarse de ella. Y claro, padres, madres e hijos empiezan a desternillarse. Es como si la tristeza se hubiera congelado. R¨ªen todos, incluso Miquel, al que los m¨¦dicos acaban de subir en una camilla porque en unos minutos ha de someterse a una intervenci¨®n quir¨²rgica. Miquel va a entrar all¨ª con una sonrisa en los labios.
Y es que ¨¦sa es la misi¨®n de Pallapupas: luchar para que la risa inunde los hospitales, conseguir que la tristeza se congele. La fuerza de Pallapupas radica en un equipo humano que siente pasi¨®n por lo que hace. Desde el personal de oficina hasta los artistas que recorren los centros m¨¦dicos, todos tienen un coraz¨®n de payasos. ¡°Ayudamos a que las personas enfermas y sus familias puedan obtener una buena experiencia de su paso por un hospital y que la enfermedad sea una experiencia positiva en su crecimiento como personas. Destapamos los corazones de las personas para que den paso a cada una de las emociones que se tenga que vivir durante el proceso¡±, se?ala Angie Rosales, presidenta y fundadora de la organizaci¨®n.
Pallapupas lleva provocando carcajadas desde el a?o 2000. Ahora mismo, son tiempos dif¨ªciles para ellos, porque los temidos recortes est¨¢n golpeando duro y les cuesta encontrar los fondos necesarios para propagar la alegr¨ªa. Pero ?c¨®mo no van a conseguir salir adelante estos soldados de la risa? Si quieres saber m¨¢s de ellos y ayudarles visita su www.pallapupas.org/es/.
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