La dif¨ªcil normalidad de la familia Urdangarin-Borb¨®n
La infanta Cristina acompa?a a sus hijos menores a clase y tratan de evitar a los fot¨®grafos
La infanta Cristina, I?aki Urdangarin y sus cuatro hijos est¨¢n ya comprobando las dificultades que deben abordar en su regreso a Barcelona. La atenci¨®n que levantan todos sus movimientos es grande. All¨ª donde van, lo hacen acompa?ados de una decena de fot¨®grafos dispuestos a inmortalizar todos sus gestos. Tras d¨ªas de idas y venidas de los duques de Palma de Mallorca desde su casa de Pedralbes a distintos puntos de la ciudad para organizar su nueva vida, ha llegado el momento de poner los pies en tierra con el inicio del curso escolar. La infanta Cristina ha sido la encargada de acompa?ar a sus hijos en sus primeros d¨ªas de clase. El mi¨¦rcoles acudieron en coche, pero hoy lo han hecho andando con el resto de los padres y alumnos y han accedido por una puerta secundaria debido al gran revuelo que se levanta con su presencia en el centro.
Algunos fot¨®grafos se han quejado de las dificultades que est¨¢n poniendo los miembros de seguridad de la Casa del Rey para obtener im¨¢genes, mientras que portavoces del palacio de La Zarzuela recuerdan que no se puede fotografiar a los ni?os que son menores salvo que vayan acompa?ados de sus padres.
Los duques de Palma van a dejar en breve su palacete en la lujosa zona de Pedralbes. La infanta Cristina e I?aki Urdangarin est¨¢n estos d¨ªas de traslado: traen cajas de Washington a la que ha sido hasta ahora su casa y preparan otros paquetes para mudarse a su nuevo hogar. La pareja ha decidido abandonar Pedralbes por razones econ¨®micas, pero, m¨¢s a¨²n, por una cuesti¨®n de imagen.
La mansi¨®n de seis millones de euros se ha convertido en uno de los emblemas del proceso judicial en el que est¨¢ inmerso Urdangarin. El palacete representa para muchos la prueba del nivel elevado de vida del que disfrutaba el yerno del Rey. A partir de ahora los Urdangarin-Borb¨®n se instalar¨¢n en una vivienda unifamiliar en un barrio situado a las afueras de Barcelona. No ser¨¢ un piso por razones de seguridad, pero se trata de un chal¨¦ mucho m¨¢s modesto que el de Pedralbes. El traslado es inminente. Los duques ya arrendaron su palacete en 2010 por 13.000 euros al mes.
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