Me robaron a mi hija

Me llamo Eduardo Raya y estoy convencido de que el 6 de junio de 1990, en el hospital Cl¨ªnico de Granada, me robaron a mi hija. El embarazo de mi mujer hab¨ªa transcurrido con normalidad pero el beb¨¦ que nos ense?aron ten¨ªa, seg¨²n nos dijeron los m¨¦dicos, el h¨ªgado muy distendido. El 9 de junio nos comunicaron que hab¨ªa muerto y nos pidieron con insistencia que don¨¢ramos su cuerpo a la ciencia. Nos negamos y entonces nos pidieron permiso para realizar una biopsia al h¨ªgado y enviarla a los mejores especialistas del mundo. Accedimos. En septiembre de 2008, aprovechamos que ¨ªbamos a trasladar los restos de la ni?a a otra sepultura para hacerle unas pruebas de ADN. Dos laboratorios dijeron que aquella no era nuestra hija. Lo denunciamos en la fiscal¨ªa. El Instituto Nacional de Toxicolog¨ªa dijo que no hab¨ªa posibilidad de identificar aquellos restos gen¨¦ticamente, y despu¨¦s asegur¨® que los restos de un h¨ªgado conservados en el hospital correspond¨ªan a mi hija. No me lo creo. Pido a la Justicia y al ministro Gallard¨®n que no den carpetazo a la investigaci¨®n sobre delitos tan graves por temor a la posible responsabilidad patrimonial.¡ª Eduardo Raya. Padre robado en democracia.