Espa?a, el Holocausto y la memoria perdida
La propaganda de Franco hizo creer, con cierto ¨¦xito, que su r¨¦gimen contribuy¨® a la salvaci¨®n de miles de jud¨ªos. En realidad fich¨® a 6.000 sefard¨ªes por iniciativa falangista
Los aniversarios son como mojones que sirven de referentes para la memoria y la reflexi¨®n. Deben ser tambi¨¦n ocasi¨®n para salir al paso de distorsiones u ocultamientos de acontecimientos del pasado. Hace ahora 70 a?os Europa se desangraba en una feroz guerra, a la vez que viv¨ªa el horror, hasta entonces impensable, de la puesta en marcha de la decisi¨®n nazi de exterminar masivamente a los jud¨ªos, mediante una minuciosa organizaci¨®n industrial. Estamos en el 70? aniversario de graves acontecimientos a los que Espa?a no fue tan ajena como algunos han venido pretendiendo.
A finales de agosto de 1942 se iniciaba la batalla de Stalingrado que se prolongar¨ªa hasta finales de enero de 1943 en que el general Von Paulus se rindi¨® ante el Ej¨¦rcito Rojo. Esta derrota de los alemanes en la batalla en la que se luch¨® con una ferocidad sin precedentes en la historia de las guerras, marcar¨ªa el comienzo del declive b¨¦lico de la Alemania hitleriana. Mientras la Wehrmacht y el Ej¨¦rcito Rojo se disputaban la ciudad luchando encarnizadamente calle a calle, casa a casa, durante cinco meses decisivos, un contingente militar espa?ol, la c¨¦lebre Divisi¨®n Azul, integrada en el Ej¨¦rcito alem¨¢n, vistiendo su uniforme y entrenada por oficiales alemanes, combat¨ªa a los rusos desde octubre de 1941 cerca de Novgorod.
Otro acontecimiento, de especial gravedad, que comenz¨® a desarrollarse en 1942, es merecedor de ser recordado. Me refiero a la conocida como ¡°soluci¨®n final¡±, la decisi¨®n nazi de exterminar f¨ªsicamente a los jud¨ªos de Europa en campos industrialmente dise?ados para realizarlo de manera masiva. Esa criminal decisi¨®n fue adoptada, como es bien sabido, en la reuni¨®n secreta de 14 oficiales de las SS, que tuvo lugar el 20 de enero de 1942 en el palacio de Wansee, a las afueras de Berl¨ªn.
A esa estrategia asesina planificada e impulsada por los nazis se sumaron dirigentes pol¨ªticos de otros pa¨ªses europeos. El pasado 22 de julio, la Rep¨²blica Francesa conmemoraba lo ocurrido hace 70 a?os en el Vel d¡¯Hiv (vel¨®dromo de invierno) de Par¨ªs los d¨ªas 16 y 17 de julio de 1942. La polic¨ªa francesa, siguiendo las ¨®rdenes de las autoridades de Vichy, se sumaba activamente a la pol¨ªtica nazi de exterminio de los jud¨ªos. Hizo una redada masiva en la que detuvieron a 13.152 personas, incluidos miles de mujeres y ni?os, que fueron encerrados en esa instalaci¨®n deportiva y seguidamente trasladados en trenes a campos de exterminio, principalmente a Auschwitz (Polonia) donde la mayor¨ªa fueron asesinados en las c¨¢maras de gas. En toda esa operaci¨®n no intervinieron los nazis. Fue planificada y ejecutada por la polic¨ªa y la gendarmer¨ªa francesas.
Francia y B¨¦lgica han pedido disculpas por su antigua colaboraci¨®n en las deportaciones
El discurso de Fran?ois Hollande sobre ¡°la verdad de lo ocurrido¡± ha seguido la misma l¨ªnea del que pronunci¨® Jacques Chirac en el mismo lugar el 16 de julio de 1995, con el que por primera vez reconoci¨® oficialmente que ¡°Francia hab¨ªa cometido lo irreparable¡±. Hollande reafirm¨® en su discurso, frente a los que siguen sosteniendo que ese crimen no se puede atribuir a Francia, la necesidad de luchar sin descanso contra toda forma de falsificaci¨®n de la Historia y expres¨® la necesidad de que la Shoah se ense?e en todos los centros escolares.
B¨¦lgica tambi¨¦n ha pedido perd¨®n oficialmente, por primera vez, por su complicidad en las deportaciones de jud¨ªos. A finales del pasado mes de agosto, en un acto celebrado en el Ayuntamiento de Bruselas, el alcalde, Freddy Thielemans, pidi¨® disculpas por la creaci¨®n en 1940 de un censo que permiti¨® fichar a m¨¢s de 5.600 jud¨ªos y sirvi¨® de gran ayuda a las autoridades alemanas para identificarlos y enviarlos desde Malinas a Auschwitz.
Espa?a no lleg¨® a incurrir en aquellos sombr¨ªos a?os cuarenta en un comportamiento criminal que pueda asemejarse a la redada del Vel d¡¯Hiv de Par¨ªs. Pero hizo preparativos que hubieran podido conducir a resultados parecidos a los de B¨¦lgica. El r¨¦gimen de Franco elabor¨® tambi¨¦n un archivo encaminado a colaborar en el Holocausto. El 13 de mayo de 1941, todos los gobernadores civiles espa?oles recibieron una circular remitida por la Direcci¨®n General de Seguridad, en la que les ordenaban que enviaran a la central informes individuales de ¡°los israelitas nacionales y extranjeros afincados en esa provincia¡±. La circular estaba firmada por Jos¨¦ Finat Escriv¨¢ de Roman¨ª, conde de Mayalde, quien poco despu¨¦s ser¨ªa enviado a Berl¨ªn como embajador de Espa?a (y posteriormente llegar¨ªa a ser nombrado por Franco alcalde de Madrid). All¨ª entreg¨® a Himmler su lista de 6.000 jud¨ªos espa?oles fichados.
El objetivo de aquella pesquisa policial no era controlar a los jud¨ªos que pasaban por Espa?a hacia Portugal para all¨ª embarcarse hacia Am¨¦rica huyendo de la persecuci¨®n nazi, sino a los jud¨ªos espa?oles de origen sefard¨ª. ¡°Las personas objeto de la medida que le recomiendo¡±, dec¨ªa la circular, ¡°han de ser principalmente aquellas de origen espa?ol designadas con el nombre de sefard¨ªes, puesto que por su adaptaci¨®n al ambiente y similitud con nuestro temperamento poseen mayores garant¨ªas de ocultar su origen y hasta pasar desapercibidos sin posibilidad alguna de coartar el alcance de f¨¢ciles manejos perturbadores¡±.
Los cr¨ªmenes de Hitler? no hubieran sido posibles sin el silencio forzado en otros pa¨ªses
En la reuni¨®n secreta que tuvo lugar en el palacio de Wansee, a las afueras de Berl¨ªn, en enero de 1942, que he citado m¨¢s arriba, se hizo referencia a los 6.000 jud¨ªos espa?oles censados por el Gobierno espa?ol, archivo entregado a las autoridades alemanas.
Elaborado ese censo de jud¨ªos espa?oles en fechas en que se debat¨ªa la inminente participaci¨®n oficial de Espa?a en la Guerra Mundial junto a la Alemania nazi, esta opci¨®n, impulsada por los falangistas, se vio truncada por las complejas circunstancias conocidas, y la iniciada colaboraci¨®n espa?ola con lo que llegar¨ªa a conocerse como Holocausto result¨® fallida.
Pasado el tiempo, ese censo de los jud¨ªos espa?oles, como toda la documentaci¨®n comprometedora para el r¨¦gimen franquista sobre la persecuci¨®n antisemita de los a?os cuarenta, fue ocultada y sistem¨¢ticamente destruida. Al terminar la II Guerra Mundial, la propaganda franquista intent¨®, con cierto ¨¦xito, hacer creer que la Espa?a de Franco hab¨ªa contribuido a la salvaci¨®n de miles de jud¨ªos perseguidos por los nazis. Ha sido la paciente labor investigadora del periodista Jacobo Israel Garz¨®n, la que ha conseguido aflorar el ¨²nico rastro documental conocido sobre el asunto, casualmente conservado en el Archivo Hist¨®rico Nacional, y proveniente del Gobierno Civil de Zaragoza. Lo public¨® en la revista Ra¨ªces. El periodista Jorge Mart¨ªnez Reverte prosigui¨® la indagaci¨®n y describi¨® la frustrada colaboraci¨®n del Gobierno de Franco con el Holocausto en un reportaje publicado en EL PA?S el 20 de junio de 2010, bajo el t¨ªtulo La lista de Franco para el Holocausto.
A esta diligente colaboraci¨®n del r¨¦gimen de Franco encaminada a prop¨®sitos criminales, hay que a?adir la pasividad, los silencios y las ocultaciones a la opini¨®n p¨²blica espa?ola, por parte de las autoridades franquistas, del desarrollo del Holocausto a lo largo de 1942, 1943, 1944 y 1945. Franco tuvo noticia del Holocausto, desde luego a partir de la declaraci¨®n oficial de los Gobiernos de los Estados Unidos, Gran Breta?a y otros 10 pa¨ªses aliados, del 17 de diciembre de 1942, condenando p¨²blicamente la pol¨ªtica nazi de exterminio. La prensa espa?ola, sometida a estricta censura, no dijo ni media palabra sobre el asunto. Y en agosto de 1944 el diplom¨¢tico espa?ol ?ngel Sanz Briz, destinado como embajador en Budapest, envi¨® un informe a las autoridades espa?olas dando cuenta del exterminio de jud¨ªos en Auschwitz. No consta que recibiera respuesta.
Con raz¨®n se ha dicho que los cr¨ªmenes masivos de los nazis no hubieran sido posibles sin la complicidad y los clamorosos silencios y ocultamientos de ciertas autoridades militares, civiles y eclesi¨¢sticas de los dem¨¢s pa¨ªses europeos.
F¨¦lix Santos, escritor y periodista, es autor de Espa?oles en la Alemania nazi, publicado por la editorial Endymion.
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