Sobran ¨®rdagos
Mas no debe abocar a Catalu?a a situaciones irreparables en su pulso con el Gobierno central
La reuni¨®n entre Rajoy y Mas termin¨® con los dos protagonistas en sus posiciones iniciales, lo cual es un fracaso para el entendimiento y el di¨¢logo, pero no justifica una ruptura. Rajoy comunic¨® a su interlocutor que no tiene m¨¢rgenes para abrir una negociaci¨®n sobre el pacto fiscal reivindicado por la mayor¨ªa del Parlamento catal¨¢n (y es cierto que en ese punto en concreto no lo tiene), y Artur Mas se vuelve ahora hacia las fuerzas pol¨ªticas de su comunidad para obligarles a definirse ¡ªde ah¨ª su insistencia en el debate de la C¨¢mara catalana la semana pr¨®xima¡ª antes de anunciar nuevas decisiones.
El presidente de la Generalitat carece de mayor¨ªa absoluta y hasta ahora se ha apoyado en el PP para sacar adelante sus presupuestos. La tentaci¨®n de anticipar las elecciones y convertirlas casi en un plebiscito es fuerte, porque le dar¨ªa la oportunidad de obtener una victoria m¨¢s amplia que en 2010 sobre la base de la falta de respuesta del Gobierno y de otras fuerzas pol¨ªticas estatales. La Generalitat es el ¨²nico Ejecutivo en Europa, estatal o regional, que sortea el desgaste por la crisis econ¨®mica, pero lo hace a costa de una crisis pol¨ªtica e institucional que toma perfiles cada vez m¨¢s inquietantes.
Electoralismo al margen, cabe preguntarse qu¨¦ pueden resolver unas nuevas elecciones a los ciudadanos de la m¨¢s endeudada de las comunidades aut¨®nomas (casi 44.000 millones de euros, el 22% de su PIB), que previsiblemente seguir¨ªa en similares condiciones despu¨¦s de esos comicios. El jefe del Gobierno ofreci¨® a Mas adelantar la revisi¨®n del sistema de financiaci¨®n auton¨®mico, pero el presidente de la Generalitat despreci¨® ese camino y pareci¨® optar por una v¨ªa que puede desembocar en un enfrentamiento irresponsable. Es incierto lo que unas elecciones anticipadas ¡ªen las que se traslada a los ciudadanos problemas que deben resolver sus dirigentes¡ª podr¨ªan aclarar en el terreno pol¨ªtico: Mas reiter¨® que Catalu?a se siente ¡°una naci¨®n¡±, que ya no puede conformarse con las soluciones de los ¨²ltimos 30 a?os, y neg¨® que pretenda una ruptura, aunque todo su discurso sonaba a ello.
Pero todav¨ªa no se ha roto nada y hay que insistir en que los pol¨ªticos responsables no deben dar pasos irreparables. Espa?a necesita un debate federal sin complejos y para ello se deber¨ªa reformar la Constituci¨®n si hiciera falta. No est¨¢ nada claro que haya voluntad pol¨ªtica en el conjunto de Espa?a para intentarlo: dirigentes del Partido Popular coquetean con el revisionismo del sistema auton¨®mico para recentralizarlo, y el Partido Socialista se mantiene ausente. Ayer result¨® llamativo el silencio de la direcci¨®n del PSOE, mientras otras fuerzas pol¨ªticas ¡ªel propio Artur Mas¡ª informaban sobre lo que los partidos estatales creen o piensan. En vez de preparar las armas para una guerra pol¨ªtica y econ¨®mica, que perjudicar¨ªa a todos, los partidos de ¨¢mbito estatal y los de Catalu?a tienen que seguir hablando. Sobran ¨®rdagos y falta claridad.
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