Las reivindicaciones de las Pussy Riot se cuelan en el cat¨¢logo de Ikea
Censurada una referencia al grupo punk en la web rusa de la marca sueca "Pod¨ªan haber ganado mucho dinero pero tienen miedo", dicen algunas de las cantantes
Las Pussy Riot, el grupo ruso de punk feminista, se han colado en el cat¨¢logo por Internet de la marca sueca Ikea. Las artistas que realizan performances de provocaci¨®n pol¨ªtica sobre temas diversos como la situaci¨®n de las mujeres en Rusia y denuncian la pol¨ªtica del primer ministro Vladimir Putin son las protagonistas involuntarias de la campa?a de invierno. Un visitante de este portal colg¨® una imagen de cuatro j¨®venes con pasamonta?as que imitaban el look de las Pussy Riot. La fotograf¨ªa fue enviada por una persona apellidada Starovoitova desde Ekaterimburgo.
Fue colocada en la secci¨®n que dedica la marca a los clientes, y donde los visitantes tienen la posibilidad de votar por su imagen favorita. Hasta el momento de ser retirada hab¨ªa recibido 1.431 apoyos, y era la m¨¢s votada de todas las publicadas en la web en la ¨²ltima semana. Al ver el revuelo organizado por la fotograf¨ªa, la famosa firma de mobiliario decidi¨® retirarla. ¡°Ikea es una organizaci¨®n comercial que lleva a cabo su actividad fuera de la pol¨ªtica y la religi¨®n¡±, dec¨ªa un aviso colgado en el portal confirmando la retirada y aclarando que ellos est¨¢n al margen de estas reivindicaciones.
El grupo no se ha quedado al margen de esta pol¨¦mica. Algunas de las integrantes declararon ayer en Mosc¨² a EL PA?S. ¡°Nuestro fen¨®meno supera la marca¡± y a?adieron: ¡° Ikea pod¨ªa haber ganado mucho con esta imagen pero no lo ha hecho por miedo. Las ideas y las convincciones de las Pussy Riot son m¨¢s amplias y profundas que la de esta marca¡±.
Tres de las integrantes de la banda est¨¢n en la c¨¢rcel desde el pasado 17 agosto. Fueron condenadas por protagonizar en marzo de 2012 un concierto improvisado y sin autorizaci¨®n en la Catedral de Cristo Salvador de Mosc¨². Se las acus¨® de vandalismo. Su juicio se inici¨® a finales de julio, y fueron sentenciadas a dos a?os de prisi¨®n. Las mujeres han atra¨ªdo una considerable simpat¨ªa, tanto en Rusia como en el exterior, debido a sus denuncias.
La dureza con la que una jueza de Mosc¨² castig¨® a tres miembros del grupo muestra que la corriente de intolerancia y nacionalismo est¨¢ en alza en Rusia. Para los sectores liberales que se han solidarizado con Mar¨ªa Ali¨®jina, Yekaterina Samuts¨¦vich y Nadia Tolok¨®nnikova, la sentencia de prisi¨®n por ¡°gamberrismo¡± impuesta a todas ellas revela una alianza entre las autoridades pol¨ªticas y los sectores conservadores que se aglutinan en torno a la Iglesia Ortodoxa. Rusia es formalmente un Estado laico, pero la Ortodoxia se ve a s¨ª misma -y es vista tambi¨¦n desde el Kremlin- como uno de los pilares que sustentan la integridad nacional.
El d¨ªa del juicio, activistas de la oposici¨®n e intelectuales acudieron a expresar su protesta. Algunos, como el abogado y bloguero Alex¨¦i Navalni, consiguieron asistir al proceso. Otros, como el excampe¨®n mundial de ajedrez, Gari Kasp¨¢rov, o el l¨ªder del Frente de Izquierdas, Sergu¨¦i Udaltsov, fueron llevados en volandas por la polic¨ªa en direcci¨®n a dos autobuses especialmente dispuestos para confinar a los que m¨¢s protestaban.
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