La eterna rivalidad entre Mohamed VI y el pr¨ªncipe rojo
Moulay Hicham, primo del rey de Marruecos, es la imagen m¨¢s progresista de su pa¨ªs Su sensibilidad social contrasta con la anacr¨®nica veneraci¨®n que reclama el soberano
Vestido con una t¨²nica dorada, rodeado de su guardia y bajo una enorme sombrilla, Mohamed VI, de 49 a?os, avanz¨® en el patio del palacio real de Rabat, cabalgando un caballo negro entre el millar de ministros, parlamentarios, militares, altos cargos, directores de empresas p¨²blicas, etc¨¦tera llegados de todo Marruecos.
Todos, por turnos, se prosternaron ante el Comendador de los Creyentes [jefe espiritual de los musulmanes] reiter¨¢ndoles con esa inclinaci¨®n de sus cuerpos su lealtad al trono. Es la ceremonia de la beyaa, el juramente de fidelidad que se repite cada a?o pero que nunca ha suscitado tantas cr¨ªticas como en su m¨¢s reciente celebraci¨®n, el 21 de agosto.
El pr¨ªncipe Moulay Hicham, de 48 a?os, tercero en la l¨ªnea de sucesi¨®n, salud¨®, el 17 de septiembre, a los polic¨ªas a la entrada del tribunal de Ain Sebaa (Casablanca). Era la primera vez que un miembro de la familia real comparec¨ªa en una audiencia. Su prop¨®sito: resarcirse de las calumnias proferidas por un diputado socialista que le acus¨® de evasi¨®n de capitales.
Se sent¨® en la sala junto a su abogado, Abderrahim Berrada, de 71 a?os. Hist¨®rico defensor de presos pol¨ªticos de izquierda, Berrada se declara republicano. Aun as¨ª el pr¨ªncipe le eligi¨® para representarle. A la salida de la audiencia ambos embistieron los micr¨®fonos. Lograron un gran eco medi¨¢tico. El juicio se reanudar¨¢ el 1 de octubre. Como otros muchos columnistas de la prensa independiente, Ismael Alaoui se ha deshecho en elogios de la actuaci¨®n del primo del rey.
En menos de un mes los marroqu¨ªes pudieron as¨ª comparar las dos caras de su monarqu¨ªa. Por un lado el ceremonial medieval de palacio y por otro el rostro m¨¢s moderno de un pr¨ªncipe rojo, como se le suele apodar por su sensibilidad ante las tragedias humanas.
Es un episodio m¨¢s de la sorda rivalidad entre dos primos hermanos que, aunque coinciden en las fiestas familiares no se hablan desde que Mohamed VI fue entronizado hace 13 a?os. Moulay Hicham se exili¨® incluso un tiempo en EE UU donde patrocina centros universitarios de investigaci¨®n.
Ahora el pr¨ªncipe ha demandado a Abdelhadi Khairate, director del diario socialista Al Ittihad al Ichtiraki, pero podr¨ªa haber arremetido contra ¨¦l con m¨¦todos m¨¢s expeditivos. Es lo que hizo su hermano peque?o, Moulay Ismael. Recurri¨® primero al Ministerio del Interior para que cerrase, en 2009, el diario Akhbar al Youm de Casablanca porque os¨® publicar su caricatura con motivo de su boda. Solo m¨¢s tarde le llev¨® a los tribunales.
Moulay Hicham puso, en cambio, una demanda por calumnias contra Khairate que en un mitin, en agosto en Beni Mellal afirm¨®: ¡°Dec¨ªa de s¨ª mismo que era un pr¨ªncipe rojo y en ese mismo momento evad¨ªa millones [de euros] al extranjero¡±. Unos cuatro seg¨²n sus c¨¢lculos.
El pr¨ªncipe reclama ahora que Khairate, que es tambi¨¦n diputado, le presente sus disculpas en p¨²blico, le indemnice con un d¨ªrham simb¨®lico (0,9 c¨¦ntimos de euro) y publique la sentencia condenatoria en cinco diarios empezando por el suyo. Khairate ha elegido para defenderle a Mohamed Tabih, un letrado que proclamaba hace a?os que los periodistas espa?oles en Marruecos eran esp¨ªas.
Cuando accedi¨® al trono, Mohamed VI tambi¨¦n quiso dar un barniz moderno a la instituci¨®n. Nombr¨®, por ejemplo, un portavoz de palacio, pero desapareci¨® sin ser sustituido y el rey reh¨²ye a la prensa. Su ¨²ltima entrevista la dio a EL PA?S hace m¨¢s de siete a?os.
El soberano se cas¨® en 2002 con la ingeniera de clase media Salma Bennani, que se convirti¨® en la princesa Lalla Salma, pero no llegar¨¢ a ser reina como lo es, por ejemplo, Rania de Jordania. Fue la primera esposa de un monarca alau¨ª presentada en p¨²blico, pero se la ve muy poco junto al rey.
Antes de llegar al Gobierno, Abdelil¨¢ Benkiran, el primer ministro islamista de Marruecos, calific¨® a la beyaa de ¡°rito vergonzoso¡± y de ¡°ceremonia del pasado¡±. La nueva Constituci¨®n marroqu¨ª, que entr¨® en vigor en julio de 2011, suprime el car¨¢cter sagrado de la figura del rey.
Cientos de marroqu¨ªes anunciaron tambi¨¦n en las redes sociales que convocar¨ªan una ¡°funci¨®n¡± similar, pero para ¡°jurar lealtad a la libertad y a la dignidad¡±. La polic¨ªa desbarat¨® sus planes en Rabat, no as¨ª en Par¨ªs, donde s¨ª tuvo lugar.
Por todas estas razones se especul¨® con que la prosternaci¨®n colectiva ante el soberano se suprimir¨ªa a partir de este a?o. Pero no ha sido as¨ª. ¡°De esta forma, Marruecos dio de nuevo la imagen de un pa¨ªs en contraposici¨®n con los tiempos que corren¡±, escribi¨® entonces Larbi, el m¨¢s c¨¦lebre de los blogueros marroqu¨ªes. ¡°Cuando las im¨¢genes de la postraci¨®n den la vuelta al mundo, muchos marroqu¨ªes lo vivir¨¢n como un momento de humillaci¨®n nacional¡±.
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