La ¨²ltima letra de los Zetas
La muerte de 'El Lazca' no supone el final de una forma m¨¢s violenta del narcotr¨¢fico
Heriberto Lazcano Lazcano, El Lazca, cay¨® el pasado domingo abatido a tiros en el Estado de Coahuila en una emboscada de la fuerzas de la Marina mexicana. El jefe de los Zetas, el segundo cartel de la droga en M¨¦xico, ha muerto as¨ª, a manos de militares, de los que tanto hab¨ªa aprendido. A principios de los 90, Lazcano hab¨ªa ingresado no ya en el Ej¨¦rcito ¡ªentonces bastante penetrado por el narco¡ª, sino en las fuerzas especiales que le ense?aron a combatir y a sobrevivir en todo tipo de entornos. Incluso particip¨® en el norte en un programa contra el narcotr¨¢fico.
Convertido en una m¨¢quina de matar, se sali¨® de las fuerzas armadas, y al frente de una treintena de otros exmilitares se integr¨® en el cartel del Golfo de Osiel C¨¢rdenas, el Mata Amigos, de quien tanto sadismo y violencia se debi¨® contaminar, y cuyo relevo tom¨® tras su detenci¨®n y la muerte de su lugarteniente.
El Lazca transform¨® el narcotr¨¢fico en mucho m¨¢s, en un nuevo modelo de negocio y de violencia, con su sistema de extorsi¨®n utilizando bandas locales a las que, naturalmente, proteg¨ªa. ?Frente a qui¨¦n? Pues, para empezar, frente a ¨¦l mismo y a sus Zetas con los que instaur¨® un r¨¦gimen de terror, exhibiendo a menudo lo que quedaba de sus v¨ªctimas. Tal es el miedo que infund¨ªan que mucha gente no se atreve a mencionar al cartel por su nombre, sino como ¡°el de la ¨²ltima letra¡±.
El fin de Lazcano ha sido un ¨¦xito tard¨ªo para el presidente saliente, Felipe Calder¨®n. Todos los que est¨¢n en la lucha contra el narcotr¨¢fico saben que golpes as¨ª se deben al tes¨®n, a la pericia, y tambi¨¦n, a la suerte. Cuatro veces estuvo a punto El Lazca de caer. Seguramente lo que aprendi¨® en el Ej¨¦rcito, le sirvi¨® para escapar. Solo cay¨® a la quinta.
Con Lazcano no es seguro que los Zetas hayan escrito su ¨²ltima letra. Aunque ya se apunta el nombre de su sucesor, los c¨¢rteles suelen mutar cuando cae un l¨ªder de tanta fuerza. De momento, han querido mandar un mensaje claro de que siguen. Y la forma de hacerlo ha sido robando de la funeraria local el cad¨¢ver del capo, algo que no es tan inhabitual. No se entiende como lo dejaron bajo la mera custodia de fuerzas locales. Pero claro, una cosa es jugarse la vida para atraparlo, y otra bien distinta para defender sus despojos
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.