El jard¨ªn en movimiento
FOTO: Gilles Cl¨¦ment
Un jard¨ªn en movimiento ense?a a ver vida donde solemos ver caos. Los hombres han viajado y con ellos las plantas. De esa mezcla que acerca continentes nacen nuevos paisajes que el hombre ordena. El orden, como la limpieza, tranquiliza. Tambi¨¦n en el jard¨ªn el desorden se percibe como una derrota, como una p¨¦rdida del poder del hombre. Sin embargo, el orden vegetal, como el biol¨®gico, no es cartesiano. ?C¨®mo entender que cuando la naturaleza reconquista un espacio no se produce un espacio degradado?
El jardinero, paisajista, y bot¨¢nico Gilles Cl¨¦ment trata de explicarlo en el libro El jard¨ªn en movimiento (Gustavo Gili, 2012). Y sabe bien de qu¨¦ habla. Adem¨¢s de dar clases en la Escuela Superior de Paisaje de Versalles desde hace tres d¨¦cadas, Cl¨¦ment ha firmado jardines como los del Mus¨¦e Quai de Branly, en Par¨ªs, o el Parque Matisse de Lille. Y considera que ¡°solo en los suelos bald¨ªos las especies se dedican a inventar¡±. As¨ª, anima a seguir el flujo natural de las plantas y a juzgar los jardines en movimiento no a partir de su forma sino a partir de su capacidad para ¡°reflejar el placer de existir¡±.
Considera Cl¨¦ment que la naturaleza evoluciona. Pero nunca resta. Su orden es din¨¢mico, no asociado a la limpieza. Por eso cuenta an¨¦cdotas como la de un jardinero que cortaba las rosas envejecidas y, de paso, las que estaban en su apogeo anticip¨¢ndose a su decrepitud para mantener obsesivamente limpio el jard¨ªn: un imposible, una p¨¦rdida. Por eso, este bot¨¢nico recuerda que, en la naturaleza, cuando una obra est¨¢ concluida, est¨¢ acabada. Y tambi¨¦n que la reconquista forma parte de la evoluci¨®n natural del jard¨ªn: ¡°un terreno privilegiado de cambios continuos¡±.
El paisajista asegura que cuanto m¨¢s pobre es el jard¨ªn, m¨¢s posibilidades hay de encontrar en ¨¦l especies excepcionales. Y por eso, sostiene, la erradicaci¨®n de una especie invasiva es siempre un fracaso. ?Se puede hacer un jard¨ªn por casualidad? Tienen que pasar 40 a?os para que un suelo cultivado se convierta en un bosque. Solo catorce para que crezca en un suelo bald¨ªo.
Cl¨¦ment marca la gran diferencia que existe entre segar un prado y cosecharlo. Y se muestra a favor de las manos y en contra de las m¨¢quinas en los peque?os jardines dom¨¦sticos: ¡°las m¨¢quinas son como aplastar moscas con martillos¡±.
La receta de Cl¨¦ment es ¡°hacer lo m¨¢ximo posible a favor y lo m¨ªnimo posible en contra¡± y su voluntad es la de volver a encontrar en la naturaleza una parte importante de nuestra existencia. La naturaleza en movimiento no es para ¨¦l ni desorden ni degradaci¨®n. Todo lo contrario. Es asombro, novedad y un espacio de libertad.
?
Comentarios
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.