Muchos se van, pero ¨¦l empieza: la enigm¨¢tica cuenta en X (Twitter) de Bob Dylan
El m¨²sico, de 83 a?os, comienza a tuitear justo cuando muchos abandonan la red social: dice que ha estado en un concierto de Nick Cave en Par¨ªs, recomienda restaurantes y env¨ªa mensajes privados: ¡°?Feliz cumplea?os, Mary Jo! Nos vemos en Frankfort¡±
P¨®nganse en situaci¨®n. Bob Dylan, 83 a?os, premio Nobel de Literatura y el cantautor en ingl¨¦s m¨¢s influyente de la m¨²sica popular. Agarra una tarde de aburrimiento su tel¨¦fono m¨®vil, presiona la aplicaci¨®n de X (antes Twitter) y escribe un mensaje. ?Se lo creen? Pues est¨¢ ocurriendo desde septiembre ante la estupefacci¨®n de miles de dylanitas que nunca hubieran pensado ver a su ¨ªdolo enzarzado en las redes sociales. Existen pocas dudas de que es el propio m¨²sico el que presiona las teclas y redacta unos mensajes entre enigm¨¢ticos y prescriptores. La decisi¨®n de emplear personalmente su cuenta se produce, adem¨¢s, cuando existe una corriente importante de rechazo a la empresa dirigida por Elon Musk, uno de los hombres fuertes del reelecto presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Mucha gente cierra sus cuentas de X (y algunos medios, como el ingl¨¦s The Guardian y el espa?ol La Vanguardia) y se marcha a otras plataformas, como Bluesky. Y en esto viene Dylan y comienza su actividad en la red social de Musk. Una muestra m¨¢s de las ganas de ir a contracorriente del compositor de Like A Rolling Stone.
Pero vayamos a lo importante, el contenido. Tanto los mensajes directos como los enigm¨¢ticos se prestan al debate. El ¨²ltimo de ellos, al cierre de este art¨ªculo, se produjo el pasado martes y pertenece al grupo de los de Bob recomienda: ¡°Hace poco vi a Nick Cave en el Accor Arena de Par¨ªs y me impact¨® mucho la canci¨®n Joy, donde canta: ¡®Todos hemos tenido demasiada tristeza, ahora es el momento de la alegr¨ªa¡¯. Pens¨¦ para mis adentros: s¨ª, eso es correcto¡±. ?De verdad que Dylan estuvo en un concierto de Nick Cave como p¨²blico y nadie se enter¨®? Ciertamente, no ser¨ªa la primera vez que el m¨²sico se disfraza para pasar desapercibido. La realidad es que Nick Cave estuvo en 17 de noviembre actuando en el Accor Arena de Par¨ªs, que interpret¨® la escalofriante Joy, que efectivamente canta esos versos en la canci¨®n y que Dylan ten¨ªa libre ese d¨ªa y andaba cerca de la capital francesa: finaliz¨® su gira europea el 14 de noviembre en Londres. El texto recibe 700 mensajes. Uno de ellos, se atreve a sugerir algo a Dylan: ¡°Bob, env¨ªa una pregunta a Red Hand Files [la secci¨®n donde Cave lleva a?os carte¨¢ndose con sus seguidores]¡±. Mucho humor por ese lado.
Saw Nick Cave in Paris recently at the Accor Arena and I was really struck by that song Joy where he sings ¡°We¡¯ve all had too much sorrow, now it the time for joy.¡± I was thinking to myself, yeah that¡¯s about right.
— Bob Dylan (@bobdylan) November 19, 2024
Otra recomendaci¨®n del cantautor, esta vez cin¨¦fila: ¡°Nick Newman hab¨ªa respondido a un tuit hace unas semanas en el que me preguntaba qu¨¦ pel¨ªculas recomendar¨ªa. Le dije que probara con Garras humanas, con Lon Chaney¡±. Quiz¨¢ Nick Newman sea el vi?etista ingl¨¦s. O es posible que se refiera a Nicholas Newman, el personaje de ficci¨®n de la telenovela estadounidense The Young and the Restless. Y sobre la pel¨ªcula se puede apuntar que es un filme mudo de terror, de 1927, dirigido por el maestro del g¨¦nero Tod Browning. Dylan se lo trabaja y en lugar de aconsejar las pel¨ªculas m¨¢s populares de Browning (Dr¨¢cula o Freaks) opta por una m¨¢s desconocida, Garras humanas, dicho sea de paso, uno de los filmes favoritos de Guillermo del Toro. Pero lo que parece interesar a Dylan es el actor estadounidense especializado en terror Lon Chaney, llamado ¡°el hombre de las mil caras¡± por su capacidad para transformarse con el maquillaje y la caracterizaci¨®n. Como el propio Dylan viendo a Cave en Par¨ªs.
Sigamos. En otro tuit Bob ejerce de prescriptor gastron¨®mico: ¡°La ¨²ltima vez que estuvimos en Nueva Orleans comimos en el restaurante Dooky Chase¡¯s, en la esquina de North Miro y Orleans. Si alguna vez vas all¨ª, te lo recomiendo much¨ªsimo¡±. Del cap¨ªtulo de mira lo que me ha pasado hoy¡ rescatamos este mensaje: ¡°En el hotel de Frankfurt [sic] hab¨ªa una convenci¨®n editorial y todas las habitaciones estaban ocupadas: hubo fiestas toda la noche. No sab¨ªa que hab¨ªa tantas editoriales en el mundo. Estaba tratando de encontrar a Crystal Lake Publishing para felicitarles por publicar El gran dios Pan, uno de mis libros favoritos. Pens¨¦ que podr¨ªan estar interesados en algunas de mis historias. Desafortunadamente, hab¨ªa demasiada gente y nunca los encontr¨¦¡±. Bien, aparte de constatar que Bob disfruta con el g¨¦nero del terror (El gran dios Pan, de Arthur Machen, es un libro esencial para Stephen King), un mensaje aqu¨ª para la editorial Crystal Lake Publishing: Dylan est¨¢ interesado en ofreceros sus historias, andad atentos.
Jes¨²s Ordov¨¢s, uno de los primeros periodistas espa?oles en editar un libro sobre el autor de Blowin¡¯ In The Wind (Bob Dylan, 1974), cuenta por tel¨¦fono: ¡°Parece que es el t¨ªpico sentido del humor de Dylan. A ¨¦l siempre le han gustado estas cosas¡±. Ordov¨¢s, que dej¨® X hace un mes (¡±por estar en manos de un tipejo como Musk¡±), opina: ¡°Dylan siempre ha sido muy c¨ªnico y contradictorio, quiz¨¢ por eso empieza ahora en X cuando nos vamos todos. Por ejemplo, se mete con los que ganan dinero y luego hay testimonios que dicen que a ¨¦l le gusta mucho el dinero y tiene fama de taca?o. Tambi¨¦n ha criticado mucho la publicidad y ¨¦l ha hecho mucha. Bueno, adem¨¢s de un genio musical, tambi¨¦n tiene esa otra cara¡±.
Todo empez¨® hace algo menos de dos meses, ya que hasta entonces la cuenta del m¨²sico se utilizaba solo con un prop¨®sito promocional, para anunciar lanzamientos de discos y giras. Pero el 26 de septiembre apareci¨® este texto: ¡°?Feliz cumplea?os, Mary Jo! Nos vemos en Frankfort¡±. ?Mary Jo? ?Qui¨¦n es esa mujer con la que se cita Dylan? ?Frankfort? ?Es que se ha confundido al teclear por la falta de costumbre y se refer¨ªa a la ciudad alemana de Frankfurt? Esperen: existen un Frankfort, la capital del estado de Kentucky, as¨ª que quiz¨¢ Bob no se l¨ªo con los dedos. Lo que no se sabe es la identidad de Mary Jo. Una usuaria apunta: ¡°Me llamo Mary Jo, pero hoy no es mi cumplea?os [y adjunta un s¨ªmbolo de tristeza]¡±. Ordov¨¢s no duda: ¡°Seguro que es una novia¡±.
Dylan suma 452.000 seguidores en su cuenta de X, poca cosa si lo comparamos con compa?eros de generaci¨®n (Mick Jagger exhibe 2,3 millones) y no digamos con estrellas actuales como Taylor Swift, con 94 millones. El autor de Mr. Tambourine Man es un absoluto adicto a los conciertos. Desde hace a?os no ha parado de recorrer el mundo tocando en cualquier lugar, desde pabellones a casinos. En 2023 realiz¨® una gira de una docena de conciertos en Espa?a. En aquello ocasi¨®n, adem¨¢s de prohibir el acceso de m¨®viles al recinto, no interpret¨® ninguno de sus temas cl¨¢sicos y bas¨® el repertorio en el material de su ¨²ltimo trabajo, el excelente Rough and Rowdy Ways (2020). Durante 2024 no ha parado de ofrecer recitales. En octubre pasado, por ejemplo, sum¨® 16 actuaciones. Cerr¨® su gira europea el 14 de noviembre en el londinense Royal Albert Hall, donde actu¨® tres noches. En esta ¨²ltima gira s¨ª que ha interpretado algunos de sus temas cl¨¢sicos, como All Along the Watchtower, It Ain¡¯t Me Babe o It¡¯s All Over Now, Baby Blue.
En diciembre se estrena una nueva pel¨ªcula centrada en su figura, A Complete Unknown, dirigida por James Mangold e interpretada por Timoth¨¦e Chalamet. De momento, Dylan no ha tuiteado sobre el filme¡
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.