La pol¨ªtica, tan fuerte como la Viagra
Con 82 a?os, el expresidente de Argentina Carlos Menem proclama que se siente en forma Amaga con volver a la primera l¨ªnea, reconvertido en aliado de Cristina Kirchner
Se ve que la pol¨ªtica es tan vigorizante, gratificante y, a la postre, adictiva como la Viagra, sobre todo para ciertos caudillos latinos. Y no estoy pensando en Hugo Ch¨¢vez, del que tanto se ha hablado este mes; estoy pensando en dos expresidentes de mayor edad y de perfil ideol¨®gico diferente, dos caimanes que estas ¨²ltimas semanas se las han apa?ado para abrirse un huequecito en la avalancha de noticias apocal¨ªpticas sobre la crisis.
Uno es Silvio Berlusconi, de 76 a?os, que ha hecho saber que no piensa presentarse a las elecciones italianas de la pr¨®xima primavera. Dejar¨¢ que Mario Monti sea el cabeza de cartel de la derecha, a la espera, a nadie le cabe la menor duda, de una oportunidad mejor (?tal vez cuando Merkel deje la canciller¨ªa alemana?). Entretanto, el sult¨¢n italiano parece haber encontrado comprador para Villa Certosa, ha vuelto a suscitar envidias pase¨¢ndose en Kenia con una esbelta morenaza y hace denodados esfuerzos para fichar a Pep Guardiola como entrenador del Milan. Seg¨²n La Gazzetta dello Sport, una de sus cartas es tentar a Cristina, la mujer de Pep, con la idea de que esa babilonia de la moda que es Mil¨¢n resultar¨ªa ideal para ella, profesional del textil.
El otro no me lo habr¨ªan adivinado si no fuera porque han visto antes la foto. S¨ª, Carlos Menem ha reaparecido en su tierra natal de La Rioja argentina para proclamar que est¨¢ en plena forma pol¨ªtica y que, si es menester, concurrir¨¢ a nuevos comicios (declar¨® que siempre ¡°estar¨¢ al servicio del pueblo argentino¡±, informa Clar¨ªn). La cosa tuvo lugar, por supuest¨ªsimo, en un acto conmemorativo de Per¨®n.
Lo de Menem suena casi a resurrecci¨®n. Y no es solo que el pol¨ªtico de las patillas m¨¢s espec?taculares de la pol¨ªtica internacional del siglo XX tenga ya 82 a?os de edad, es que tanto, y tan devastadoramente, ha llovido en lo que llevamos del XXI que los tiempos ¨Cuna d¨¦cada, entre 1989 y 1999¨C en que Menem ocup¨® la Casa Rosada suenan a la prehistoria. En aquel tiempo, hundido el imperio sovi¨¦tico, exultante el triunfal capitalismo, Menem iba de moderno porque desregulaba a tutipl¨¦n y privatizaba aerol¨ªneas y empresas ferroviarias, compa?¨ªas telef¨®nicas y canales de televisi¨®n, petroleras y autopistas. Era lo que se llevaba, el Consenso de Washington, y mucha gente hac¨ªa as¨ª mucho dinero. Legal o ilegalmente, ?qu¨¦ m¨¢s daba si los que iban a pagar la factura, en un anticipo de lo que terminar¨ªa ocurriendo a escala planetaria, ser¨ªan las clases medias v¨ªctimas del corralito de 2001-2002?
En un estupendo reportaje sobre un cajero de banco experto en manipular las cuentas para pagarse sus juergas nocturnas con mujeres j¨®venes y hermosas, Juan Manuel Robles escribi¨® en la revista Gatopardo en 2007: ¡°El libre mercado en Am¨¦rica Latina siempre viene en forma de ne¨®n¡±. Se refer¨ªa el periodista peruano a las luces de ne¨®n de los centros comerciales y los casinos, los McDonald¡¯s y los KFC, las discotecas y los karaokes, los concursos de belleza y los plat¨®s televisivos.
Por amor a Evita
?Qui¨¦n la quiere m¨¢s: Carlos Menem o Cristina Kirchner? En diciembre de 1999, una semana antes de dejar la Casa Rosada, ¨¦l inaugur¨® un monumento a la santa del peronismo en Buenos Aires. ?Qu¨¦ m¨¢s daba que el conjunto escultural a¨²n no estuviera acabado ¨Cfaltaban los angelotes¨C o que desplazara a otro lugar una estatua de Rub¨¦n Dar¨ªo? Lo importante para un Menem acusado de hacerle el juego a los ricos era probar su profundo amor por la adalid de los descamisados. El pasado julio, en el 60? aniversario de su muerte, Kirchner present¨® el nuevo billete de 100 pesos con la efigie de Eva Per¨®n. La presidenta argentina declar¨® que desde que los Kirchner gobiernan ¨Cprimero el fallecido N¨¦stor, luego ella¨C se ha cumplido ¡°la profec¨ªa de Evita: volver¨¦ y ser¨¦ millones¡±.
Pues s¨ª, y en un pa¨ªs como Argentina ¨Cde los latinoamericanos, quiz¨¢ el de mayor pipolizaci¨®n de la pol¨ªtica desde los tiempos de Per¨®n y Evita¨C, Menem se situ¨® en el centro de los proyectores. Dio muchas tardes de gloria a la prensa del coraz¨®n de Argentina y el resto del planeta con sus querellas con su primera esposa, Zulema, a la que lleg¨® a sacar de la Casa Rosada a punta de fusil; la muerte en accidente de helic¨®ptero de su hijo Carlitos (Zulema denunci¨® que hab¨ªa sido abatido por agentes del Gobierno), y su segundo matrimonio con la chilena Cecilia Bolocco, modelo, Miss Universo 1987 y conductora televisiva, cuatro d¨¦cadas m¨¢s joven que ¨¦l. Se ha dicho que su d¨¦cada en el poder fue como un gran dormitorio de puertas abiertas.
Antes de que Berlusconi se convirtiera en el ep¨ªtome universal del populista de derechas tan mujeriego como deslenguado, Menem ocup¨® ese lugar. Se jactaba de ser un campe¨®n del automovilismo deportivo, les dec¨ªa a los ni?os de C¨®rdoba que all¨ª se iba a instalar una base de vuelos estratosf¨¦ricos, anunciaba la construcci¨®n de una isla artificial en el r¨ªo de la Plata, condecoraba a Augusto Pinochet, quer¨ªa restablecer la pena de muerte¡ Tambi¨¦n fue detenido en 2001, ya fuera de la Casa Rosada, por una acusaci¨®n de tr¨¢fico de armas a Ecuador y Croacia de la que terminar¨ªa siendo absuelto. Y en 2005 ganar¨ªa un esca?o como senador por su provincia, que, por cierto, a¨²n ocupa. Lo hizo como irreductible opositor a su, en teor¨ªa, correligionario peronista N¨¦stor Kirchner.
En mayo de 2007, Jorge Fontevecchia, director del peri¨®dico argentino Perfil, le entrevist¨® durante dos horas. Menem ten¨ªa el pelo blanco (ya no usaba tinte, reconoci¨®) y se estaba divorciando de Cecilia Bolocco, que acababa de aparecer en top less junto a un playboy italiano, pero a Fontevecchia le transmiti¨® la impresi¨®n de ser tan vitalista como siempre.
¨C?Usted toma Viagra? ¨Cpregunt¨® el periodista.
¨CTodo el mundo toma Viagra ahora, hasta los m¨¢s j¨®venes ¨Crespondi¨® el expresidente.
¨C?Y le da resultado?
¨CMuy bien. Yo funciono muy bien.
Ahora la prensa del coraz¨®n argentina habla m¨¢s bien de su hija Zulemita Menem, que va a ser madre y que supuestamente estar¨ªa atravesando una crisis de pareja. Pero cuando ya casi no lo esperaba, tambi¨¦n la prensa pol¨ªtica ha tenido que volver a hablar del expresidente. Menem ha reaparecido en el Senado y tambi¨¦n, como ha quedado dicho, en su La Rioja natal, donde ha sugerido su deseo de regresar al primer plano pol¨ªtico, ahora como aliado de la presidenta viuda Cristina Kirchner. En fin, Olga Wornat, autora del libro Menem, su vida privada, lo defini¨® as¨ª una vez: ¡°Es un amoral, que no es lo mismo que un inmoral. Para Menem, el fin justifica los medios¡±. A eso los c¨ªnicos lo llaman ¡°un pol¨ªtico de raza¡±.
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