Jaimas y versos en espa?ol

"Un beso, solamente un beso, separa la boca de ?frica de los labios de Europa". Fotograf¨ªas de L.H.M.
Eso dice el poeta saharaui Limam Boisha en su libro Los versos de la madera. Un beso apenas. Y sin embargo la distancia es infinita. Mucho m¨¢s si miramos all¨¢, al lugar donde est¨¢ su pueblo, hacia los campamentos de refugiados de Tindouf, en Argelia, la esquina del mundo adonde fueron exiliados sin remedio, hasta ahora que se sepa o se intuya o se suponga. Limam tiene s¨®lo dos obras publicadas en solitario. Ese y Ritos de Jaima, que acaba de presentar. Otras en antolog¨ªas, junto a otros que conforman la Generaci¨®n de la Amistad saharaui. Dos obras. Suficientes para hablar de lluvia deseada, de saludos, de ceremonias del t¨¦, de arena incansable, de camellos y tiendas y cielos estrellado y beduinos (y verlos y sentirlos a trav¨¦s de sus palabras).
Beduinos espa?oles. Los hubo, y los hay pero est¨¢n olvidados en mitad de un desierto esteril, la Hamada argelina, desde hace casi cuatro d¨¦cadas ya. De todos los olvidos contempor¨¢neos (qu¨¦ paradoja) hay dos bien dolorosos, el de los refugiados en Tinduf y el de Cachemira (engullida entre India y Paquist¨¢n), donde la gente de la calle se desangra hoy por estos, m¨¢?ana por aquellos (siempre m¨¢s por unos, el Ej¨¦rcito indio, que por otros).
"Existir¨ªa la Hamada si no nos hubieran intentado enterrar en ella? / ?Existir¨ªa si no nos hubieran dicho que exist¨ªa? / ?Existir¨ªa para otros antes de sabernos parte de su geograf¨ªa? / ?Y para los que lo ignorar? / ?Existir¨ªa el S¨¢hara sin la envidia de la memoria del viento, sin las se?ales del fuego, la libertad de los pastos, la sombra de las acacias? / Sin el muro que separa nuestra carne, sin los hilos que siembran la muerte, sangre nuestra, ?existiriamos?" (Di que no me lo has contado).
"A veces los deseos / son inmensos / como los latidos / de este espectro vac¨ªo". (del poema C¨®mo atraer a la lluvia)
Para hablar de poetas que hablan espa?ol en el S¨¢hara, la ¨²nica literatura en castellano en el continente (junto a la de Guinea Ecuatorial) nos reunimos con Limam en una esquina del pabell¨®n 5 de la Feria de Frankfurt, que celebr¨® hace una semana. Un di¨¢logo en p¨²blico organizado por el Instituto Cervantes en la ciudad y el Weltempfang, Centre for Politics, Literature and Translation. Hablamos de desiertos, de refugiados, de pol¨ªtica y de versos con Limam Boisha. ?l es un saharaui escueto, un poeta que opina que la poes¨ªa es como los granos de arena, que en todos sitios se encuentran "porque en todos sitios se cuelan". Y ¨¦l debi¨® trag¨¢rse muchos porque "la esencia del S¨¢hara" la va soltando ahora en palabras, est¨¢ impregnada en cada una de sus actividades y actos.
Como tantos cubarauis, a los diez a?os Boisha abandon¨® los campamentos pera irse a estudiar a la Isla Juventud, en Cuba, con los programas de becas abundaantes que exist¨ªan en los a?os ochenta. "En primaria est¨¢bamos juntos por nacionalidades, luego nos mezclaban. Ten¨ªamos todo pagado, todo".
El pr¨®logo de Ritos de Jaima (ediciones Bubisher) lo escribe Javier Reverte, quien dice: "La t¨¦cnica de Limam es muy sencilla en apariencia, y como todo lo sencillo en apariencia, extremadamente dif¨ªcil de conseguir. A partir de una referencia cultural del pueblo saharaui, acu?a un verso. Y a rengl¨®n seguido explica qu¨¦ significa esa referencia. ?Antropolog¨ªa cantada, poemario antropol¨®gico? Poes¨ªa en todo caso. Y claro est¨¢, una lucha incansable y te?ida de lirismo por recuperar la memoria de un pueblo al que se quiere condenar al olvido y al desarraigo... A veces, la dulzura de la l¨ªrica ese un arma mucho m¨¢s poderosa que la ferocidad de los ca?ones". Poes¨ªa a cuerpo desnudo, dice ¨¦l, esa es la batalla de Boisha.
Diez a?os mas tarde regres¨® a la Hamada argelina, a esa esquina perdida de un mundo perdido donde el horizonte nada tiene de voluptuoso o caribe?o, donde el mar no se huele y se ve s¨®lo en espejismos, en cuyo cielo "Dios s¨®lo sembr¨® estrellas y deseos...". Un mundo donde la espera ha dejado una estela de humanos desesperanzados y desechos de la solidaridad internacional en cada esquina. Ya lo contamos en S¨¢hara, desierto y (des)esperanza. No s¨®lo la tierra es inerte en Tindouf, tambi¨¦n lo es la ilusi¨®n de marchar de all¨ª un d¨ªa. Un total de 36 a?os llevan unas 165.000 personas esperando en vano que una decisi¨®n internacional les deje celebrar referendum, les de la raz¨®n, les restituya la tierra que un d¨ªa tuvieron. Ya lo contamos tambi¨¦n aqu¨ª en el post El ventanuco en Tindouf.
Limam Boisha lo escribe en su primer libro publicado en 2004, 'Los versos de la madera'. Dice as¨ª....
"Tanta arena insaciable / es una estaci¨®n perpetua" (tanta arena)
Por su belleza, incluyo aqu¨ª
Me pregunta un viajero qu¨¦ significa galb. Digo yo, por ejemplo, que Miyek es un lunar en el vientre de esta tierra.
Que Ziza, por ejemplo, es pecho en lengua bereber, y que el ala de una duna puede tocar el mar del cielo.
Digo yo, por ejemplo, que en los altos picos de prism¨¢ticos amaneceres -frotando su piel- hay mucha vida dormida.
Que en la piedra pasajera hay platillos estacionados, islas que emergen desde el oce¨¢no de la nada.
Un galb puede ser por ejemplo, el nombre de una muchacha esculpida entre las pesta?as de una cueva.
Como Tiris es es el ombligo del Sahra, galb es un coraz¨®n, coraz¨®n de piedra...
(*) Por un problema del programador, este texto se public¨® sin enlaces y sin edici¨®n final. Lo lamentamos.
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