El ejemplo argentino
Ahora que todo el mundo piensa s¨®lo en la crisis, algunos olvidar¨¢n o pasar¨¢n por alto el hecho de que en otros pa¨ªses la historia o, mejor dicho, la justicia sigue su curso y se condena a dictadores. Me refiero a los casos de Videla y Bignone en Argentina. El dictador espa?ol muri¨® en su cama y aqu¨ª nadie ha pagado por lo que hizo. Ni una simb¨®lica condena en el Parlamento. Es para sentir verg¨¹enza profunda de Espa?a. Las abuelas de la Plaza de Mayo, por fin, vencen. Bien por Argentina y su justicia. Espa?a, en este caso se lleva un cero.
Rosa Montero escrib¨ªa el pasado mi¨¦rcoles en su columna de EL PA?S: ¡°Aqu¨ª estamos, hundidos en el lodo hasta las cejas y nadie ha dicho a¨²n: lo siento. Nadie ha pedido perd¨®n por las faltas cometidas, por las pifias pol¨ªticas, empresariales, financieras, por haber metido la mano o la pata. Sinceramente, creo que ayudar¨ªa mucho que alguien lo hiciera¡±. ?A qui¨¦n le extra?a que nadie haya pedido perd¨®n por las faltas cometidas? ?Acaso alguien pidi¨®, alguna vez, perd¨®n en Espa?a? La arrogancia de no pedir perd¨®n, de no rendir cuentas, de salirse los poderosos con la suya, es una constante aqu¨ª, es la desgracia de nuestra historia. Bien por Argentina. Chap¨® por su justicia.¡ª Pilar C¨¢ceres.
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