La quinta generaci¨®n
El nuevo liderazgo en China tendr¨¢ por necesidad que abordar los crecientes desequilibrios sociales
Mientras en EE UU se elige, en China se selecciona. Y los dos procesos ¡ªla elecci¨®n de ayer y la selecci¨®n que empieza ma?ana¡ª afectan al mundo. El XVIII Congreso del Partido Comunista Chino (PCCh) se dispone esta semana a oficializar la llegada al poder de la quinta generaci¨®n, la de los hijos de los que de un modo u otro protagonizaron las revoluciones de Mao. En su mayor¨ªa han estudiado en el extranjero, y han vivido el gran despegue de China.
Este ha sido un largo y complejo proceso de selecci¨®n con delicados equilibrios entre facciones, de los que tiene que resultar un consenso b¨¢sico. El nuevo secretario general ser¨¢ Xi Jinping, actual vicepresidente, que llegar¨¢ tambi¨¦n en marzo a la Presidencia del pa¨ªs. La gran duda es cu¨¢ntos ¡ªsiete o nueve¡ª y qui¨¦nes le acompa?ar¨¢n en el sancta sanctorum, el Comit¨¦ Permanente del Bur¨® Pol¨ªtico, ¨®rgano colegiado para casi todo lo que decida el poder pol¨ªtico en China en los pr¨®ximos 10 a?os.
El liderazgo saliente ha presidido la conversi¨®n de China en una d¨¦cada en la segunda econom¨ªa del mundo, pero con desequilibrios internos crecientes entre ricos y pobres, entre campo y ciudad y entre costa e interior o en el medio ambiente que Hu Jintao y Wen Jiabao no han sabido gestionar como se esperaba de ellos, lo que les ha hecho perder apoyos.
En el camino hacia el congreso ha sido expulsado por corrupci¨®n y otras acusaciones Bo Xilai, populista, radical, que ech¨® mano de un lenguaje mao¨ªsta en su ascenso frustrado. La figura de Mao sigue, como el gran fundador de la China moderna, pero las referencias a su pensamiento podr¨ªan caer de la Constituci¨®n del PCCh, lo que no significa que esta organizaci¨®n que vertebra China sea capaz de reformarse internamente para adaptarse a las nuevas necesidades.
Incluso en las dictaduras pesa la opini¨®n p¨²blica, que en China se expresa a trav¨¦s de crecientes protestas e Internet (antes no hab¨ªa una red social como Weibo, el Twitter chino). Hoy los chinos exigen no un cambio de r¨¦gimen sino cuotas mucho m¨¢s amplias de libertad, y eficacia en la lucha contra una corrupci¨®n que todo lo corroe, como bien lo ha plasmado The New York Times en una devastadora investigaci¨®n sobre el enriquecimiento en unos pocos a?os de la familia de Wen Jiabao. La quinta generaci¨®n tendr¨¢ tambi¨¦n que poner coto a ese tipo expolio.
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