El Estado moroso

?En el contexto actual sorprende que el Estado no pague ¡°lo m¨¢s pronto posible¡±, mejorando la tardanza en sus procesos burocr¨¢ticos y evitando financiarse con el dinero de los dem¨¢s. Hace ya bastantes meses, algo hicieron para que deudas a empresas se hicieran efectivas. Pero lo que proponemos es que el Estado est¨¦ al d¨ªa de sus pagos, que sea ejemplar, de modo que ya no sean necesarias m¨¢s medidas extraordinarias. La inyecci¨®n de ese dinero mejorar¨ªa la actividad y la confianza econ¨®mica que tanto persiguen y nunca encuentran.

Para conseguir que el Estado sea ejemplar, lo deber¨¢n ser las personas. Los pol¨ªticos y el personal de todas las Administraciones deber¨ªan estar obligados a no provocar retrasos en los pagos y en caso de trabajar mal recibir una sanci¨®n. Los ciudadanos y las empresas no son entidades financieras y bastante soportan con los recortes. Hay pagos a ciudadanos necesitados que llegan con m¨¢s de un a?o de retraso despu¨¦s de su aprobaci¨®n; m¨¢s a¨²n, en alguna comunidad incluso han hecho leyes para pagar en cinco a?os los atrasos a personas dependientes.

El d¨¦ficit fuerte y continuado ha llevado que la capacidad de financiaci¨®n se reduzca, pero el Estado y las entidades financieras se entienden bien y al final el Estado siempre paga, es decir, nunca es considerado como moroso en los balances de esas grandes entidades que por otra parte reciben cuantiosas ayudas.¡ª Francisco Ibarz.