Desahucios y banco malo: mucho por hacer
PP y PSOE han de evitar las presiones de las entidades financieras
En psicolog¨ªa se denomina habituaci¨®n al proceso por el que ante un est¨ªmulo repetido, la respuesta de la persona es cada vez menos intensa. Pero a pesar de la reiteraci¨®n de normas de reforma financiera y de apoyo a los deudores, no nos podemos ignorar ni permanecer pasivos ante las de los ¨²ltimos meses, porque con el tema de los desahucios nos jugamos la paz social, y con el destino de los activos inmobiliarios de los bancos, la recuperaci¨®n econ¨®mica.
El Real Decreto-Ley 27/2012 sobre protecci¨®n de los deudores hipotecarios paraliza durante dos a?os el lanzamiento de la vivienda habitual de los deudores m¨¢s vulnerables. La intenci¨®n es buena pero la determinaci¨®n legal de qui¨¦n merece esta protecci¨®n es criticable: quiz¨¢s tenga sentido que se limite a unidades familiares con miembros especialmente vulnerables, pero los l¨ªmites de ingresos producir¨¢n graves injusticias. Adem¨¢s, la protecci¨®n solo se aplica si el adquirente tras la ejecuci¨®n es el propio acreedor, de forma que una familia, aunque cumpla todos los requisitos legales, puede ser expulsada de su casa si tiene la mala suerte de que en la subasta la compra un tercero. Finalmente, la norma no evita la p¨¦rdida de la propiedad, ni impide al banco reclamar el resto de la deuda ¡ªque seguir¨¢ produciendo alt¨ªsimos intereses de demora¡ª, por lo que al que al cabo de los dos a?os la familia ser¨¢ desahuciada y seguir¨¢ debiendo una cantidad que no podr¨¢ pagar.
Es decir que la ley aplaza, pero agrava, la situaci¨®n de exclusi¨®n social que pretende evitar. A la norma la redime en parte el raro m¨¦rito de reconocer sus limitaciones, pues admite en su pre¨¢mbulo la necesidad de reformar el sistema en profundidad, lo que debe hacerse siguiendo el di¨¢logo que iniciaron gobierno y oposici¨®n. Es necesario que se eliminen las situaciones de abuso, estableciendo un l¨ªmite a los intereses de demora. Para evitar que se llegue a la ejecuci¨®n, hay que otorgar incentivos -fiscales y otros¡ª a los deudores y a los bancos que acuerden soluciones alternativas como la daci¨®n en pago o la refinanciaci¨®n. El vigente c¨®digo de buenas pr¨¢cticas solo ser¨¢ ¨²til si se ampl¨ªan las familias que pueden acogerse a ¨¦l, al menos en cuanto a la posibilidad de imponer durante un periodo la carencia de capital y la reducci¨®n de intereses.
Las reformas en la ejecuci¨®n hipotecaria no deben entorpecerla sino hacerla eficaz, transparente y r¨¢pida, y permitir que se obtengan en ella precios de mercado y que el deudor que colabore (entregando la vivienda, buscando un comprador) obtenga ventajas por ello.
La ley aplaza, pero agrava, la situaci¨®n de exclusi¨®n social que pretende evitar
No es menos lo que queda por hacer en relaci¨®n con la nueva reforma bancaria. Para que los bancos vuelvan a facilitar el cr¨¦dito al resto de la econom¨ªa, se ha creado una sociedad (el banco malo o SAREB) que comprar¨¢ los activos t¨®xicos ¡ªb¨¢sicamente inmuebles y cr¨¦ditos dudosos¡ª a las entidades financieras en dificultades. Los socios de la SAREB son el FROB (es decir nosotros, los contribuyentes), otros bancos no intervenidos, y aseguradoras. En el sistema son evidentes ciertas contradicciones: el FROB controla las entidades que venden los activos, pero pone tambi¨¦n el dinero para comprarlos; se persigue que los bancos inyecten dinero en la econom¨ªa, pero al mismo tiempo se pide a los no intervenidos que lo inviertan en la SAREB.
El problema m¨¢s grave es el conflicto de intereses en la fijaci¨®n del precio de los activos, pues el FROB est¨¢ a ambos lados de la mesa. El criterio legal es que se transmitan por su valor de mercado ¡ªcon el m¨¢ximo de su valor contable tras provisiones¡ª, valor que en la actualidad es dificil¨ªsimo de determinar, y que adem¨¢s no se entiende como permitir¨¢ alcanzar las rentabilidades que anunciaba el plan de negocio de la SAREB (nada menos que el 15% anual). Existe adem¨¢s otro conflicto de inter¨¦s entre la SAREB y la econom¨ªa nacional, pues para la reactivaci¨®n de ¨¦sta es esencial que se reactive el mercado de vivienda, lo que a su vez requiere la vuelta del cr¨¦dito y una mayor bajada de precios.
Resumiendo, solo si la SAREB compra lo bastante barato como para vender r¨¢pido y sin p¨¦rdida, ser¨¢ parte de la soluci¨®n. En otro caso se habr¨¢ vestido de nuevo la insolvencia de los bancos con otro traje, pero seguir¨¢ paralizando nuestra econom¨ªa y empeorando las cuentas p¨²blicas.
Los ciudadanos no perdonar¨¢n a PP y PSOE que en un tema como los desahucios hagan prevalecer sus respectivos intereses electorales sobre los generales. Es necesario que demuestren capacidad para llegar a un acuerdo y para ello han de evitar tanto las presiones de los bancos como las tentaciones de la demagogia. Por otra parte, el Gobierno y los ciudadanos tenemos que vigilar que la ¨²ltima norma de reestructuraci¨®n financiera no suponga, otra vez, una transferencia de dinero del contribuyente en beneficio de los accionistas y obligacionistas de los bancos, y de sus gestores ¡ªincluyendo, ahora, los del SAREB¡ª. Queda todo por hacer.
Segismundo ?lvarez es jurista.
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