La crisis del PSOE

El problema que tiene el PSOE es haber perdido la confianza que otrora le brind¨® la sociedad espa?ola al traicionar sus principios y se?as de identidad. Aunque lo llamativo del caso es que no por ello ha dejado de ser marxista. El PSOE, al abrazar la socialdemocracia, dej¨® de lado la doctrina marxista que se encuentra en la obra y pensamiento de Karl Marx para hacer compatible con su ideario esa otra tambi¨¦n est¨¦tica marxista, la del Groucho Marx, humorista, concretada en la c¨¦lebre frase: ¡°Estos son mis principios, pero si no le gustan tengo otros¡±. Los coqueteos con las pol¨ªticas neoliberales que se observan en las dos legislaturas de Zapatero dan buena fe de ello.

Es parad¨®jico ver c¨®mo liberales y socialdem¨®cratas europeos se intercambian el traje sin que por ello se resientan las costuras. La independencia de criterio est¨¢ empujando al electorado a mantener una relaci¨®n con el sistema pol¨ªtico que podr¨ªamos calificar de fiduciaria. La huida a otras formaciones, la opci¨®n ¡°esca?os en blanco¡± o la abstenci¨®n pueden resultar el camino alternativo que tiene el electorado para encauzar un sentimiento de desafecci¨®n hacia lo pol¨ªtico que reclama reformas sist¨¦micas inaplazables. Porque una cosa es abrir un debate ideol¨®gico en el PSOE, sano y deseable por otra parte, y otra, que su actual direcci¨®n sea refractaria a las demandas reformistas que precisa nuestro sistema pol¨ªtico para hacerlo sostenible.¡ª Miguel ?ngel Yag¨¹e Roll¨®n.