Costumbres enfrentadas
La fila de las mujeres, al otro lado se situaban los asientos reservados para los hombres. Faith Schwieker-Miyandazi / MSF
Contrariamente a lo que tem¨ªa, la participaci¨®n de las mujeres durante la reuni¨®n es buena, especialmente considerando su reducido n¨²mero. Se debe, quiz¨¢s, a que se sienten libres de sentarse entre ellas, de compartir y airear sus opiniones sinti¨¦ndose seguras en su lado de la sala. As¨ª lo comprend¨ª.
Mirando hacia atr¨¢s, llego a comprender la situaci¨®n. Quiero decir que no tiene por qu¨¦ coincidir con mis esquemas o con una forma particular de hacer las cosas para que algo se perciba como correcto, normal o funcional.
Sin duda, llego a aceptar que esta comunidad tiene una forma de hacer las cosas, de sentarse en foros p¨²blicos, de airear sus opiniones en estos foros y de hacer sus cosas. La situaci¨®n pudo haberme parecido inusual pero era aparentemente normal para otros. As¨ª que, tanto si lo entiendo como si no, funciona y funciona para ellos. Sin embargo, todav¨ªa no he perdido la esperanza de que m¨¢s hombres ocupen asientos en la parte de las mujeres o que las mujeres se sienten en la de los hombres la pr¨®xima vez. Con el tiempo, si esto ocurre, espero que ambos sexos puedan sentarse en cualquier lado y, a¨²n as¨ª, sean capaces de expresar sus puntos de vista en la misma medida o tal vez no, ?tal vez nunca!
Ahora s¨¦ que lo normal para una persona puede no serlo para otra, es as¨ª como las costumbres pueden entrar en conflicto. Sin embargo, si una norma que funciona para un pueblo y no crea problemas ni pone en peligro a una parte de la comunidad ni pisa los derechos de la poblaci¨®n, ?no se trata entonces de una norma ¡®positiva¡¯?
Con estos pensamientos me voy de Ijara sabiendo que el cambio es inevitable. Llevar¨¢ alg¨²n tiempo, quiz¨¢ poco o quiz¨¢ mucho, pero sin lugar a dudas el cambio llegar¨¢ y se sentir¨¢. S¨®lo espero que cuando se produzca, independientemente de c¨®mo tenga lugar, no altere los pasos ya dados por la comunidad en cuestiones de salud.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.