Estas Navidades voy a cambiar el mundo

Hablando no hace mucho con la directora de marketing de una ONG me comentaba que hab¨ªan hecho un an¨¢lisis sobre cu¨¢l ser¨ªa el impacto de una campa?a de Navidad. Los resultados hab¨ªan sido contundentes, m¨¢s de la mitad de los encuestados confirmaban su rechazo a las campa?as de Navidad de las ONGs, consider¨¢ndolas oportunistas.

Sin embargo ahora llega la Navidad y todos nos lanzaremos a los canales de consumo (tiendas on y off line) para abastecernos de alimentos y regalos para nuestros seres queridos. La Navidad se convirti¨® ya hace mucho tiempo en el gran pastel del consumo que los productores y comerciantes esperan ¨¢vidamente durante todo el a?o. Y parece ser que los cat¨¢logos de juguetes¡± made in china¡±, y las caras publicidades de grandes almacenes no est¨¢n tan mal vistas.

Vivimos en un momento en que peque?as decisiones pueden conllevar grandes cambios. Odile Rodriguez de la Fuente suele decir que el consumo es democracia, porque a trav¨¦s de nuestras compras nosotros decidimos el tipo de modelo que queremos.La explotaci¨®n infantil, la esclavitud, la contaminaci¨®n irreversible seguir¨¢n existiendo siempre que los responsables de las mismas sigan encontrando un beneficio en ellas, es decir consigan vender sus productos en el mercado.

No me canso de hablar de comercio justo y ecol¨®gico y siempre recibo los mismos argumentos en contra: el precio y la disponibilidad. He llegado a la conclusi¨®n de que es pura demagogia. Nos esforzamos en conseguir objetos que son originales e imposibles de encontrar si alguno de nuestros seres queridos nos lo piden pero somos incapaces de buscar regalos justos y solidarios. No estamos dispuestos a cambiar el men¨² tradicional aunque los precios de esos alimentos se multipliquen varias veces en estas fechas pero nos resulta complicado pagar m¨¢s por un producto que se ha producido respetando ¡°nuestro¡± medio ambiente.

Se trata solo de una cuesti¨®n de prioridades. Al igual que salimos a la calle para manifestarnos tambi¨¦n podemos ejercer, de forma individual a trav¨¦s de nuestro consumo, una presi¨®n sobre los mercados que controlan a nuestro gobierno. Del mismo modo, en lugar de gastarnos el dinero en ¡°cosas¡± que nos hagan felices en el instante de abrir el paquete y poco m¨¢s, podemos gastarlo en ¡°acciones¡± que nos enriquecen y provocan cambios en la vida de otros.

A m¨ª me gustan mucho las Navidades. Me gusta compartir, me gusta que haya una fiesta que a priori se basa en el amor, la generosidad y la alegr¨ªa. Y no pienso permitir que las deficiencias de un sistema disfuncional me las arruinen. Pienso usar las Navidades con un carro de la compra que ser¨¢ un carro de combate. Voy a romper los falso mitos, mi chocolate ser¨¢ solo de comercio justo, mis regalos solidarios, mis productos de temporada y ecol¨®gicos, mis envoltorios de papel de peri¨®dico reciclado. Y adem¨¢s se lo pienso contar a todo el mundo, porque lo que no se comunica no existe. Se pueden tener Navidades sostenibles y solidarias. Les animo a que lo intenten.

Nota de los editores:

En 3500 millones de nuevo este a?o repetimos el espacio Navidades Sostenibles y Solidarias ¡°Comercio justo, regalos que ayudan y no contaminan, otros enfoques para tener unas navidades lo m¨¢s sostenibles y solidarias posible¡±. Aqu¨ª encontrar¨¢n algunas propuestas de productos y acciones que les pueden inspirar. Este espacio est¨¢ situado en el lateral del blog o pueden entrar en ¨¦l pinchando aqu¨ª.

Tambi¨¦n encontrar¨¢s una selecci¨®n de 10 ideas para estas navidades pinchando aqu¨ª.