Las faldas de la pol¨ªtica

P¨¢ginas de peri¨®dicos, v¨ªdeos en televisi¨®n y minutos en radio. An¨¢lisis de opini¨®n, voces a favor y en contra, declaraciones sexistas, o argumentos de respaldo. Un embarazo, una chaqueta de cuero o el estado civil de una mujer pol¨ªtica, asuntos ajenos a su desempe?o en el cargo, tienen una especial tendencia a ocupar los medios de comunicaci¨®n.

Si ya para algunos que una mujer, la socialista Carme Chac¨®n, estuviera al frente, por primera vez en la historia de Espa?a, del Ministerio de Defensa fue motivo de revuelo. La instant¨¢nea en la que se le ve¨ªa pasar revista a las tropas embarazada provoc¨® una especie de sublevaci¨®n medi¨¢tica, un aluvi¨®n de comentarios para censurar la imagen, de paso a la pol¨ªtica, o por el contrario, para defender lo que se supone debe ser lo normal, el acceso de una mujer a cualquier cargo de responsabilidad, en igual condiciones que un hombre. Algo parecido sucedi¨® con los profusos c¨¢lculos sobre los d¨ªas que la vicepresidenta del Gobierno, Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa, hab¨ªa estado de baja por maternidad.

Debates que en ning¨²n caso se producen si el protagonista es un pol¨ªtico, y en el que en cambio algunos medios de comunicaci¨®n o tertulianos se regodean si el objeto de la noticia es del sexo opuesto. Porque si las mujeres conquistan poco a poco mayores cotas de igualdad, al menos formalmente (ah¨ª est¨¢ la secretaria general del PP, Mar¨ªa Dolores de Cospedal, la propia Sa¨¦nz de Santamar¨ªa, o los gobiernos paritarios de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, o el reci¨¦n nombrado Ejecutivo del lehendakari I?igo Urkullu, con igual n¨²mero de hombres que mujeres), esa equiparaci¨®n en la pr¨¢ctica no es real, porque los peri¨®dicos, las televisiones o las radios, ofrecen una imagen distorsionada de las mismas, y ahondan en detalles o datos supuestamente inherentes a su condici¨®n de mujer, obviando en algunos casos lo que deber¨ªa ser una cr¨ªtica pol¨ªtica pura, el an¨¢lisis de su gesti¨®n.

El estudio analiza todas las noticias, entrevistas, art¨ªculos de opini¨®n, fotograf¨ªas y vi?etas humor¨ªsticas publicadas en seis peri¨®dicos (EL PA?S, El Mundo, El Diario Vasco, Noticias de Gipuzkoa, Gara y Berria) relativas tanto a la actividad pol¨ªtica nacional, auton¨®mica, provincial y local, entre el 1 y el 31 de octubre de 2010. Un mes marcado por las primarias en la Federaci¨®n Socialista Madrile?a en las que se enfrentaron los candidatos Tom¨¢s G¨®mez y Trinidad Jim¨¦nez, la remodelaci¨®n del Gobierno de Zapatero en la que la vicepresidenta Mar¨ªa Teresa Fern¨¢ndez de la Vega abandon¨® el Ejecutivo, y las declaraciones del alcalde de Valladolid, Javier Le¨®n de la Riva, sobre Leire Paj¨ªn, entonces reci¨¦n nombrada ministra de Sanidad.

¡°Hoy en d¨ªa ya se ha dado un peque?o paso adelante. Hoy estamos m¨¢s acostumbrados a una vicepresidenta del Gobierno [S¨¢enz de Santamar¨ªa], a la que o¨ªmos todos los d¨ªas, o a Dolores de Cospedal, hay mujeres fuertes que est¨¢n tomando una postura m¨¢s afianzada, pero en aquel entonces, la ¨²nica excepci¨®n quiz¨¢s fuera Mar¨ªa Teresa Fern¨¢ndez de la Vega¡±, recuerda Rodr¨ªguez, editora del libro. La profesora rememora muchas de las bromas a cuenta de Paj¨ªn, Bibiana A¨ªdo, ministra de Igualdad, o las chanzas por la expresi¨®n ¡°las miembras¡±, en referencia a las mujeres del Ejecutivo de Zapatero.

¡°Todo eso se reflej¨® en la prensa, una percepci¨®n que adem¨¢s tambi¨¦n exist¨ªa en la sociedad¡±, apunta la profesora. Y aunque la distorsi¨®n de las mujeres en los medios de comunicaci¨®n en su mayor¨ªa no responde a grandes exabruptos, al estilo del regidor de Valladolid, el mensaje, seg¨²n la investigadora, se sustenta todos los d¨ªas a trav¨¦s de peque?os detalles. Matices como en la forma en la que los periodistas mencionan a un pol¨ªtico, en algunos casos, si se trata de ellas, por el nombre de pila, algo casi impensable si hablamos de un hombre. O c¨®mo se explica que en muchas noticias sobre, por ejemplo, la toma de posesi¨®n de un gabinete o de un primer consejo de Gobierno, el cronista describa c¨®mo visten las mujeres, y no repare en el atuendo de los pol¨ªticos.

Algo parecido sucede con la profusi¨®n de datos sobre el n¨²mero de hijos, estado civil o incluso forma en la que han concebido a sus v¨¢stagos las pol¨ªticas, frente a ninguna menci¨®n al respecto si el entrevistado o la persona objeto de un perfil es un pol¨ªtico.

Las autoras del estudio apuntan que los medios y los periodistas cada vez son m¨¢s cuidadosos con estos aspectos, que no tienen reparos en denunciar esas declaraciones, cuanto menos salidas de tono, o en dejar a un lado esa tendencia a explotar el lado femenino de las mujeres. Pero, tambi¨¦n puntualizan que, independientemente de la l¨ªnea editorial del peri¨®dico, los ataques a las mujeres pol¨ªticas, cuando se producen, no responden a una estrategia de cr¨ªtica o censura a un Gobierno o un partido en concreto, si no, ¡°por el simple hecho de ser mujeres¡±.

Foto 1: Mar¨ªa Pilar Rodr¨ªguez, profesora de Deusto y editora del libro 'Representaci¨®n de las mujers pol¨ªticas en la prensa. Foto: Javier Hern¨¢ndez

Foto 2: Carme Chac¨®n, embarazada, en un acto militar cuando era ministra de Defensa. Foto: Bernardo P¨¦rez.

Foto 3: Dolores de Cospedal, secretaria general del PP, en una imagen de archivo. Foto: Bernardo P¨¦rez.