Salir de la crisis: cualquiera sabe
Cada vez estoy m¨¢s convencido de que nadie sabe qu¨¦ hay que hacer, no ya para salir de esta crisis, sino para aliviarla. Los sesudos analistas de la Uni¨®n Europea, con Alemania a la cabeza, del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional han ido de una tecla a otra pero sin llegar a producir algo que se pudiese considerar ¡°m¨²sica¡±.
En un primer momento, el objetivo era controlar el d¨¦ficit y la receta sencilla: recortar el gasto a trav¨¦s de congelaciones y bajadas de sueldo; subida de impuestos directos e indirectos; alargar la edad de jubilaci¨®n y recortar todo lo posible el gasto en pol¨ªticas sociales. M¨¢s tarde nos dijeron que el problema era el mercado laboral, la dificultad que ten¨ªan los empresarios con dificultades para despedir a sus empleados. Descubrimos que la panacea era la ¡°productividad¡± (trabajar m¨¢s y cobrar menos seg¨²n algunos) y por supuesto se hizo una reforma laboral dur¨ªsima que facilit¨® el despido y el consiguiente aumento del paro.
El Gobierno recortaba sin parar para calmar a los ¡°mercados¡± pero la prima de riesgo (ese indicador desconocido hasta hace poco) segu¨ªa sin bajar y desde la UE y el BCE ya se apuntaba como causa la poca credibilidad de la banca espa?ola. Por supuesto, el Gobierno capt¨® el mensaje y realiz¨® una auditor¨ªa externa a la banca (los famosos stress tests) para poner negro sobre blanco el estado de las entidades espa?olas. Se hizo la luz, pero no la calma.
Este estudio sac¨® a la luz el estado ruinoso de la mayor¨ªa de entidades bancarias espa?olas (Bankia a la cabeza) y se solicit¨® el rescate para la banca, una inyecci¨®n de casi 40.000 millones de euros para recapitalizar entidades. Nos lo ¡°vendieron¡± como el b¨¢lsamo para los mercados y sin efectos secundarios para los ciudadanos, pero no calm¨® los mercados y adem¨¢s supone el despido de casi 20.000 empleados.
Ahora parece que s¨ª, que el Banco Mundial tiene la soluci¨®n: el rescate. Seg¨²n Augusto L¨®pez-Claros: ¡°Un rescate puede infundir confianza en los mercados¡±. Me suena la letra y la m¨²sica.
Esta historia de la crisis me recuerda a la historia que contaba mi padre sobre el veterinario del pueblo. Avisado el veterinario para tratar a un buey se puso a dar vueltas alrededor del mismo para terminar afirmando: ¡°cualquiera sabe lo que tendr¨¢ este animalito en su cuerpo¡±.¡ª Jos¨¦ Mar¨ªa Garc¨ªa Diago.
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