Muchas razones para ser optimistas
Una ni?a de Bamako (Mal¨ª) lleva caramelos a sus vecinos, desplazados por el conflicto del norte del pa¨ªs. A pesar de su pobreza, las comunidades de vecinos se han organizado para apoyar a las v¨ªctimas de la guerra. Foto e historia:?UNHCR/H.Caux
En lo que toca a los asuntos de este blog, 2012 ha sido un a?o considerablemente malo. Muy duro al interior de nuestras fronteras e incierto para muchos de los pa¨ªses y comunidades en los que se libra la batalla contra la pobreza. Durante los ¨²ltimos doce meses hemos tratado de explicar e ilustrar esta trayectoria. La debacle de la Cooperaci¨®n Espa?ola y su impacto en crisis humanitarias como la del Sahel han desempe?ado un papel protagonista en nuestro temario, al igual que otras v¨ªctimas colaterales de la crisis como el compromiso de los pa¨ªses ricos contra el cambio clim¨¢tico. Tambi¨¦n hemos denunciado de manera repetida las consecuencias de los recortes presupuestarios (y de las decisiones ideol¨®gicas) en los sectores m¨¢s pobres de nuestra sociedad, destacando algunas medidas particularmente detestables como la exclusi¨®n de los inmigrantes irregulares del derecho a la salud.
Miremos donde miremos, resulta muy dif¨ªcil encontrar en nuestras instituciones la imaginaci¨®n y la voluntad necesarias para evitar los golpes m¨¢s bajos de la crisis, por no hablar del liderazgo individual que inspire el cambio. Ya sabemos que no existen recursos, pero nos preguntamos qu¨¦ impide abrir un gran debate p¨²blico, informado y transparente, sobre el problema de la pobreza y las medidas para hacerle frente. Diferentes organizaciones y centros de estudio han planteado alternativas en ¨¢mbitos enormemente sensibles como los desahucios, el sostenimiento de rentas m¨ªnimas, el acceso a la salud, la formaci¨®n de los j¨®venes en riesgo de exclusi¨®n, la situaci¨®n de las familias inmigrantes, la generaci¨®n de recursos privados o la cooperaci¨®n internacional. En pr¨¢cticamente todos los casos, la respuesta de las instituciones ha estado atrapada entre el fundamentalismo presupuestario del PP, la carrera hacia el pasado de los nacionalistas y la desoladora falta de alternativas de los partidos de izquierda. Un escenario de pesadilla en el que algunos de los problemas m¨¢s relevantes de nuestra generaci¨®n quedan simplemente ausentes del radar p¨²blico y se enquistar¨¢n m¨¢s all¨¢ de la recuperaci¨®n del crecimiento y el empleo.
Afortunadamente, tambi¨¦n ha sido un a?o para la esperanza. Dejando a un lado las movilizaciones sociales m¨¢s relevantes (nunca olvidaremos la dignidad y la valent¨ªa de los profesionales de la sanidad madrile?a, por ejemplo), este blog ha ofrecido numerosos ejemplos en los que individuos, organizaciones y sociedades han demostrado que existen alternativas a esta situaci¨®n. Desde los primeros pasos de la Tasa a las Transacciones Financieras a las compras de flores libres de explotaci¨®n sexual, pasando por 11.000 ni?os-soldado menos, la violencia contra los ni?oso el activismo online contra los abusos de los bancos. Son solo algunas de las miles de historias de solidaridad, ternura y dignidad que inundan nuestras sociedades en esta ¨¦poca de crisis. Es dif¨ªcil aceptar que estamos obligados a permanecer de brazos cruzados.
As¨ª que, aunque suene a una mala canci¨®n de 'Jimmy y los Hipocor¨ªsticos', existen buenas razones para el optimismo. Nuestro compromiso para este a?o es continuar ofreci¨¦ndoles la informaci¨®n y las herramientas que lo hagan posible. Para ello seguimos contando con un n¨²mero cada vez mayor de colaboradores que est¨¢n a pie de trinchera, as¨ª como con el apoyo y el escrupuloso respeto editorial del diario El Pa¨ªs. A ellos y a todos ustedes les agradecemos muy sinceramente el inter¨¦s que demuestran por este blog (aunque sea para ponernos a escurrir, como ocurri¨® esta semana con nuestra entrada sobre Iberdrola). Tal vez no consigamos que 2013 sea mejor que 2012, pero sin duda se nos va a o¨ªr m¨¢s alto.
Los editores.
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