Verdades y mentiras en la sanidad
Hay que devolver las competencias sanitarias al Gobierno central
Aunque siempre han sido motivo de debate, en los ¨²ltimos tiempos, los problemas de la sanidad ocupan gran parte de las p¨¢ginas de los peri¨®dicos, de los telediarios y de las redes sociales.
Para quien, como yo, que ha trabajado en un hospital p¨²blico, en uno privado y en uno concertado en distintas ¨¦pocas de mi vida profesional, y que ha tenido la oportunidad y el privilegio de conocer de primera mano los pros y contras de distintos sistemas sanitarios en pa¨ªses con alto nivel de desarrollo (EE UU, Francia, Inglaterra, Alemania, Noruega y Taiw¨¢n), en otros emergentes como India y China y en algunos, de cultura muy diferente a la nuestra, como Siria o Jordania, la mayor parte de las opiniones, que se vierten en los medios, est¨¢n caracterizadas por la ignorancia y/o el sectarismo pol¨ªtico.
Por ello, y sin pretender en modo alguno transmitir que existe una clara soluci¨®n, ya que hasta ahora nadie ha dado con ella, y solo para mejorar el nivel de informaci¨®n de los ciudadanos que se ven bombardeados a diario, desde los distintos frentes, en una guerra cuyas principales v¨ªctimas son los pacientes, voy a enumerar una serie de verdades y mentiras poco o nada reconocidas por los distintos contendientes, consciente de que unas y otras pueden generar un debate que, aunque inc¨®modo para m¨ª, espero que sea de alguna utilidad.
1. La sanidad p¨²blica espa?ola es la mejor del mundo. Mentira.
2. El despiece del Sistema Nacional de Salud en 17 feudos ha sido una barbaridad. Verdad.
3. El acceso a la sanidad p¨²blica es justo y equitativo. Mentira.
4. Hay m¨¦dicos que utilizan la sanidad p¨²blica para enriquecerse en la privada. Verdad.
5. La ¨²nica manera de mejorar la gesti¨®n de un centro p¨²blico es d¨¢rselo a una empresa privada. Mentira.
6. La pol¨ªtica ha infectado los hospitales p¨²blicos a todos los niveles, haci¨¦ndoles ingobernables y econ¨®micamente insostenibles. Verdad.
7. La sanidad privada es siempre mejor que la p¨²blica. Mentira.
8. En la sanidad p¨²blica no se controlan los resultados. Verdad.
9. La sanidad privada solo vale para cosas poco importantes. Mentira.
10. Hay corrupci¨®n en la p¨²blica y en la privada. Verdad.
11. Los europeos vienen a Espa?a a operarse porque aqu¨ª se hace mejor y m¨¢s r¨¢pido. Mentira.
12. Los m¨¦dicos est¨¢n mal pagados y eso, en cierto modo, es el origen de la corrupci¨®n. Verdad.
13. Los que salen a la calle protestando lo hacen solo en defensa de la sanidad p¨²blica y no de sus propios intereses y privilegios. Mentira.
Dejando estos puntos para el debate no quiero acabar sin dar mi opini¨®n. Sin una medicina primaria bien organizada en la que los m¨¦dicos se sientan protagonistas, bien tratados y dirigidos por las personas adecuadas es imposible tener una sanidad eficaz y sostenible.
Desde los centros de salud, los m¨¦dicos de familia y los especialistas tienen que tener libertad para enviar al enfermo al hospital que ofrezca mejores resultados en una patolog¨ªa determinada, para lo cual los mismos deben conocerse y publicarse. Como ejemplo puedo citar que en Nueva York, desde hace muchos a?os, cualquiera puede saber la mortalidad operatoria de todos y cada uno de los cirujanos de coraz¨®n.
De este modo, el dinero ir¨ªa adonde decida el paciente y no al rev¨¦s. As¨ª el hospital al que vayan m¨¢s enfermos porque lo hace mejor recibir¨¢ m¨¢s y as¨ª podr¨¢ gratificar a sus profesionales por el trabajo bien hecho. Lo contrario de lo que ocurre actualmente en los centros p¨²blicos en los que gana igual el listo que el tonto, el trabajador que el vago, el honrado y el que no lo es.
Hay que devolver las competencias sanitarias al Gobierno central, rehacer un Servicio Nacional de Salud y, a trav¨¦s de un pacto de Estado, dejar a la sanidad fuera de la batalla partidista.
Solo una poblaci¨®n culta y bien educada hace un uso correcto de la medicina. As¨ª que frente al ¡°menos lat¨ªn y m¨¢s deporte¡± recomendado hace a?os por un ministro de Franco y que nos ha convertido en primeros en muchas disciplinas deportivas y ¨²ltimos en los rankings educativos internacionales, ser¨ªa bueno que nuestros actuales dirigentes recomendaran ¡°menos f¨²tbol y m¨¢s instrucci¨®n¡±.
Quiz¨¢s as¨ª podremos en este, s¨²bitamente, empobrecido pa¨ªs nuestro mantener dignamente un pilar fundamental que evite pasar del Estado de bienestar, que cre¨ªamos tener al alcance de la mano, al de malestar, que de seguir as¨ª, nos amenaza.
Norberto Gonz¨¢lez de Vega es cirujano cardiovascular.
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