Justa regularizaci¨®n
Los esfuerzos del presidente Obama por legitimar la legalizaci¨®n de 11 millones de latinos en EE UU, la gran mayor¨ªa mexicanos, ?la tenemos que mirar como un acto de magnanimidad o solo como un acto de justicia? Esta pregunta f¨¢cil de resolver la podemos contestar si revisamos la historia.
Entre 1846 y 1848 se llev¨® a cabo una guerra mal llamada de EE UU contra M¨¦xico, que m¨¢s correctamente deber¨ªa llamarse ¡°Los Estados sure?os de EE UU contra M¨¦xico¡±, ya que el Norte fue contrario a esta injusta guerra, tambi¨¦n rechazada por la gran mayor¨ªa de los pa¨ªses e incluso por destacados intelectuales americanos como Ralph Waldo Emerson, David Thoreau, generales como Ulysses Grant, Ambroses Bumside, George McClellan, Stonewall Jackson y un largu¨ªsimo etc¨¦tera en el que habr¨ªa que incluir al batall¨®n. St. Patrick, que se pas¨® a las filas mexicanas al considerar que era una guerra injusta, as¨ª como injusto fue que los sure?os ejecutaran a los 15.000 componentes de este batall¨®n, una vez terminada la guerra.
El corolario de este conflicto fue la p¨¦rdida de M¨¦xico del 55% de su territorio, sus Estados de Tejas, Arizona, California, Nevada, Utah y Nuevo M¨¦xico y parte de los Estados de Oreg¨®n, Colorado, Wyoming, Kansas y Oklahoma, m¨¢s o menos el equivalente a siete veces el territorio actual de Espa?a. Sin contar con que Espa?a en el a?o 1809, sabedora ya de los apetitos sure?os sobre Tejas, vendi¨® a disgusto Florida.
Ojal¨¢ el presidente Obama tenga ¨¦xito y repare en parte lo que EE UU tan aviesamente arrebat¨® a un M¨¦xico que a¨²n no se repon¨ªa de la guerra de la independencia de Espa?a y cuyo Gobierno estaba en plena organizaci¨®n.¡ª N¨¦stor Jim¨¦nez Montenegro.
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