Cosas prescindibles
Tengo 80 a?os, ocho hijos y muchos nietos. He sido profesora y funcionaria. Siempre me he interesado por la pol¨ªtica. Hace unos d¨ªas, uno de mis hijos se ha quedado sin trabajo. Ten¨ªa un buen sueldo. Ahora solo podr¨¢ pagar lo imprescindible: casa y comida. Adi¨®s a las clases de m¨²sica, a los viajes, a los cines, al teatro y hasta a la comida de los ni?os en el colegio. Todo se ha hecho prescindible.
Por un paralelismo comparo la casa de mi hijo con la casa de todos, el Estado, en crisis, sin recursos. Deber¨ªa prescindir de privilegios, no de la educaci¨®n. Prescindibles son las iglesias en un Estado aconfesional y no la sanidad. Prescindibles son muchas fundaciones y no la justicia para todos. Prescindibles son algunas ganancias de los bancos y no las viviendas familiares ni el cr¨¦dito a las empresas. Imprescindible es el trabajo, hoy un bien escaso; prescindible solo para el que acumula varios sueldos.
Nunca en mi larga vida me he sentido tan mal con tanto paro y con los recursos tan mal repartidos.¡ª Cristina Santa Ana ?lvarez Ossorio.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.