La maldici¨®n del arque¨®logo

Desde que en 1922 el brit¨¢nico Howard Carter descubriera la tumba del fara¨®n Tutankam¨®n muchos vieron en la muerte del que financi¨® el hallazgo y la del propio arque¨®logo la sombra de una maldici¨®n difusa. Los espa?oles que est¨¢n dispersos por todo el pa¨ªs y medio mundo en excavaciones diversas, no necesitan de tales supersticiones. Su maldici¨®n es muy concreta. Se llama Ministerio de Hacienda y el instrumento con el que este departamento cerca la investigaci¨®n hispana en esta materia fue bautizada en abril pasado como Ley de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera. Dicha norma permite a Hacienda bloquear las subvenciones adjudicadas a comunidades aut¨®nomas que no cumplen con el objetivo de d¨¦ficit establecido. Esa es la raz¨®n por la cual se han suprimido de una sola vez las subvenciones ya aprobadas para 30 proyectos arqueol¨®gicos liderados por distintas universidades espa?olas.

Si hab¨ªa otra tumba fara¨®nica repleta de tesoros a punto de ser descubierta raro ser¨¢ que sean espa?oles los que la encuentren. La retirada de fondos estatales a muchos de esos proyectos supondr¨¢ poner fin a los mismos y ser¨¢, en cualquier caso, un serio rev¨¦s para una ciencia en la que Espa?a ha ido aumentando su presencia paulatinamente tanto en cantidad como en calidad, lo que no parece impresionar a los pol¨ªticos que velan por la Hacienda p¨²blica. Estos, que imponen severos ajustes para la ciencia en los ¨²ltimos a?os, acaban de paralizar tambi¨¦n los fondos ya aprobados para 300 equipos de investigaci¨®n en agricultura.

Tales frenazos a la ciencia no son resultado de los recortes de los que apenas ning¨²n sector est¨¢ a salvo. No. Estas son podas nuevas para ¨¢rboles que ya han sido desmochados previamente debido a un d¨¦ficit p¨²blico desbocado. Y decisiones que apenas suponen nuevos ahorros si tenemos en cuenta que los fondos para esos 30 proyectos arqueol¨®gicos ahora eliminados solo sumaban 494.500 euros. Cifras, en fin, que no nos sacar¨¢n de pobres, pero nos hundir¨¢n a¨²n m¨¢s en el futuro al no dejarnos investigar nuestro pasado.