Turkana se despierta
Este art¨ªculo ha sido extra¨ªdo del blog personal de Fran Equiza, director deOxfam para el Cuerno, Este y Centro de ?frica (@beyondthetribe).
Se dice que la necesidad agudiza el ingenio e impulsa que todo ser humano, enfrentado a retos, busca la fuerza y el conocimiento dentro de s¨ª mismo de manera que pueda sobrevivir e incluso prosperar.
La semana pasada viaje a Turkana, lejos de mi base en Nairobi. Turkana es una parte de Kenia fronteriza con Etiop¨ªa, Sur Sud¨¢n y Uganda. Es una zona tan aislada que los turkanos no se siente muy parte de Kenia, tanto que cuando hablan de ir a Nairobi dicen ¡°me voy a Kenia¡±, -buena muestra de la desconexi¨®n que sienten, y ha sido as¨ª desde antes de la colonia. La esperanza de vida es de 46 a?os y siempre amenazada por el conflicto resultado de los ¡°raids¡±, de algunas comunidades de frontera, para robar ganado a las comunidades vecinas, por la sequ¨ªa y la escasez de alimentos. Pero no todo es terrible y las cosas est¨¢n cambiando ahora en Turkana. Con una poblaci¨®n total de unas 840.000 personas, 95% viviendo por debajo de la l¨ªnea de pobreza, muchas de ellas est¨¢n buscando alternativas econ¨®micas para complementar su tradicional forma de vida basada en el pastoreo trashumante, la cual est¨¢ seriamente amenazada debido a las largas sequ¨ªas y por lo tanto a la falta de pastos para el ganado. Muchas de las personas en Turkana llevan a cabo peque?a agricultura y pesca lo cual, no solo les provee con un suplemento de alimentos, sino tambi¨¦n con ingresos econ¨®micos.
Hablando con Albat Hamisi, un pastor reconvertido en cultivador de Aloe Vera, se hizo patente que los tiempos cambian. ¡°He dejado de ser solo pastor y ahora estoy en el negocio del Aloe Vera. Lo cultivo, lo proceso y produzco crema de Aloe, que me proporciona un ingreso extraordinario. He diversificado y ya no solo dependo del ganado para vivir, soy mucho m¨¢s resiliente. Antes solo ten¨ªa mis animales, ahora con este negocio estoy mejor preparado para cuando lleguen ¡°las vacas flacas¡±, que seguro llegar¨¢n.¡± Albat tambi¨¦n me contaba que hab¨ªa cambiado su manera de pensar, ahora era m¨¢s consciente de lo que es capaz de hacer, de hecho eso le permite hacer frente a los cambios que est¨¢n fuera de su control.
Pero no son s¨®lo los hombres los que buscan medios para adaptarse, durante mi visita discut¨ª con mujeres que est¨¢n haciendo mucho por ellas mismas y por el bien del conjunto de sus comunidades. Pude charlar con Elizabeth Lokaut que ha formado un grupo de mujeres que han organizado un sistema de Ahorros y Pr¨¦stamos. Con ese sistema las mujeres pueden ahorrar cada mes y pedir prestadas peque?as cantidades a bajo inter¨¦s. El grupo adem¨¢s les da la oportunidad de discutir y compartir los asuntos que afectan a su comunidad. Esto ha hecho que las mujeres, a¨²n valorando sus costumbres, se hayan abierto a otras ideas y opciones. Como Elizabeth dice ¡°ahora soy m¨¢s consciente de la importancia de la vacunaci¨®n para el ganado para reducir enfermedades. El sistema de Ahorros y Pr¨¦stamos nos ha dado la oportunidad de acceder a fondos cuando podemos necesitarlos. Ahora tengo claro cual es mi propia val¨ªa en la comunidad y de lo que puedo ofrecer a los dem¨¢s.¡±
La otra cosa que siempre me llama la atenci¨®n es el enorme inter¨¦s de los padres en enviar a sus hijos a la escuela. Es evidente lo conscientes que son de la importancia de la educaci¨®n y aunque a¨²n los niveles de asistencia son a¨²n muy bajos con solo un 42%, y fundamentalmente chicos, y la alfabetizaci¨®n de los adultos es solo del 27%...estoy seguro que el tiempo traer¨¢ un cambio muy significativo a medida que los turkanos sigan la senda empezada.
En mi opini¨®n Turkana est¨¢ despertando...y es un hecho que hemos de valorar muy positivamente. Los m¨²ltiples retos que actualmente asumen las comunidades les ha hecho pensar en maneras alternativas de enfrentarlos. Todas las personas que v¨ª y o¨ª me impresionaron gratamente. En Turkana la gente no se sienta a esperar que el gobierno o las ONGs vengan a rescatarlos¡se hacen responsables de sus vidas y destinos y trabajan duro para cambiar la narrativa de la pobreza y la escasez de alimentos en una de prosperidad y esperanza.
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