¡®Deber de¡¯
No saldr¨ªa al paso de una incorrecci¨®n ling¨¹¨ªstica si esta no fuera habitual, no solo en la gente com¨²n, sino entre los propios periodistas y escritores, y, sobre todo, si no ensombreciera un editorial (Incorrecciones instant¨¢neas, EL PA?S, 19 de febrero del 2013) dirigido precisamente a denunciar las faltas de ortograf¨ªa y ling¨¹¨ªsticas que empobrecen la escritura y la dicci¨®n estudiantil.
En su alegato, el an¨®nimo autor del texto exclama con resignaci¨®n: ¡°Los estudiantes no acaban de ver la utilidad de poner una h en su sitio o eliminar una tilde all¨¢ donde la norma dice que no debe de estar¡±, confundiendo la duda (deber de) con la obligaci¨®n (deber) por en¨¦sima vez en este peri¨®dico.¡ª Julio Llamazares.
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