?Antipol¨ªtica, pol¨ªtica negativa o regeneraci¨®n?
Los resultados de Italia pueden servir a los partidos para valorar los efectos de la corrupci¨®n
Ma?ana y el lunes se celebran elecciones generales en Italia. Los an¨¢lisis a posteriori de las grandes coaliciones y partidos transalpinos enfatizar¨¢n alg¨²n aspecto positivo de los resultados obtenidos, bien sea en el conjunto del pa¨ªs, en parte de ¨¦l o en alguna de los dos C¨¢maras (recu¨¦rdese que el sistema pol¨ªtico italiano es de bicameralismo perfetto, lo que implica la confianza de ambas C¨¢maras para poder gobernar). Todos clamar¨¢n particulares ganancias que les permitan reivindicar su derecho a existir y, por ende, justifiquen la pervivencia de un sistema de partidos altamente desprestigiado.
En realidad, solo una de las formaciones concurrentes podr¨¢ arrogarse un ¨¦xito neto, claro e incuestionable. No por ser temido, el considerable avance en las urnas del Movimiento Cinco Estrellas (Movimento Cinque Stelle) ser¨¢ menos doloroso para los partidos del estamento pol¨ªtico dirigente. Su ¨¦xito electoral se habr¨¢ basado en lo que los polit¨®logos anglosajones denominan single issue politics, o contiendas electorales concentradas en un ¨²nico asunto. El hartazgo de buena parte de los ciudadanos italianos hacia su corrupta clase pol¨ªtica y sus malas pr¨¢cticas clientelares habr¨¢ llevado a los votantes estelares a optar por la ¨²nica formaci¨®n que n¨ªtidamente propone romper con todo lo ya conocido. ?Cabe etiquetar tales propuestas y comportamientos como antipol¨ªticos o pol¨ªticos negativos o es m¨¢s ajustado entrever en los resultados electorales una reacci¨®n ciudadana a fin de regenerar la partitocracia esclerotizada italiana?
Recu¨¦rdese que el Movimiento Cinco Estrellas ha renunciado durante la campa?a electoral a su presencia en los medios de comunicaci¨®n tradicionales, a los que ha acusado de llevar una campa?a de desprestigio de su l¨ªder, el (ex)c¨®mico Beppe Grillo. Su raz¨®n de ser pol¨ªtica se basa en la democracia participativa desde abajo con una involucraci¨®n de sus adeptos en los procesos decisionales por v¨ªa telem¨¢tica. La utilizaci¨®n de la Red como cauce de comunicaci¨®n y participaci¨®n es, quiz¨¢, el rasgo m¨¢s innovador del Movimento. Mediante su uso generalizado por participantes y participados se han confirmado las potencialidades de las nuevas tecnolog¨ªas de la comunicaci¨®n para facilitar la evoluci¨®n pol¨ªtica democr¨¢tica. Se trata de una experiencia que emular¨¢n, a buen seguro, partidos y otros movimientos populares de ciudadanos indignados y desencantados con la vieja pol¨ªtica. Su gran reclamo electoral contra la corrupci¨®n ha sido el martillo pil¨®n de denuncia contra los abusos de los generosos reembolsos estatales al que legalmente acceden todas las listas electorales. Se ha cuestionado tambi¨¦n a la denominada dictadura de los bancos, a consecuencia de la cual los contribuyentes est¨¢n pagando doble para evitar un descalabro financiero a la griega. Sus propuestas econ¨®micas inciden en un enfoque ecologista, abrazando la teor¨ªa del decrecimiento (decrescita) e incentivando la creaci¨®n de empleo verde y evitando los dispendiosos subsidios estatales a las industrias contaminantes.
No son pocas las cr¨ªticas a la plausibilidad de las alternativas pol¨ªticas del Movimento. Se acusa a los grillistas (Grillini) de sostener una formaci¨®n ad personam como otras ya existentes en el sistema de partidos italiano, las cuales pretenden vehicular los deseos de poder personal y reticular de ambiciosos capitanes de industria o celebridades de todo pelaje. Permanecen, asimismo, las dudas de qu¨¦ pol¨ªticas y programas de actuaci¨®n concreta (policies) ser¨ªan capaces de acometer e implementar en las instituciones de Gobierno local, regional y nacional. Empero, son las actuaciones de los representantes estelares con car¨¢cter previo a la consulta electoral las que han persuadido en mayor medida a sus votantes de la credibilidad de sus intenciones. Recu¨¦rdese que sus representantes regionales electos en Piamonte, Emilia-Roma?a y Sicilia rechazaron sumas en concepto de compensaciones electorales superiores al mill¨®n de euros.
De la superaci¨®n del chalaneo y la corrupci¨®n depende la cohesi¨®n social
Pese a los distintos contextos y trayectorias sociopol¨ªticas, debe convenirse en ciertas similitudes societarias y culturales entre los dos pa¨ªses mediterr¨¢neos que hacen oportunas algunas reflexiones comparativas. ¡°Insoportable¡±, por ejemplo, ha sido tambi¨¦n el adjetivo utilizado en Espa?a para calificar los ¨²ltimos esc¨¢ndalos de corrupci¨®n en el seno del Partido Popular y, en particular, a la supuesta apropiaci¨®n irregular de dineros por parte de su extesorero, Luis B¨¢rcenas. No ha sido menor la indignaci¨®n por el posible reparto discrecional de cantidades en negro a dirigentes de dicha formaci¨®n. Es innecesario recordar los esc¨¢ndalos en los que se han visto ¡ªy contin¨²an vi¨¦ndose¡ª involucrados otros partidos gubernamentales en los tres niveles de la Administraci¨®n. Dicha evoluci¨®n en a?os recientes ha incrementado la desconfianza de los espa?oles en sus representantes pol¨ªticos y su desafecci¨®n en la vida pol¨ªtica.
Los efectos de higiene institucional provocados por los procesos de Mani pulite (Manos limpias), iniciados en Mil¨¢n en 1992, constituyeron un fulgor de decencia y de reacci¨®n contra las prebendas de los pol¨ªticos y la financiaci¨®n ilegal de los partidos italianos. Pero la casta pol¨ªtica reedit¨® su capacidad de adaptaci¨®n a lo que iba a ser la Segunda Rep¨²blica, haci¨¦ndola m¨¢s corruptible, si cabe, que la Primera. ?Est¨¢ Espa?a lejos de tales pr¨¢cticas y par¨¢metros de corrupci¨®n? La distancia entre ambos pa¨ªses es discutible, pero cabe certificar que la capacidad espa?ola por alcanzar los niveles italianos ha tenido una progresi¨®n geom¨¦trica ¨²ltimamente.
No se antoja exagerado certificar que nuestro pa¨ªs necesita de cirujanos de hierro, al modo expresado por el regeneracionista Joaqu¨ªn Costa, a fin de desactivar la corrupci¨®n que tanto condicion¨® a la Restauraci¨®n borb¨®nica (1874-1931). Se trataba entonces de un sistema caciquil donde, seg¨²n el pensador aragon¨¦s, predominaba ¡°el gobierno de los peores¡±. Las ideas regeneracionistas tuvieron un gran impacto en su tiempo, pero cayeron en saco roto. La regeneraci¨®n propugnada por Costa pretend¨ªa ¡°cerrar con siete llaves el sepulcro del Cid¡± y valorar en sus efectos reales las medidas modernizadoras y europeizadoras para mejorar las condiciones de vida de los espa?oles de la ¨¦poca.
El fracaso de tales ideas conform¨® uno de los factores m¨¢s decisivos en el proceso de desestructuraci¨®n que culmin¨® en nuestra devastadora Guerra Civil. Es inconmensurable transpolar mec¨¢nicamente escenarios del pasado a situaciones actuales y de futuro. Pero las implicaciones de los resultados electorales italianos pueden servir de acicate a los partidos del establishment pol¨ªtico espa?ol a fin de ponderar su incapacidad por la regeneraci¨®n entendida como ant¨®nimo de corrupci¨®n. De la superaci¨®n de las pol¨ªticas negativas del chalaneo y la corrupci¨®n en Espa?a e Italia depende, adem¨¢s, que podamos preservar la cohesi¨®n social de quienes habitamos la m¨¢s espaciosa casa com¨²n europea.
Luis Moreno es profesor de Investigaci¨®n del CSIC en el Instituto de Pol¨ªticas y Bienes P¨²blicos (IPP-CCHS).
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