?frica toma la delantera en el pago con m¨®vil
Esta entrada ha sido escrita por nuestro colaborador Alberto Eisman(@ajeisman) desde Uganda.
Fuente: Safaricom, Kenia.
El Mobile World Congress que se inaugura hoy en Barcelona incluir¨¢ entre sus novedades las mejoras en la llamada tecnolog¨ªa NFC (Near Field Communications), que permite realizar pagos a trav¨¦s del tel¨¦fono m¨®vil. Esta tecnolog¨ªa se estableci¨® hace ya un a?o en la capital catalana, pero el reto ahora es popularizar el pago ¡°sin contacto¡± a trav¨¦s del tel¨¦fono m¨®vil.
Lo que no cuentan los gur¨²s de la telefon¨ªa es que en este asunto los pa¨ªses ricos no hacen m¨¢s que seguir el ejemplo de ?frica, que hace casi una d¨¦cada revolucion¨® las transacciones financieras con este sistema.
Los or¨ªgenes de este m¨¦todo se remontan a un mecanismo que la compa?¨ªa de telefon¨ªa m¨®vil keniana Safaricom introdujo en el a?o 2005 llamado sambaza (compartir) el cual permit¨ªa a sus usuarios regalar parte del saldo de sus tel¨¦fonos a otro usuario. Una vez que se extendi¨® esta pr¨¢ctica, en el a?o 2007 la misma compa?¨ªa telef¨®nica irrumpi¨® en el mercado lanzando su servicio M-Pesa (pesa significa dinero en suajili) para que los usuarios (debidamente registrados e identificados) pudieran enviar dinero a otros usuarios.
De manera masiva y en un tiempo r¨¦cord, los usuarios urbanos se encargaron de extender la pr¨¢ctica a todo el pa¨ªs. Al enviar regularmente dinero a sus parientes que viv¨ªan en el campo, les ahorraban el engorro de tener que desplazarse hasta la sucursal de banco m¨¢s pr¨®xima. No solo se limitaron a transacciones de dinero en met¨¢lico, sino que poco a poco diferentes compa?¨ªas de servicios aceptaron los pagos por m¨®vil y en unos cuantos meses se pod¨ªa pagar la factura del agua, de la electricidad, se pod¨ªan hacer transferencias internacionales e incluso las matr¨ªculas de algunos colegios a trav¨¦s de ese mecanismo, el primero de ?frica en su g¨¦nero y uno de los primeros del mundo (hay referencias de un sistema parecido en Filipinas algunos meses antes).
La operadora telef¨®nica se arriesg¨® mucho, porque se adentraba en un campo donde hab¨ªa un evidente vac¨ªo legal: ?una compa?¨ªa telef¨®nica que funcionaba como un banco? Para cuando los legisladores se pusieron manos a la obra para cortar las alas al sistema, ¨¦ste se hab¨ªa extendido tanto que no hab¨ªa ya manera de pararlo. En el a?o 2012 los usuarios de M-Pesa solamente en Kenia eran ya 17 millones (el 40,8% de la poblaci¨®n). Despu¨¦s del ¨¦xito inicial, el sistema se extendi¨® r¨¢pidamente a los pa¨ªses lim¨ªtrofes del ?frica Oriental, a Sud¨¢frica, a India e incluso a Afganist¨¢n. Ahora, cada operadora telef¨®nica cuenta con su sistema de pago por m¨®vil, el cual pertenece ya a la rutina diaria del cliente de estos pa¨ªses que puede efectuar pagos en cuesti¨®n de segundos, sin aparecer por banco alguno, de manera segura e incluso utilizando los modelos de tel¨¦fono m¨¢s b¨¢sicos (puesto que se basa no en una aplicaci¨®n particular, sino en el sistema de mensajer¨ªa m¨®vil).
Por eso me sorprende que estas nuevas utilidades sean anunciadas en los portales de tecnolog¨ªa europeos con tanto bombo y platillo. Aqu¨ª son ya historia pasada: los usuarios locales ¨C callada y discretamente ¨C llevan a?os siendo capaces de hacer transacciones y efectuar pagos que los flamantes aparatitos y sus correspondientes apps eran hasta ahora incapaces de ejecutar. Los africanos han suplido con ingenio la falta de tecnolog¨ªa puntera y son hoy una muestra de un sector que cumple perfectamente las expectativas de sus clientes y dentro de un mercado vibrante y en continua expansi¨®n. Para que luego digan que ?frica va para atr¨¢s...
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