La denuncia de los mas¨¢is que llev¨® a la cancelaci¨®n de un megaproyecto tur¨ªstico en Tanzania
La noticia llega tras a?os de denuncias por parte de comunidades ind¨ªgenas y organizaciones civiles sobre abusos de derechos humanos en el Parque Nacional de Ruaha
![Un grupo de mas¨¢is en el cr¨¢ter de Ngorongoro durante la celebraci¨®n de Enkipaata, un rito de paso ancestral celebrado para establecer grupos de edad entre los miembros varones de esta tribu el 23 de junio de 2024.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/OSIFOOTWQZBEXOIIU25SXXJAX4.jpg?auth=e59327335d5ed4f839e13e474ab06581c57046864e19b4208180cd631249640c&width=414)
La cancelaci¨®n de un megaproyecto tur¨ªstico en el Parque Nacional de Ruaha en Tanzania a finales de enero, financiado por el Banco Mundial, es el m¨¢s reciente episodio de una lucha por la defensa de los derechos humanos y la propiedad de la tierra de comunidades ind¨ªgenas africanas. Esta historia de apropiaci¨®n de tierras para usos tur¨ªsticos y recreativos comenz¨® hace m¨¢s de 40 a?os y ha enfrentado a comunidades ind¨ªgenas, centros de investigaci¨®n y a organismos internacionales con el Gobierno tanzano. Pero, para el Instituto Oakland, que public¨® un informe que despert¨® el inter¨¦s medi¨¢tico por el caso, la batalla a¨²n no ha terminado. ¡°Esto env¨ªa un mensaje claro al Gobierno de que los d¨ªas de impunidad por abusos de derechos humanos en nombre de la conservaci¨®n est¨¢n llegando a su fin¡±, ha asegurado a EL PA?S Anuradha Mittal, directora del instituto. El Banco Mundial no ha respondido a la solicitud de entrevista de este diario.
La instituci¨®n financiera lanz¨® el proyecto Proyecto de Gesti¨®n Resiliente de los Recursos Naturales para el Turismo y el Crecimiento (REGROW) en 2017 con el objetivo de impulsar el turismo en el sur de Tanzania, una regi¨®n menos conocida que los safaris y el monte Kilimanjaro del norte. Esto ayudar¨ªa al Gobierno a lograr su meta de generar 6.000 millones de euros en ingresos provenientes de los cinco millones de turistas previstos para 2025.
Pero varias instituciones alertaron de las consecuencias de este proyecto y de los antecedentes de la expansi¨®n del parque. En octubre, el Grupo de Trabajo de Naciones Unidas present¨® los resultados de un estudio de impacto de REGROW, el proyecto en el que el Banco Mundial invertir¨ªa 150 millones de euros, y manifest¨® ¡°su profunda preocupaci¨®n¡±. En una carta, el Grupo de Trabajo se refiri¨® a denuncias de ¡°ejecuciones arbitrarias, desapariciones forzadas, uso excesivo de la fuerza, violencia, incluidas violaciones de mujeres, tortura y tratos inhumanos o degradantes contra las personas que viven en las ¨¢reas fronterizas del Parque Nacional de Ruaha por parte de los guardaparques¡±. Las denuncias de abusos sistem¨¢ticos de derechos humanos hacia las comunidades llevaron a que el pasado 21 de enero el proyecto fuese cancelado. Dos mas¨¢is fueron quienes dieron la voz de alerta.
Uno de ellos ha hablado con EL PA?S en condici¨®n de anonimato: ¡°El 25 de octubre de 2022, la Ministra de Tierras y Vivienda, Angeline Mabula, orden¨® p¨²blicamente a todos los agricultores y pastores que nos encontr¨¢bamos en la zona de expansi¨®n del parque a que abandon¨¢ramos nuestros hogares y tierras de cultivo¡±, explica. La raz¨®n fue el inicio de la implementaci¨®n del proyecto: ¡°Ah¨ª empezaron los desalojos y la expropiaci¨®n del ganado, tierras de cultivo, escuelas, dispensarios, mezquitas e iglesias¡±.
Las comunidades afectadas contactaron con el Instituto Oakland para multiplicar el alcance de sus denuncias: ¡°En abril de 2023, enviamos una carta al Banco Mundial con sus preocupaciones. Al no tomar medidas, en junio presentamos una solicitud de inspecci¨®n en nombre de los ind¨ªgenas¡±, explica la directora. En septiembre publicaron un informe que expuso algunos desgarradores testimonios de las v¨ªctimas. ¡°Los guardaparques me agredieron y confiscaron mi ganado. Como propietario de los animales, no ten¨ªa m¨¢s opci¨®n que seguirlos, por lo que fui severamente golpeado. Sent¨ª que iba a morir. Los animales tambi¨¦n fueron torturados. No comieron ni bebieron agua durante seis d¨ªas¡±, dice un pastor citado en el documento.
En mitad del proceso de inspecci¨®n, el Banco Mundial suspendi¨® los desembolsos para el proyecto en abril de 2024, citando como principales razones ¡°el incumplimiento por parte del gobierno de Tanzania de sus obligaciones ambientales y sociales, la planificaci¨®n de los reasentamientos involuntarios en el Parque Nacional de Ruaha (RUNAPA), as¨ª como la ausencia de un mecanismo de reparaci¨®n de agravios y quejas¡±. Pero la suspensi¨®n no detuvo los abusos, seg¨²n las denuncias, y los graves incidentes a manos de los rangers de los Parques Naturales de Tanzania (TANAPA) continuaron.
![Un l¨ªder mas¨¢i del ?rea de Conservaci¨®n de Ngorongoro (NCA), quien pidi¨® no ser reconocido por miedo a represalias, posa para un retrato en la aldea de Karatu, Tanzania el 19 de septiembre de 2024.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/ES5B4VBOVJDHNAAAWH75PYRNDI.jpg?auth=a8b92e4005787b5e21dcadf80d2690e253ec45f1db1f429312ba4d9ef8869209&width=414)
Esto llev¨® a que el pasado 18 de octubre, un Grupo de Trabajo de la ONU formado por nueve relatores especiales de diferentes mandatos, enviara una carta al gobierno de Tanzania denunciando todas las violaciones cometidas contra las comunidades. Ese fue el principio del fin de REGROW, seg¨²n Aua Bald¨¦, experta en desapariciones forzadas y representante de la secci¨®n africana del Grupo de Trabajo de la ONU.
Una cronolog¨ªa de los abusos
Ruaha es una regi¨®n clave debido a su importancia ecol¨®gica y econ¨®mica donde los pueblos Sangu, Maasai y Datoga han habitado hist¨®ricamente. All¨ª, los problemas empezaron en 1980 cuando los proyectos de irrigaci¨®n del Gran R¨ªo de Ruaha alteraron su flujo, causando la interrupci¨®n del agua en la presa de Mtera en 1993. El gobierno atribuy¨® la degradaci¨®n ambiental y la escasez el¨¦ctrica a las actividades a los pastores, algo que fue rebatido casi dos d¨¦cadas despu¨¦s por el relator especial de la ONU sobre derechos de los pueblos ind¨ªgenas, James Anaya. El relato atribuy¨® esos problemas a las grandes explotaciones agr¨ªcolas de la zona.
En 1998, parte del humedal de Ihefu se incorpor¨® a la Reserva de Caza de Usangu, redefiniendo sus fronteras y forzando el desalojo de pescadores y pastores. Las comunidades aceptaron los nuevos l¨ªmites, permitiendo ¨²nicamente la caza deportiva y la investigaci¨®n cient¨ªfica.
Pero, en mayo de 2006, el Gobierno tanzano lanz¨® la ¡°Operaci¨®n Antiganado¡±, que result¨® en el desalojo forzoso de 1.000 familias de diferentes etnias. Diecis¨¦is aldeas fueron desmanteladas y m¨¢s de 20.000 cabezas de ganado incautadas por la polic¨ªa, los guardaparques de TANAPA y las unidades contra la caza furtiva en 2007, preparando el terreno para lo que vendr¨ªa al a?o siguiente.
En 2008, el gobierno aprobaba la ampliaci¨®n del Parque Nacional Ruaha y la inclusi¨®n de la Reserva de Caza Usangu y los humedales de Ihefu. La expansi¨®n inclu¨ªa tierras legalmente registradas donde viv¨ªan las comunidades, aunque sus habitantes nunca fueron consultados ni se obtuvo su consentimiento libre, previo e informado, algo que atenta contra la Declaraci¨®n de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Ind¨ªgenas. ¡°Los esfuerzos del Consejo del Distrito de Mbarali y los desaf¨ªos legales impidieron los desalojos inmediatos tras el anuncio, y las comunidades locales permanecieron en la zona¡±, recoge este informe del Instituto Oakland.
A pesar de no haber sido expulsados, los abusos continuaron. El Instituto Oakland cita en su informe hechos como el asesinato del pescador William Nundu en 2021 y de otros dos j¨®venes pastores: Sandu Masanja, de 25 a?os, y Ngusa Salawa, de 14. Tambi¨¦n se refiere a la agresi¨®n de seis rangers contra un pastor y a tres mujeres mas¨¢is en 2023, quemando con un cuchillo caliente al primero, y desnudando y golpeando a las segundas. El 27 de agosto, un l¨ªder de Chama Cha Wafugaji Tanzania entreg¨® al Banco Mundial una lista con 13 personas asesinadas por los guardabosques entre 2017 y 2021. ¡°La magnitud de estas violaciones es enorme y pone en riesgo sus vidas, sus medios de subsistencia y su patrimonio cultural¡±, comenta Bald¨¦.
A finales de 2023, se hizo efectiva la Nota Gubernamental 754, que duplicaba oficialmente el tama?o del parque y confirmaba los l¨ªmites establecidos en 2008, afectando a 21.250 residentes de 23 pueblos en el parque.
Ahora, el informe del Grupo de Trabajo de la ONU ha sido determinante para la cancelaci¨®n del proyecto, al se?alar que desde 2021 ¡°las autoridades han estado confiscando animales a los residentes, subast¨¢ndolos y multando a sus propietarios¡±. Desde ese a?o hasta marzo de 2024, m¨¢s de 18,000 cabezas de ganado fueron incautadas. Godwell Meing¡¯ataki, Comisionado Asistente de Conservaci¨®n de RUNAPA, indic¨® que ¡°12.758 vacas y cabras fueron capturadas en el parque durante 2021/2022¡å, lo que permiti¨® a la agencia recaudar alrededor de medio mill¨®n de euros.
![Un grupo de turistas montados sobre un todoterreno de una compa?¨ªa de safaris contempla una puesta de sol en el parque nacional del Serengeti, Tanzania el 14 de septiembre de 2024](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/4S5KIHDFQRFQ7NYJHPRVPTUBT4.jpg?auth=66e2e571077e9275a76f835cf15813cf9089fa5c75818232d3aa69d316588a2b&width=414)
Esperanzas y demandas de las comunidades
Balakrishnan Rajagopal, relator especial de la ONU sobre el Derecho a una Vivienda Adecuada y miembro del Grupo de Trabajo, reconoce que Tanzania ¡°tiene derecho¡± a promover proyectos para promover el turismo y el desarrollo pero advierte de que ¡°debe garantizar que beneficien a los pastores y respeten sus derechos, dignidad y autonom¨ªa¡±.
Los desalojos forzosos tienen, adem¨¢s, implicaciones culturales para las poblaciones ind¨ªgenas como los mas¨¢is. Uno de ellos es ¡°la p¨¦rdida de lugares ceremoniales y ¨¢reas medicinales¡±, explica Nelson Ole Reiyia, cofundador de Nashulai, un proyecto liderado por mas¨¢is en Kenia cuyo modelo de conservaci¨®n se centra en transmitir conocimientos ancestrales ind¨ªgenas. ¡°El capitalismo y las grandes empresas dicen que no somos buenos para la conservaci¨®n, pero a lo que realmente se refieren es que no somos buenos para la industria tur¨ªstica¡±, a?ade.
El Instituto Oakland ha interpelado al gobierno para que, ahora, revierta los l¨ªmites del parque. ¡°Hasta que el gobierno no revierta los l¨ªmites del Parque Nacional Ruaha a las fronteras de 1998, las vidas de m¨¢s de 84.000 personas seguir¨¢n en suspenso¡±, afirma la directora.
En un documento elaborado por las comunidades afectadas, al que EL PA?S ha tenido acceso, las v¨ªctimas tambi¨¦n expresan una serie de demandas al gobierno: ¡°Pedimos que se retiren las balizas que marcan la expansi¨®n del parque, el reembolso de las multas pagadas por los pastores para recuperar su ganado, el valor del ganado subastado, la compensaci¨®n por la p¨¦rdida de producci¨®n agr¨ªcola durante tres temporadas y la indemnizaci¨®n para las v¨ªctimas de la violencia perpetrada por Parques Naturales de Tanzania¡±, concluyen.
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M¨¢s informaci¨®n
![Protesta de los mas¨¢is en la carretera que une el ?rea de Conservaci¨®n de Ngorongoro con el Parque Nacional del Serengeti, en Tanzania, el 18 de agosto. Foto cedida por asistentes a la protesta.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/QZE5NJSDYRASHEAYKMYIK53QYY.jpeg?auth=25f2c1171f8e360b576c820695189bd6ddf51844f418f860ecbf7cc7039bd08c&width=414&height=311&smart=true)
¡°Prefiero morir antes que irme¡±: as¨ª se gest¨® la in¨¦dita protesta mas¨¢i contra un plan de desalojo
![Un mas¨¢i contempla el lago Seneto, en el ¨¢rea de conservaci¨®n de Ngorongoro, en el norte de Tanzania.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/V4ZVORCO7JGW3EUPHVTK5DZE5Q.jpg?auth=e698bf3580b219fc328f04203863d63cacbbb625775a96dd6444f365d68fd2f0&width=414&height=311&smart=true)