Lola Herrera: ¡°He sabido arrugarme con dignidad¡±
Lola Herrera es una de las grandes damas del teatro espa?ol. 'Cinco horas con Mario' en teatro y 'Funci¨®n de noche' en cine, han marcado su carrera. Cl¨¢sica viva, es hoy adem¨¢s un referente de la mujer mayor.
Recibe en el piso donde se exhibe Bababa, la colecci¨®n de moda que decidi¨® dise?ar ¨Cy vender¨C porque no encontraba ropa con la que sentirse a gusto. Una colecci¨®n de pantalones, faldas y blusas en tejidos nobles y colores joya. Piezas importantes, con peso, simples y elegantes como la ca¨ªda de un tel¨®n. Lola Herrera ¨C77 a?os, 65 de oficio, porte regio, cutis resplandeciente¨C se pone a nuestras ¨®rdenes como una meritoria. As¨ª ha sido la carrera de esta actriz que ni se plantea bajarse del escenario. Discreta, s¨®lida, perdurable. Desde que diera la campanada con Cinco horas con Mario y Funci¨®n de noche (1981) ¨Cpel¨ªcula que recreaba su crisis de pareja con su exmarido, Daniel Dicenta¨C, el ¨²nico esc¨¢ndalo de la Herrera ha sido su trabajo.
PREGUNTA: Los medios no le hemos hecho mucho caso.
RESPUESTA: Soy una mujer de carrera de fondo, he estado en todos los amenes, pero debo de ser bastante invisible, no debo de despertar simpat¨ªa ni antipat¨ªa. He hecho el camino de la vida y el oficio en el pelot¨®n del centro, y estoy c¨®moda.
P: Sin embargo, a estas alturas se la considera una cl¨¢sica.
R: El camino se hace al andar, y el m¨ªo ha sido largo; si algo me avala, es mi trabajo, porque mi vida personal he querido guardarla muy bien.
P: ?Ha habido un hito en su carrera a partir del cual se sinti¨® reconocida por el p¨²blico y la cr¨ªtica?
R: Por el p¨²blico me he sentido reconocida y querida siempre. Luego son los medios los que te dan y te quitan. A partir de Cinco horas con Mario me tuvieron m¨¢s en cuenta. A¨²n recuerdo la cr¨®nica de Haro Tecglen en la que hablaba de ¡°prestigio¡±, me impact¨®. Eso y la pel¨ªcula Funci¨®n de noche, donde, bueno, hab¨ªa un desnudo integral m¨ªo, de quedarme al descubierto, y que fue una cosa bastante fuerte, aunque yo solo me diera cuenta despu¨¦s.
P: Un desnudo sin quitarse la ropa. ?No calibr¨® la revoluci¨®n que supon¨ªa ese ¡®strip-tease¡¯ ¨ªntimo en aquella ¨¦poca?
"He hecho el camino de la vida y del oficio en el pelot¨®n del centro"
R: Surgi¨® de forma absolutamente casual, y yo confi¨¦ porque estaba en las mejores manos: las de Josefina Molina y Pepe S¨¢mano. ?ramos amigos, les cont¨¦ mi vida en un momento de crisis, y juntos pensamos que mi experiencia pod¨ªa servir para algo. Imag¨ªnate que luego pon¨ªan la pel¨ªcula hasta en terapia de psiquiatras. Sirvi¨® para mucho. Fue una buena cosa.
P: ?Fue una apuesta para disparar su carrera?
R: En mi carrera no hay estrategia, yo he hecho todo lo que ha ca¨ªdo en mis manos, y muchas cosas que no me gustaban, porque hab¨ªa que comer, y cuando te dedicas a una profesi¨®n, lo importante es estar. Todo lo que haces no puede ser maravilloso, pero de lo que no lo es tambi¨¦n aprendes: lo que se puede salvar de lo insalvable, hasta d¨®nde puedes dominar algo. Lo que s¨ª he tenido es una intuici¨®n incre¨ªble cuando ha pasado algo por mi lado, porque yo no he ido a buscar nada. Hab¨ªa una primera l¨ªnea que no pod¨ªa hacerlo todo, y lo que desechaban nos ca¨ªa a las del pelot¨®n.
P: ?Qui¨¦n estaba en esa primera l¨ªnea?
R: Pues cinco o seis actrices de mi cuerda.
P: ?La Ponte?
R: Nooo, la Ponte tambi¨¦n era de segunda l¨ªnea [r¨ªe]. No quiero nombrar, porque adem¨¢s estoy muy contenta con lo que me ha tocado. No he querido hacer nunca lo de las dem¨¢s y no me daba tiempo ni a so?ar con nada. Cuando pensaba en personajes cl¨¢sicos, pues los hab¨ªa visto ya tan bien hechos, que pensaba: a otra cosa. F¨ªjate que me propuso hacer Un tranv¨ªa llamado deseo ?ngel Garc¨ªa Moreno, y, a punto de ensayar, me ofrecieron Las amargas l¨¢grimas de Petra von Kant, una versi¨®n mexicana, reducida, horrible, y con todo y con eso la quise hacer.
P: Esa es la intuici¨®n de la que habla.
R: S¨ª, ll¨¢malo ojo. Habl¨¦ con Garc¨ªa Moreno, y resulta que ¨¦l hab¨ªa tenido en cartera la Petra y no hab¨ªa logrado que ninguna actriz lo hiciera porque la protagonista ten¨ªa amores con otra mujer. Entonces parec¨ªa que daba mal cartel. Y yo siempre he pensado que una actriz tiene que hacer de asesina a prostituta porque tiene que ser un reflejo de la sociedad.
P: Con ¡®Cinco horas con Mario¡¯ y 'Funci¨®n de noche¡¯ s¨ª arriesg¨®.
R: La historia de Cinco horas con Mario no la sabe mucha gente: yo hice una versi¨®n y dije que no segu¨ªa porque no me gustaba. Entonces yo busqu¨¦ con qui¨¦n hacerla: a Pepe S¨¢??mano, Pepe busc¨® a Josefina Molina, y estrenamos. La versi¨®n anterior era un horror lleno de simbolismos. Me la jugu¨¦, porque no sab¨ªa lo que iba a decir Delibes, pero ¨¦l me dijo: ¡°El texto es tuyo¡±.
P: Ah¨ª s¨ª que hizo algo para conseguir algo. Se tir¨® a la piscina.
R: S¨ª. No s¨¦ nadar, pero tiene su v¨¦rtigo, y su morbo. Yo he vivido siempre en la cuerda floja, y me gusta. Las seguridades me molestan. Por una parte las a?oro, es duro vivir en la inseguridad, pero aprend¨ª desde peque?a.
P: ?Por qu¨¦?
R: Porque nac¨ª un a?o antes de la guerra; la guerra fue terrible, la posguerra mucho m¨¢s, yo era hija de un ferroviario, y no es que no se llegara a fin de mes, es que ni a medio mes. He vivido con necesidades desde que abr¨ª los ojos. ?ramos seis hermanos, murieron dos, y yo era la mayor. He visto de todo.
P: ?C¨®mo empez¨® en esto?
R: Yo cantaba, exactamente igual que Irma Vila, una mexicana llena de falsetes. Entonces se cantaba mucho: en las casas, los patios, las calles. Unos vecinos me apuntaron a un concurso de la radio y gan¨¦. Empec¨¦ a los 12 a?os y los 14 dije que ya no cantaba m¨¢s porque no quer¨ªa imitar a nadie. Quer¨ªa ser yo, buena, mala o regular.
P: ?Siempre ha buscado su individualidad?
R: Ser la imitaci¨®n de algo es como no ser nada: un h¨ªbrido extra?o entre t¨², lo que quieres ser, y lo que no eres. Un l¨ªo muy grande. Entonces digo que no quiero cantar, pero me quedo en Radio Valladolid. Era una ni?a prodigio de la ¨¦poca. Me pusieron a hacer un personaje, el Pajarito Azul¨ªn, al que los padres mandaban cartas para sus ni?os. Hasta que decid¨ª que no quer¨ªa estar en Valladolid y me fui a Madrid. Ten¨ªa 22 a?os.
P: ?Se le qued¨® peque?o ese mundo?
R: Sabes lo que no quieres, pero lo que quieres es muy dif¨ªcil saberlo. Ten¨ªa el horizonte a un palmo de los ojos, y no pod¨ªa. Vine a una prueba en la SER. Antonio Calder¨®n, el director del cuadro de actores, me la hizo un viernes y me dijo que fuera el lunes de oyente. Pero yo le repliqu¨¦ que ten¨ªa que ganar dinero porque no me pod¨ªa mantener en Madrid. As¨ª empec¨¦. Cobraba 45 pesetas diarias y pagaba 30 de pensi¨®n. Con las otras 15 ten¨ªa que vivir: apuntaba todo lo que me gastaba.
P: ?C¨®mo era ese Madrid?
"Cuanto m¨¢s he
pasado y m¨¢s
dificultades he tenido, mejor he actuado"
R: ?Se abri¨® el horizonte que le ahogaba en Valladolid? Era todo. La Gran V¨ªa me parec¨ªa Nueva York; la entrada de la radio, las puertas de Hollywood, te lo juro. No he tenido una etapa m¨¢s feliz que esa b¨²squeda de algo que no sab¨ªa ad¨®nde me llevaba. Yo no entr¨¦ en un cine de la Gran V¨ªa hasta un par de a?os despu¨¦s, cuando ya ten¨ªa un novio que me invitaba, pero ir por la calle y ver gente pasar me parec¨ªa lo m¨¢s que me pod¨ªa ocurrir en la vida.
P: ?De qu¨¦ se nutre una actriz autodidacta?
R: Para dedicarse a esto hace falta ser esponja y empaparse y alimentarse de todo lo que a lo mejor pasa desapercibido a los dem¨¢s, tambi¨¦n de la experiencia. Acumulas y haces un ba¨²l que es tu base de datos, el almac¨¦n del que tiras.
P: ?Cree que hoy es mejor actriz?
R: ?Se gana con los a?os? No s¨¦, mi carrera est¨¢ llena de altibajos. Para la creatividad tambi¨¦n hay momentos f¨¦rtiles y secos. Cuanto m¨¢s he pasado y m¨¢s dificultades he tenido, lo he hecho mejor. Por eso no me asusta la dificultad; los inconvenientes ayudan a no instalarte, a busc¨¢rtelas.
P: ?Hubo un momento a partir del cual se sinti¨® due?a de su oficio, en el que alcanz¨® la velocidad de crucero?
R: S¨ª, claro, pero no soy una mujer de esas con una seguridad aplastante. Oigo hablar y me quedo asombrada, porque yo no estoy segura de casi nada. Indudablemente s¨¦ que yo soy una mujer de esto, que este es mi oficio, pero yo creo que esto es mucho m¨¢s que un oficio, es una inspiraci¨®n. Es inventarte la oportunidad, porque creo que el ¨¦xito existe, pero no es lo que la gente pregona continuamente.
P: ?Y qu¨¦ es para usted el ¨¦xito?
R: Poder hacer todos los d¨ªas lo que a uno le gusta, pero no necesariamente con una repercusi¨®n de primera l¨ªnea. Que cada uno vaya al ritmo que quiera, y al que quiera batallar por ser el primero, dejarle el paso libre. Deb¨ªa de haber lugar para que la gente optase por el ritmo y la cuant¨ªa del ¨¦xito en funci¨®n de lo que le nutre a ¨¦l. Pienso que hay que poner el alma en las cosas. La cabeza est¨¢ para pensar, sopesar, decidir, pero si las cosas no tienen alma¡
P: ?El p¨²blico lo nota?
R: Divinamente. Es una corriente, un flujo, en el escenario se nota todo. Y he estado a?os haciendo funciones en las que nadie se re¨ªa en absoluto, porque en el drama es m¨¢s dif¨ªcil captar las sensaciones. Pero sabes cu¨¢ndo el p¨²blico est¨¢ o cu¨¢ndo se te ha ido. Adem¨¢s, en este trabajo nuestro est¨¢ el personaje, y a veces se te va suelto y lo tienes que enganchar. Es un juego.
P: ?Eso que dicen los escritores de que el personaje tiene vida propia?
R: Bueno, el personaje est¨¢ bastante sujeto, pero hay momentos en el teatro absolutamente m¨¢gicos y que quieres disfrutarlos, que no quieres controlar. Hay hasta una sensaci¨®n de aterrizaje forzoso cuando te das cuenta de que est¨¢s volando.
P: ?Ese ¡®flujo¡¯ del que hablan los artistas y que llegan a comparar con un orgasmo?
R: Bueno, yo, a estas alturas, de este orgasmo s¨¦ bastante m¨¢s que del otro [r¨ªe]. Pero s¨ª. Fluye algo que no controlas y por lo que quieres dejarte llevar. Y eso es maravilloso, lo mejor de mi profesi¨®n. Por eso se sube una todos los d¨ªas a las tablas.
P: En ¡®Funci¨®n de noche¡¯, usted y su exmarido, Daniel Dicenta, que llevaban separados 15 a?os, hablaban de su crisis de pareja, de su sexualidad, de sus traumas, en una ¨¦poca, 1981, en la que ni siquiera estaba legalizado el divorcio. Para eso hace falta valor.
R: Mira, lo que hace falta en la vida para hacer las cosas es necesidad. Luego dir¨¢n que es valor y temeridad y arrojo, y te colgar¨¢n medallas. Pero, y hablo desde lo que s¨¦ de m¨ª, lo m¨ªo no fue valor, porque cuando esto explot¨® y vi la reacci¨®n en mi entorno, me asust¨¦. Lo que pasa es que cuando sal¨ª del susto, sal¨ª tan fortalecida que, vamos, a m¨ª ya me pueden poner enfrente a quien sea. El miedo a muchas cosas desapareci¨®, porque fui muy juzgada y prejuzgada por esa pel¨ªcula. Pas¨¦ lo m¨ªo.
Lola Herrera (Valladolid, 1935) es la mayor de los seis hijos de un ferroviario y un ama de casa, Dolores (en la imagen, con ella de ni?a), una mujer ¡°de una pieza¡± que muri¨® hace cuatro a?os dej¨¢ndola ¡°hu¨¦rfana como una ni?a¡±. Desde que comenz¨® a cantar con 12 a?os en Radio Valladolid, ha protagonizado docenas de montajes teatrales, siendo ¡®Cinco horas con Mario¡¯, de Miguel Delibes, la obra m¨¢s emblem¨¢tica de su carrera.
M¨¢s volcada en el teatro que en el cine, la pel¨ªcula 'Funci¨®n de noche' (Josefina Molina, 1981), que protagoniz¨® junto a su exmarido, Daniel Dicenta, supuso, sin embargo, una revoluci¨®n al abordar la crisis de pareja y de identidad de una mujer, ella misma, ¡°en una ¨¦poca en la que todo eso era un tab¨² y en la que las mujeres no pint¨¢bamos nada¡±.
La televisi¨®n ('Un paso adelante', 'Las chicas de oro') y la publicidad (Actimel) han terminado de convertirla en un referente de c¨®mo envejecer bien ante las c¨¢maras.
P: ?Se lio parda?
R: Se lio bastante parda para la ¨¦poca. Tuvo una repercusi¨®n muy fuerte, la gente no quer¨ªa hablar de ello, era tab¨². Yo viv¨ª unas experiencias penosas. Mis hijos se enfadaron. Yo no era consciente de que al sacar mi vida los sacaba a ellos, y no lo tuve en cuenta. La verdad es que no pens¨¦ nada, solo adelante, adelante, adelante.
P: ?Fue un desahogo casi suicida?
R: Pues s¨ª, pero es lo mejor que hecho por m¨ª. Eso me ha valido mucho para el resto de mi vida [se emociona], me ha quitado todos los traumas y las angustias y me ha dado una fuerza muy grande como persona. Soy otra, me ha afianzado en la vida, en mis pensamientos, en mis deseos, en mis convicciones, en todo.
P: Hoy, ¡®Funci¨®n de noche¡¯ es de una modernidad absoluta, pero entonces tuvo que pagar el peaje de los pioneros
R: Se hablaba de cosas muy normales, de las que no se quer¨ªa hablar. No me di cuenta de que destap¨¦ el frasco de las esencias, que no ten¨ªa que haber destapado, seg¨²n algunos. Se hizo una lectura muy elemental. ?ramos dos seres, dos perdedores [se emociona], el uno frente al otro, y se hizo una historia de buenos y malos. A¨²n remueve. Daniel sufri¨® mucho, nunca me lo dijo, pero lo s¨¦. Y me parece injusto, porque ah¨ª no hab¨ªa ganadores ni perdedores; hab¨ªa dos desgraciados que no hab¨ªan entendido qu¨¦ les pasaba y no se hab¨ªan podido comunicar. Era m¨¢s sencillo, pero no se entendi¨®.
P: Sin embargo, hoy es usted un referente. Muchas mujeres de su edad piden su peinado. Es una especie de ¡®it-lady¡¯.
R: He sabido vivir el momento. He sabido cumplir a?os, arrugarme, perder la l¨ªnea, dejar de tener 58 cent¨ªmetros de cintura, todas esas cosas que se pierden por el camino y que no son tan importantes.
P: Muchas colegas suyas s¨ª han sucumbido a esa presi¨®n.
R: Cada uno es muy due?o de pagar el peaje que quiera, pero mi intuici¨®n, y volvemos a eso, me ha llevado por el camino de aceptar algo que es inexorable: el paso del tiempo. Eso s¨ª, cuidarme, adornarme, soy coqueta. Pero no renuncio a mis a?os, nunca me he quitado uno, me dar¨ªa la risa. Y eso es lo mejor que me ha pasado. Nunca me gust¨® jugar a ser jovencita, ni disfrazarme de nada, ni por fuera ni por dentro.
P: Ha creado su propia l¨ªnea de moda porque no encontraba ropa a su gusto. ?De d¨®nde le viene esa sensibilidad?
R: Por motivos familiares, siempre estuve cerca del oficio de la modister¨ªa, tan esclavo. Yo sab¨ªa lo que era una toile, pasar hilos; yo, con 16 a?os, sab¨ªa cortar una falda a capa. La cosa est¨¦tica me ha llamado mucho la atenci¨®n, he tenido siempre una idea del color y de lo que me gusta. Al final yo creo que uno tiene que estar de acuerdo consigo mismo, gustarse.
P: ?La imagen ayuda a estar bien por dentro?
R: Es fundamental. Esto tambi¨¦n me lo ha ense?ado la profesi¨®n. Lo mismo que cada personaje vive en una ¨¦poca y una situaci¨®n social determinada y se tiene que vestir de una manera, igual con las personas. Yo no es que sepa lo que me quiero poner, s¨¦ lo que no me puedo poner de ninguna forma, porque no soy yo. Al final te quedas con cuatro cosas.
P: Veo que usa el ordenador. ?Entiende este mundo?
R: No muy bien, pero no quiero quedarme descolgada. Quiero estar en el mundo mientras est¨¦. Tengo mi correo, mis archivos con mis cosas, aqu¨ª escribo. Eso s¨ª, yo lo utilizo, no quiero que me utilice. No s¨¦ de d¨®nde saca la gente tiempo para estar en Internet. Mi tiempo es m¨ªo.
P: Sigue trabajando. ?El teatro sigue siendo su alimento?
R: Es el eje de todo, mi nutrici¨®n y mi soporte. Y ese eje no s¨¦ si lo podre dejar alg¨²n d¨ªa, porque es el porqu¨¦ de todo lo dem¨¢s. No es lo ¨²nico, pero es la columna vertebral.
P: ?Entonces, estar en el paro es una fractura?
R: Me parece lo peor que le puede pasar a una persona. Se me parte el alma con el paro, y no te quiero decir los desahucios. Vivimos en un mundo inhumano. Me asusto, no puede ser lo que est¨¢ pasando. Anteayer est¨¢bamos como reyes. Y ahora dices: c¨®mo puede ser, toda esa gente nos ha vendido un mundo de mentira. Y los que pagamos el pato somos los de a pie.
P: Pero usted conoce la posguerra, el hambre, la escasez.
"Esto es una guerra. Los bombazos son la gente que se tira por el balc¨®n"
R: Esto es una guerra sin bombas, una guerra econ¨®mica. Los bombazos son que la gente se tira por los balcones. Las v¨ªctimas son las clases m¨¢s fr¨¢giles. Es de desalmados. Yo veo a esta se?ora alemana, Merkel, veo a nuestros pol¨ªticos que les est¨¢n ordenando lo que tienen que hacer y decir. Me parece bien que nos echemos manos, pero no al cuello. Pero esto que est¨¢ pasando con la econom¨ªa yo no lo entiendo, no s¨¦ para qu¨¦ querr¨¢n el dinero. Tanto dinero.
P: La baronesa Thyssen dice que, por muy rico que seas, no puedes desayunar dos veces.
R: Es que es obsceno, no s¨¦ para qu¨¦ quieren tanto, si todos vamos a durar m¨¢s o menos lo mismo. Pero resulta que nos suben el IVA hasta para que nos entierren. Uno se muere porque no tiene m¨¢s remedio, pero paga el 21% como si fuera al teatro, esa es otra. Los pobres no lo pueden pasar ni bien ni mal.
P: En ¡®Funci¨®n de noche¡¯ se lamentaba de ser una mujer inculta. ?Lo sigue pensando?
R: Cuando no se estudia y no se tiene una base, esa que la gente que la tiene da por supuesta, se echa infinitamente de menos. Yo he tenido unos agujeros negros en los que he ca¨ªdo hasta el fondo por esa falta de base. Luego vas adquiriendo tus propios conocimientos y dando a cada cosa la importancia que tiene. Aunque digan que no, sigue habiendo clases, y yo pertenezco a la clase obrera, de cuando iba con alpargatas. S¨¦ qui¨¦n soy y no quiero ser otra. Pero me gustar¨ªa saber m¨¢s, tengo avidez de saber.
P: Creo que ha vivido siempre con su madre y su t¨ªa. Lo suyo es un matriarcado.
R: Mi madre se fue hace cuatro a?os y me ten¨ªa que haber durado m¨¢s. Porque hemos estado toda la vida juntas, menos un ratito que estuve casada.
P: ?Se siente una hu¨¦rfana a los 77 a?os?
R: Totalmente, yo la orfandad la he sentido al irse mi madre, pero de ir diciendo mam¨¢ por la casa. Un vac¨ªo terrible, y todav¨ªa la busco, todav¨ªa la siento alrededor. Hay gente que no deja nada, y gente que deja una estela maravillosa.
P: Dec¨ªa que era del ¡°segundo nivel¡±, pero ustedes son una generaci¨®n de actrices y de mujeres muy potentes y singulares.
R: S¨ª, porque venimos todas del mismo sitio: un tiempo muy dif¨ªcil. Vivir una dictadura es muy duro, todo estaba prohibido. A quien no la ha vivido no le cabe en la cabeza, pero deb¨ªan informarse; echar una vista a la historia hace no repetirla.
P: Dice que estuvo casada un ratito. Tras su ruptura, ?se puso una armadura frente a los hombres?
R: No, me qued¨® susto, s¨ª, y miedo, es normal cuando fracasas. Y la separaci¨®n de dos personas que se adoraban es un fracaso, y muy doloroso. A m¨ª me cre¨® serios traumas, pero con el tiempo todo se supera. Adem¨¢s, mi afici¨®n por los hombres estaba clara, pero no he tenido suerte. La intuici¨®n ah¨ª s¨ª que me ha fallado, porque me he dejado llevar por otras cosas: el apasionamiento, un olor, esa cosa que son los sentidos. He conocido el amor, he vivido, no me quejo. Pero ha llegado un momento en el que he dicho: no, ni un hombre m¨¢s en mi vida.
P: ?Se ha quitado de los hombres, como dice Bibiana Fern¨¢ndez, y se ha dado a los bolsos?
R: Yo, ni a los bolsos [r¨ªe]. No he puesto el candado nunca, pero hace much¨ªsimo tiempo que decid¨ª no organizar mi vida con nadie. No he vuelto a vivir con un hombre, en eso soy un poco antigua. No he sido valiente porque creo que mis hijos no ten¨ªan que pagar mis gustos.
P: Cuando se mira al espejo, ?qu¨¦ ve?
R: Que estoy de acuerdo conmigo. He hecho lo que he podido en cada momento, he pensado en los dem¨¢s, he tirado de muchos carros. He sido responsable con lo que me correspond¨ªa, y con lo que no. He jugado las cartas que ten¨ªa. He vivido.
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