Si es africano no cambia nada

Esta tarde, a las 20:00 horas, Benedicto XVI dejar¨¢ vacante su puesto como l¨ªder de la Iglesia cat¨®lica y se retirar¨¢ del mundo. Ser¨¢ entonces cuando se abra el proceso para elegir al nuevo Papa. Muchas son las quinielas que estos d¨ªas aparecen en los distintos medios de comunicaci¨®n y en casi todas ellas suele incluirse a un par de cardenales africanos. No es de descartar que uno de ellos fuera elevado a la silla de Pedro. Sin embargo, lo que realmente deber¨ªa preocupar a los s¨²bditos del Sumo Pont¨ªfice no es el color de su piel, sino si esa elecci¨®n supondr¨ªa alg¨²n cambio para la Iglesia. Adelanto mi conclusi¨®n: independientemente de qui¨¦n sea elegido y de d¨®nde proceda el Vaticano seguir¨¢ anclado en su inmovilismo. Aunque, un Papa proveniente de otro continente podr¨ªa romper con el eurocentrismo que impera en la Iglesia.

Iglesia de San Pedro, en el Vaticano. Foto v¨ªa Eclesalia.

?frica ya ha aportado 3 papas a lo largo de su historia: San V¨ªctor I (189-199), San Melqu¨ªades (311-314) y San Gelasio I (492-496). Todos ellos proven¨ªan del norte del continente, por lo que la ¨²nica novedad que podr¨ªa darse en el pr¨®ximo conclave es que el elegido fuera el primer Papa negro de la historia. Circunstancia que dar¨ªa lugar a que los medios de comunicaci¨®n volviesen a desempolvar todo tipo de profec¨ªas.

Seg¨²n las estad¨ªsticas elaboradas por el Vaticano, ?frica es el continente donde m¨¢s crece la Iglesia cat¨®lica, donde m¨¢s sacerdotes se ordenan, donde hay m¨¢s seminaristas y donde m¨¢s religiosos y religiosas emiten sus votos. Se calcula que un total de 150 millones de cat¨®licos viven en ?frica, lo que representa el 15,55% de su poblaci¨®n.

Esto contrasta con Europa donde las cifras muestran un fuerte descenso de fieles, sacerdotes, seminaristas y religiosos y religiosas. En el viejo continente los cat¨®licos han pasado de ser el 24,05% de la poblaci¨®n a ser el 23,83% y la tendencia se mantiene.

Esta realidad no se refleja en el n¨²mero de cardenales, que son las personas que eligen al nuevo Papa, que tiene cada continente. En Europa hay 115 frente a 18 africanos. La desproporci¨®n se mantiene en todos los continentes: Latinoam¨¦rica tiene 30, Estados Unidos y Canad¨¢ 22, Asia 20 y Ocean¨ªa 4. Forman un total de 209 hombres. De ellos 91, por ser mayores de 80 a?os, no podr¨¢n votar ni ser votados para suceder a Benedicto XVI.

De los 18 cardenales africanos, 7 ya no son electores: Bernard Agr¨¦ (Costa de Marfil), Christian Tumi (Camer¨²n), Alexandre do Nascimento (Angola), Jos¨¦ Mar¨ªa Dos Santos (Mozambique), Emmanuel Wamala (Uganda), Joseph Mazombwe (Zambia) y Francis Arinze (Nigeria). Este ¨²ltimo son¨® como papable en el ¨²ltimo conclave y ahora aparece en muchas de las quinielas que se barajan. Sin embargo, su elecci¨®n no ser¨¢ posible desde que el pasado mes de noviembre sobrepas¨® la edad l¨ªmite.

Los 11 cardenales electores africanos proceden de:

• Egipto: Antonios Naguib
• Ghana: Peter Kodwo Appiah Turkson
• Guinea: Robert Sarah
• Kenia: John Njue
• Nigeria: John Olorunfemi Onaiyekan y Anthony Olubunmi Okogie
• Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo: Laurent Monsengwo Pasinya
• Senegal: Th¨¦odore-Adrien Sarr
• Sud¨¢frica: Wilfrid Fox Napier
• Sud¨¢n: Gabriel Zubeir Wako
• Tanzania: Polycarp Pengo

Caardenal Turkson. Foto v¨ªa Catanpeist.

De todos ellos, el que m¨¢s suena como candidato es el ghan¨¦s Peter Kodwo Appiah Turkson, presidente del Pontificio Consejo para la Justicia y la Paz del Vaticano. Es doctor en Sagradas Escrituras y habla varios idiomas. Se dice que es un buen diplom¨¢tico y particip¨® en el intento de b¨²squeda de una soluci¨®n pac¨ªfica al conflicto de Costa de Marfil, en 2011. Tambi¨¦n fue el Relator especial para la 2? Asamblea Especial para ?frica del S¨ªnodo de los Obispos celebrada en el Vaticano en 2009. En preparaci¨®n a aquella reuni¨®n hizo declaraciones muy interesantes sobre la necesidad que tiene la Iglesia de escuchar ¡°el grito de las mujeres¡±, aunque en el documento final este tema, ni muchos otros que requer¨ªan atenci¨®n por parte de los obispos africanos, se refleje.

En muchas de las cuestiones de moral (cond¨®n, homosexualidad¡­) Turkson se decanta por la l¨ªnea m¨¢s conservadora de la Iglesia. Si fuera de otra forma Juan Pablo II no lo hubiera creado cardenal en 2003.

Como son los papas los que crean a los cardenales y nombran a los obispos, evidentemente siempre eligen a personas bastante afines a ellos. En el caso de ?frica esta norma no ha sufrido ninguna excepci¨®n y de los 11 cardenales electores, 4 fueron nombrados por Juan Pablo II y los otros 7 por Benedicto XVI.

Es por esto que intuyo que independientemente de d¨®nde haya nacido el Papa las cosas seguir¨¢n m¨¢s o menos igual en el Vaticano. De los 209 cardenales, 123 fueron creados por Juan Pablo II, 86 por Benedicto XVI y solo siguen vivos 2 de los que nombr¨® Pablo VI.

Caardenales reunidos con Benedicto XVI el d¨ªa que anunci¨® su renuncia. Foto v¨ªa Proceso.

Sin embargo, como dec¨ªa anteriormente, la novedad de tener un papa proveniente de Am¨¦rica o de ?frica podr¨ªa ayudar a romper el eurocentrismo que impregna todos los aspectos de la vida de la Iglesia cat¨®lica. Aunque no dudo de que la poderosa maquinaria de la Curia romana, verdadero c¨¢ncer de la instituci¨®n, har¨¢ todo lo posible para que esto no se traduzca en ning¨²n tipo de cambio que pueda poner en peligro su poder omnipotente y omnipresente. Y as¨ª, la m¨¢xima autoridad terrenal de los cat¨®licos seguir¨¢ aislada del mundo real por los gruesos tapices que cubren los palacios donde habita y que ahogan el clamor de los pobres, los oprimidos, los excluidos, los ¨²ltimos, los ninguneados¡­ aquellos por los que su fundador dio la vida en la cruz.

Este origen divino de la Instituci¨®n da pie a que algunos de sus seguidores sigan trag¨¢ndose el mito de que es el Esp¨ªritu Santo el que inspira a los cardenales, encerrados durante el c¨®nclave en la Capilla Sixtina del Vaticano, el nombre del nuevo sucesor de San Pedro. Puede que esto fuera as¨ª en los primeros siglos de la Iglesia, cuando todav¨ªa no se hab¨ªa casado con el poder y los obispos y papas (entonces no exist¨ªan los cardenales) eran elegidos por los fieles y los cl¨¦rigos. Luego, poco a poco, los vicarios de Cristo fueron convirti¨¦ndose m¨¢s en autoridades pol¨ªticas que religiosas y empezaron a acaparar poder y riquezas. Supuestamente, a lo largo de este camino alguien encerr¨® al Esp¨ªritu Santo en una jaula de oro y lo dej¨® olvidado en alg¨²n sombr¨ªo rinc¨®n de las mazmorras pontificias.

Es por eso que antes de que los fieles congregados en la Plaza de San Pedro vean el humo blanco que anuncia que el nuevo Papa ha sido elegido, los cardenales luchan y negocian entre s¨ª. El nuevo Pont¨ªfice ser¨¢, como sus predecesores, fruto de compromisos pol¨ªticos e intrigas dirigidos a preservar el poder de la Curia. Es por eso por lo que no espero grandes sorpresas de este nuevo c¨®nclave.