Yo tuve una vampira adolescente

?De tal astilla, tal palo?

A las oficinas de la productora Libertine Films, sitas en el distrito de Van Nuys de Los ?ngeles, se puede acceder de dos formas: por la puerta principal o a trav¨¦s de un garaje recientemente construido que permite entrar sin ser visto. La primera es todo lo que han necesitado durante d¨¦cadas sus empleados y su fundadora, Jules Stewart. La segunda tuvo que habilitarse hace poco para que su hija Kristen despistara a fans paparazis. Estas dos puertas separan lo que une la sangre: a una casi sexagenaria que lleva d¨¦cadas ocupando diversos puestos menores en rodajes de toda ¨ªndole de la dilecta protagonista de la saga Crep¨²sculo. Esta ¨²ltima es la actriz mejor pagada de Hollywood, con un cach¨¦ valorado en unos 34,5 millones de d¨®lares por filme. La primera estren¨® la semana pasada su debut como directora, K-11, tras pasar a?os porfi¨¢ndose los tres millones que iba a costarle el ascenso.

?Ser madre de es f¨¢cil?

Quiz¨¢ por eso, Jules Stewart ha aprovechado la t¨ªmida promoci¨®n del proyecto (un s¨®rdido drama carcelario protagonizado por drogadictos y travestis) para distanciarse profesionalmente de su hija. ¡°Para el mundo, no tengo nombre. Soy Mama Stew, que es como me llaman sus trillones de fans¡±, soflamaba esta semana para Los Angeles Times. ¡°Pero tengo mi propia carrera, mi propia trayectoria, y odio que se piense que si he dirigido una pel¨ªcula es por mi hija de 22 a?os. Es muy frustrante porque le gano por goleada en experiencia, que yo no he salido de la nada¡±. Jules ha trabajado en docenas de pel¨ªculas ¡ªcomo Mortal kombat o Los Picapiedra en viva Rock Vegas¡ª desde que lleg¨® a Hollywood de su Australia natal a los 16 a?os, generalmente desempe?ando la perfunctoria tarea de script. El primer papel de Kristen fue en un telefilme en el que ella trabaj¨®: la ni?a ten¨ªa entonces nueve a?os. Libertine Films, s¨ªmbolo del lento ascenso de Jules, era solo una idea. Una d¨¦cada despu¨¦s, servir¨ªa como refugio en el que a nadie se le ocurrir¨ªa buscar a su megafamoso v¨¢stago.

?No se puede refugiar en un ¡®hobby¡¯?

La popularidad de su hija no solo eclipsar¨ªa toda la carrera de Jules; tambi¨¦n su pasi¨®n por la oscuridad, los monstruos y, s¨ª, los vampiros. ¡°Esas son las verdaderas historias¡±, se relame, cubierta de tatuajes y accesorios g¨®ticos, en referencia no a los enamoradizos y virginales bichos de Crep¨²sculo, sino al terror cl¨¢sico de la Hammer. Y matiza, invitando a la comparaci¨®n madre-hija: ¡°En ellas, a nadie le importa que seas rico, feliz y bello. Lo ¨²nico que importa es que est¨¢s enfermo¡±.