Un da?o excesivo
La depreciaci¨®n del valor de las preferentes perjudica a cerca de 700.000 clientes
El Gobierno acaba de poner el eslab¨®n final a una extraordinaria crisis financiera causada por cajas y bancos. La crisis de las participaciones preferentes se salda consagrando cuantios¨ªsimas p¨¦rdidas a los clientes, al arbitrar su canje por acciones tras devaluar enormemente su valor facial. Este asunto perjudica a una parte sustancial de los 700.000 afectados que invirtieron en ellas por importe superior a 32.000 millones de euros.
Muchos sufren un severo castigo, los que pierdan en la parte alta de la horquilla del 10% al 70% de su capital. Es un ej¨¦rcito de ahorradores, pues las entidades les colocaron masivamente esos productos t¨®xicos desde que en 2007 empezaron a dejar de tener liquidez y los inversores institucionales huyeron de ellos como de la peste. Y se despliega en colectivos geogr¨¢ficamente bastante concentrados ¡ªen Galicia, en Catalu?a, en Madrid y en Valencia, aunque no solo¡ª en torno a los principales centros de las cajas nacionalizadas, aunque tampoco solo ellas.
Seguro que entre los inversores se registraron conductas imprudentes ¡ªincluso de clientes con cultura financiera¡ª, estimuladas por la golosa remuneraci¨®n que ofrec¨ªan las preferentes. Pero los estrictos arbitrajes ya realizados han arrojado un promedio de cerca de un tercio de casos favorables a los clientes, pues fueron enga?ados o desinformados; hasta el punto de que productos tan complejos se vendieron a analfabetos o a enfermos de alzh¨¦imer. Ello indica que la perversi¨®n era sist¨¦mica, para nada aislada. Es decir, fue culpa de las entidades: m¨¢s de las peor gestionadas, que han acabado necesitando socorro p¨²blico, pero tambi¨¦n del resto, que han llegado a acuerdos de reconversi¨®n parcial de esos activos. Entre los responsables figuran adem¨¢s los organismos reguladores y supervisores que, pese a advertir del problema, desplegaron escasa contundencia en aplacarlo. Y los sucesivos Gobiernos, desde que el Ejecutivo de Aznar legaliz¨® en 2003 las preferentes para neutralizar el procedimiento abierto contra ellas por la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n.
Las compensaciones a los preferentistas arbitradas por el Gobierno actual son ralas. Es verdad que la UE exig¨ªa, l¨®gicamente, que a cambio de prestar hasta 100.000 millones para rescatar a los bancos espa?oles, sus accionistas y bonistas pecharan con una porci¨®n de la factura. Pero es el tama?o de esta lo que podr¨ªa haberse negociado mejor. Y en ¨²ltimo caso, haber repartido mayor cuota de su coste a todo el sector, como se hace ahora a peque?a escala a trav¨¦s del Fondo de Garant¨ªa de Dep¨®sitos. Curiosamente, el banco que m¨¢s protesta es uno de los que m¨¢s contribuy¨® al fiasco inmobiliario, origen tambi¨¦n de esta crisis.
Adicionalmente, el valor otorgado oficialmente a las acciones de Bankia supone una cat¨¢strofe para muchos de sus 400.000 accionistas. A estos apenas les quedan muchas m¨¢s salidas que las que puedan imponer los tribunales.
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